El San Martín brilla al ritmo de la zarzuela

El San Martín brilla al ritmo de la zarzuela

"La Verbena de la Paloma", que se estrenó anoche junto con el flamante aire acondicionado del teatro, subirá a escena hoy.

ENSAYO. Los artistas cantan acompañados desde el foso por los músicos. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO ENSAYO. Los artistas cantan acompañados desde el foso por los músicos. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
15 Abril 2007
La zarzuela “La Verbena de la Paloma”, que se estrenó anoche en el teatro San Martín, subirá a escena nuevamente hoy, a las 21. La legandaria pieza de Tomás Bretón, que sirvió como magnífico marco para la inauguración de los equipos de aire acondicionado del teatro, convocó a numeroso público, aunque la función de anoche se hizo sólo por invitación. La de esta noche, en cambio, estará abierta al público. La zarzuela, una de las más representativas del género, se repetirá el próximo viernes y sábado, a las 22 y el domingo, a las 21.
Con más de 150 artistas en escena, pertenecientes a los cuerpos artísticos estables de la Provincia (Orquesta, Coro, Ballet y Teatro), y el Ballet Español Tiempo Flamenco que dirige Ana Sancho Miñano, la puesta cuenta con las actuaciones de Myriam Molina, Ramón Poliche, Oscar Zamora, Vanesa Barrionuevo, Cynthia del Carril, Andrés D’Andrea, Gonzalo Castro, Silvia Quintana y Sofía Azcárate como solistas. La dirección general es de Jorge Lhez.
“La Verbena de la Paloma”, con libro de Ricardo de la Vega y música de Tomás Bretón, se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid el 17 de febrero de 1894. El título original, “La Verbena de la Paloma o el Boticario y las Chulapas y Celos mal reprimidos”, resume toda la obra en tres partes. La acción transcurre en uno de los barrios más típicos de Madrid, cerca de la calle de Toledo, en la noche del 14 de agosto durante la celebración de la fiesta de la  Verbena. El argumento se centra en el pequeño drama de amor entre el honrado cajista, Julián, y la “chulapa” Susana. Esta y su hermana Casta, que viven con la tía Antonia, una vieja un poco celestina, coquetean con el boticario Don Hilarión, un viejo verde que se hace ilusiones, sin darse cuenta de que las dos jóvenes sólo quieren jugar con él para divertirse. Este juego causa los celos de Julián, siempre atendido por la maternal y consejera “Seña” Rita. Tras algunas peripecias en la Verbena, el viejo queda burlado y triunfa el amor de Julián y Susana.



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