Magro final de un esfuerzo diplomático

Magro final de un esfuerzo diplomático

La conferencia internacional sólo coincidió en la necesidad de establecer una fuerza de paz de la ONU en la región. Al encuentro no asistieron representantes de las partes involucradas en el conflicto: Israel, Siria e Irán.

SIN ESTRIDENCIAS. Luego de la reunión, el jefe del gobierno libanés lee una declaración ante cientos de periodistas, acompañado por Rice, Annan y el canciller italiano, Massimo D’Alema. SIN ESTRIDENCIAS. Luego de la reunión, el jefe del gobierno libanés lee una declaración ante cientos de periodistas, acompañado por Rice, Annan y el canciller italiano, Massimo D’Alema.
27 Julio 2006
ROMA.- La conferencia internacional para Cercano Oriente, celebrada ayer en Roma, no pudo hacer nada para frenar la guerra no declarada entre Israel y la milicia libanesa de Hezbollah. Sólo hubo acuerdo en que es urgente parar el fuego y en el envío de una fuerza internacional para ayudar al gobierno libanés a retomar el control del territorio, así como conseguir el desarme de la milicia chiíta.
Si bien el visto bueno para instalar una tropa de estabilización internacional en el sur de Líbano señala un camino hacia la paz en la región, aún no está claro qué mandato tendrá esa tropa o cuánto debería durar su presencia. Para instalar fuerzas de paz de la ONU en la región se requiere de un cese del fuego, pero en Roma no se produjo nada concreto al respecto, más allá de los llamamientos.
La secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, que llegó a Roma desde la región en crisis, dejó en claro que para Estados Unidos es tiempo de un nuevo Cercano Oriente. En su comunicado final, los participantes expresaron su determinación a "trabajar inmediatamente para un alto el fuego duradero y permanente". En el encuentro de Roma estuvieron representados Egipto, Jordania y Arabia Saudí, además de la Unión Europea, de la ONU y EEUU, país convocante. Es claro que no se trató de una conferencia de paz, porque ni Israel ni las organizaciones radicales islámicas Hezbollah y Hamas estuvieron representadas. Tampoco Irán, ni Siria, con sus fuertes influencias sobre Hezbollah. Sin estos actores no es posible lograr un fin de la violencia.

Un plan preparado
El primer ministro libanés, Fuad Siniora, condenó el ataque "desproporcionado" contra su país y afirmó que esa represalia por la captura de dos soldados hebreos demuestra que era un plan bien preparado. "Vinimos para presentar la causa de un país puesto de rodillas por la séptima invasión y ocupación de parte de Israel", dijo en tono calmo ante 800 periodistas, al término de la cumbre. Lo acompañaban el titular de la ONU, Kofi Annan, la jefa diplomática norteamericana y el canciller italiano, Massimo D?Alema. "Las acciones de Israel en los últimos años no han dado mayor seguridad al país. Lo que puede dar mayor seguridad es intentar mejorar las relaciones con los países cercanos y todo esto se hace sólo realizando un plan de paz", destacó. Asimismo, remarcó que la paz sólo será posible si Israel devuelve los territorios que controla en el Líbano, y que desearía que las Granjas de Shebaa (hoy en poder de Tel Aviv) queden en jurisdicción de la ONU.
Una periodista israelí le preguntó si le pedirá a Hezbollah que se desarme, como estipula la resolución 1559 de la ONU. Siniora respondió que ese movimiento chiíta es también un partido político en el país que tuvo un rol importante en la liberación de algunas zonas ocupadas por Israel. Ante la pregunta sobre cómo hubiera actuado en el conflicto si fuera el premier Ehud Olmert, Siniora dijo: "Israel no puede avanzar sin límites ignorando las leyes internacionales". (Reuter-DPA)