Ganaron un premio en Brasil con un caramelo medicinal

Ganaron un premio en Brasil con un caramelo medicinal

Alumnos del San Patricio obtuvieron el 1er puesto en Ciencia y Tecnología del Mercosur. Con el llantén, un vegetal usado por los indígenas de esta región, hicieron cremas y pastillas curativas.

INVESTIGADORES. Los chicos y su profesor con la planta, que crece casi como un yuyo en Yerba Buena. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO INVESTIGADORES. Los chicos y su profesor con la planta, que crece casi como un yuyo en Yerba Buena. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
02 Junio 2007
Encontraron una en la puerta de la escuela. Luego otra en la vereda y otra más, hasta que se dieron cuenta de que la planta conocida como llantén crecía casi como un yuyo en Yerba Buena. Teniendo en cuenta sus propiedades medicinales, cuatro alumnos del Colegio San Patricio desarrollaron caramelos y una crema. Y con este proyecto, ganaron el primer premio del certamen de Ciencia y Tecnología organizado por la Reunión Especializada de Ciencia y Tecnología del Mercosur (Recyt), que se realizó en Brasil.
Hace dos años, Rogelio Navarro Vitar, Paula María Pedraza, Belén Rodríguez del Busto, todos de 12 años, y Guadalupe Gómez Alonso, de 11, habían comenzado un estudio sobre los indígenas de la región. Lo que les llamó la atención fue que los habitantes de estas tierras utilizaban distintos vegetales como medicina, y decidieron profundizar la investigación.
Francisco, el conserje del establecimiento les mostró los ejemplares de llantén (Plantado Tomentosa Lam) que crecían en la zona. "Esta planta tiene propiedades antioxidantes, expectorantes, antiinflamatorias, analgésicas, antimicrobianas, fungicidas y cicatrizantes", explicó Paula María. Para determinar esto, recurrieron al Instituto Miguel Lillo, donde los científicos los ayudaron a analizar las propiedades de la planta.
"El objetivo del trabajo es lograr medicamentos para gente de bajos recursos", aclaró Guadalupe. Con el asesoramiento de María Inés Isla, docente de la Facultad de Bioquímica de la UNT, comenzaron a desarrollar caramelos y cremas en el laboratorio del colegio, utilizando extractos de alcohol etílico de 80º y de las hojas del vegetal, mezclándolos con distintos ingredientes para obtener cada uno de los productos (miel y azúcar para los caramelos, y cera emulsionante, agua destilada y vaselina líquida para las cremas).

Pruebas
"Hicimos una prueba con las cremas. Una profesora se la colocó durante 10 días en una mano. Comprobamos que en esa mano se le había curado una herida y que la piel estaba mucho mejor respecto de la otra", contó Rogelio.
Con este proyecto llamado "El llantén, una planta mágica", ganaron todas las instancias provinciales de la Feria de Ciencias el año pasado y llegaron a competir en la Feria Nacional, pero no quedaron conformes con el puntaje que recibieron. Sin embargo, la revancha les llegó el martes, cuando les comunicaron que habían ganado el primer premio en la categoría "Iniciación científica" del concurso organizado por la Recyt.
El profesor Carlos Alejandro de la Cruz Carrió, quien los guió en el proceso, había inscripto el proyecto. El premio consiste en U$S 2.000 y una placa para cada uno de los chicos. "Al dinero lo vamos a utilizar para desarrollar el proyecto. Ya tenemos un nombre registrado para los productos. Se llamarán ?Llantex?", contó Belén.

Quieren patentarlo y comercializarlo

La intención de los chicos del San Patricio es poder lograr una patente nacional para los caramelos y las cremas para que de esa manera se puedan comercializar a precios bajos. De todos modos, el docente que los guió en este proyecto, Carlos Alejandro de la Cruz Carrió, reconoció que para esto necesitan financiamiento.
"Calculamos que necesitamos $ 30.000 para seguir desarrollando este producto y obtener la patente. Si lo logramos, se cumplirá el objetivo de los chicos, que es que los caramelos y las cremas se vendan a precios bajos para que lleguen a las personas de escasos recursos", explicó Carrió.
Una de las ventajas que tiene el llantén es que no contiene ninguna toxina, según lo determinaron en el Instituto Lillo. Los caramelos y las cremas fueron desarrolladas en el laboratorio del colegio, que cuenta con balanzas de precisión para medir los ingredientes. Además, desinfectaron las hojas que utilizaron antes de extraerles el extracto alcohólico.
Dentro del concurso de la Recyt había tres categorías: iniciación científica, joven investigador e integración. Ellos participaron en la primera. "Lo que les interesó a los evaluadores del proyecto fue el proceso por medio del cual fue elaborado, y el objetivo de los chicos, que es que llegue a la gente de escasos recursos", explicó Carrió.

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