La población tiene que tomar conciencia

La necesidad de hacer un uso racional del recurso energético se impone no sólo en la Argentina, sino en todo el mundo. El Gobierno admitió que se atraviesa una crisis. Por Fernando García Soto - Redacción LA GACETA.

31 Diciembre 2007
La decisión de adelantar la hora en el país para aprovechar mejor la energía solar, en el marco de un conjunto de otras disposiciones, tendrá seguramente dos efectos positivos. Uno es un ahorro energético que se logrará con la medida, de alrededor de un 6%, según cálculos oficiales, lo que no es un dato menor. El otro, y tal vez el más importante, es la posibilidad de que se genere un golpe de efecto en la población sobre la necesidad de que no se malgaste el recurso, frente a una crisis energética global, que trasciende a la Argentina. De cualquier manera, al menos sirvió para que el Estado reconozca que no se podía seguir mirando al costado ante la delicada situación del sistema energético nacional.
Lamentablemente, cuatro años demoró la gestión Kirchner en admitir la realidad y, en consecuencia, en tomar algunas medidas para afrontar el problema. Sin embargo, no hubo autocrítica en el Gobierno nacional por la lentitud de la reacción, y sí se insistió en que la situación sobrepasó todas las previsiones debido al fuerte crecimiento de la economía. Según el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, la implementación del Programa Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía “se da en el marco de un país en crecimiento, y no en recesión”, a lo que agregó: “somos un país que crece y racionaliza”.
Sin embargo, la ley ya generó quejas de provincias ubicadas al oeste del territorio nacional, debido a que el horario de verano implicará para ellas que la actividad laboral -y en la primera quincena de marzo también la escolar- comience antes del amanecer. En Mendoza, por ejemplo, comerciantes y pobladores se quejan porque el período de luz diurna se estirará hasta cerca de las 23. La Argentina se rige por el huso 3, pero ayer adoptó el huso horario 2 al oeste de Greenwich, con lo cual pasó a estar adelantada dos horas respecto de su ubicación geográfica, que es el huso 4 al oeste.
Marcos Rebasa, ex director del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) entre 1993 y 1996, consideró que el uso racional de la energía es una necesidad cultural porque el recurso “es un bien que cuesta mucho conseguir y por otro lado tiene consecuencias ambientales”.
Tucumán, una de las provincias con mayor cantidad de industrias en el país (ingenios, citrícolas, textiles, etcétera) y con una gran actividad comercial, debe sumarse a la iniciativa nacional de ahorro energético. Los ingenios ya avanzaron al respecto, con proyectos en marcha para cogenerar energía y aportar a la red interconectada. Pero en el sector de usuarios residenciales la tendencia de consumo eléctrico es creciente, del 15% interanual, muy por encima de la media nacional, y esto llevó a operadores del sector eléctrico de nuestra provincia a calificar a los tucumanos como “derrochones”.
Sin dudas sería importante que el conjunto de la población asuma la crisis y colabore con el programa nacional a través de un uso racional de la energía, con el convencimiento de que Tucumán deberá ingresar de lleno a una tendencia que se irá imponiendo gradualmente en todo el planeta.

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