Vuelve el malvado más querible de todos

Está fuera de debate que Gru es el símbolo del villano querible, que detrás de una capa gruesa de maldad se oculta una ternura sin límites y una necesidad de cariño que le sale por los poros y que vuelca en sus hijas adoptadas Margo, Edith e Agnes y en su esposa Lucy, mientras que los amarillos secuaces lo rodean por todos lados.

Quizás toda su dureza exterior se debió a una infancia compleja, con una familia disfuncional de padres divorciados que lo llevó a lo que es ahora. Y en esa historia aparece su hermano gemelo Dru, la principal innovación de la tercera entrega de la muy exitosa franquicia de Illumination Entertainment.

En esta oportunidad, Gru es despedido de la Liga Anti Villanos por no haber podido detener a su principal enemigo, Balthazar Bratt (homenaje a Michael Jackson), pese a que evitó el robo de un valioso diamante. Tentado en volver a los delitos, se resiste hasta que lo contacta su mellizo (separado de él desde niños, ya que un padre se llevó a cada hijo a vivir consigo), quien en vez de ser calvo tiene una abundante cabellera rubia, es arrogante, rico y mujeriego con ansias de ser un playboy, todo producto de sus fechorías. En historias paralelas, los minions terminan en la cárcel (incorporan todos los códigos del lugar hasta controlarlo) y el peligroso Bratt decide llevar a cabo su plan de destruir Hollywood por no haber podido triunfar como ídolo adolescente. Los hermanos se unen, pese a sus diferencias, para enfrentar juntos los peligros.

El filme dirigido por Pierre Coffin y Kyle Balda (nuevamente juntos en este producto) redunda en los personajes, juegos, aventuras y situaciones que se conocieron en las dos primeras películas de la saga “Mi villano favorito” y de su spin off “Minions”, distanciadas estratégicamente entre sí por pocos años (todo comenzó en 2010). Pero hay una toma de riesgo en algunas vueltas de tuerca en la trama y en los relatos colaterales escritos por Ken Daurio y Cinco Paul, que hablan de que este villano seguirá vigente por bastante tiempo más. Quienes se animen a los subtítulos podrán darse el lujo de escuchar las voces de Steve Carell y Kristen Wiig como la pareja protagónica (hay una función diaria subtitulada en el cine Atlas).