Detienen a “Perro Rojo”, un transa vip

Detienen a “Perro Rojo”, un transa vip

Drogas Peligrosas de la Policía Federal secuestró marihuana y, por primera vez en su historia, LSD en diferentes presentaciones

EN PLENO OPERATIVO. Los vecinos de Asunción al 200 se mostraron sorprendidos por el movimiento de los policías federales. la gaceta / fotos de analía jaramillo EN PLENO OPERATIVO. Los vecinos de Asunción al 200 se mostraron sorprendidos por el movimiento de los policías federales. la gaceta / fotos de analía jaramillo foto de analía jaramillo
11 Junio 2017

Asunción al 200. Sábado a la mañana. Casi no hay movimiento en este sector de barrio El Bosque. Los hombres de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, ayudados por las penumbras, ingresan a un domicilio donde reside un tal “Perro Rojo”, que ya fue catalogado por los pesquisas como un transa vip. Allí los investigadores encontraron la droga que buscaban para probar que el sospechoso se habría dedicado a la venta de marihuana y LSD para clientes de alto poder adquisitivo.

Los vecinos se sorprendían al descubrir a los tres hombres con armas largas y el rostro tapado con pasamontañas que custodiaban el lugar donde se desarrollaba la medida ordenada por el juez federal Fernando Poviña. No entendían qué había ocurrido, mucho menos cuando se daban cuenta de que los efectivos pertenecían a una fuerza nacional.

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Disimuladamente, cuando pasaban por la puerta, intentaban observar lo que ocurría adentro. Nunca pudieron descubrir con sus propios ojos que en una especie de departamento, ubicado en el fondo de la vivienda, los policías encontraron una planta de marihuana de casi dos metros de altura, por lo menos 600 gramos de cogollo (la flor de la “yerba”, fraccionada en frascos), unas 45 “pepas” (así se conoce a las dosis de LSD) y unas 1.200 semillas de “yerba” importada, además de fertilizantes y una balanza electrónica. También se llevaron unos $ 6.000 y tres teléfonos celulares. No encontraron cocaína ni éxtasis, que sospechaban que también podría haber estado comercializando el sospechoso que quedó detenido.

La investigación, que fue dirigida por el fiscal Pablo Camuña, comenzó cuando recibieron información de que había una persona que se dedicaba a la venta de drogas de alto valor y que eran adquiridas por personas de gran poder adquisitivo. Los investigadores, al mando de los comisarios Jorge Luján y Ramón Hernández, comenzaron a seguir una línea y, paulatinamente, fueron descubriendo algunos datos.

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Con el correr de los días establecieron que el acusado era una persona muy precavida a la hora de comercializar las drogas. Sus clientes, entre los que se encontrarían empresarios, ejecutivos, personas vinculadas al deporte de alta competencia, dirigentes políticos, empleados judiciales y profesionales, por su condición, realizaban las operaciones con la mayor de las reservas. La Justicia, según trascendió, no ejercerá presión sobre ellos, ya que quedó demostrado que adquirían las sustancias para consumo personal.

El sistema de venta habría sido siempre el mismo. Sus clientes lo contactaban por teléfono para hacerle una reserva y luego las entregaba personalmente. Por eso los pesquisas tuvieron que hacer un doble esfuerzo para probar las transacciones. También, según consta en el expediente, habría tenido como rutina recurrir a un boliche de música electrónica ubicados a pocas cuadras del lugar allanado para comercializar pastillas de éxtasis.

“No era muy conocido en el barrio. Él es de otra zona y desde hace un tiempo se instaló aquí. Tampoco observamos movimientos extraños para pensar que algo raro estaba ocurriendo allí. La verdad es que nos queríamos morir cuando nos enteramos que vendía droga”, comentó Margarita Herrera, una vecina.

A los investigadores les llamó la atención otro dato. En el lugar donde se realizó el allanamiento, además de ser el centro de operaciones del “Perro Rojo”, se alquilaban cocheras para que los habitantes de la zona guardaran allí sus vehículos. “No sabíamos nada de quién es esa persona. Lo veía cuando venía a guardar el auto. Era muy churo porque te saludaba y te preguntaba cómo estabas. La verdad que quedé helado cuando me dijeron que se estaba haciendo un procedimiento antidrogas”, dijo Pablo.

Mientras los federales requisaban lentamente el departamento del acusado, cada vez eran más las personas que se arrimaban a preguntar qué estaba sucediendo. “Estamos perplejos porque esta es una zona con mucho movimiento. Tampoco hay situaciones similares a los barrios donde se venden drogas, es decir, muchos robos para poder comprarlas”, indicó Juan Luis Nieva.

Inédito

Esta es la primera vez que la fuerza nacional logra secuestrar LSD en el formato que se encontró en la casa de “Perro Rojo”. Las “pepas”, según se informó oficialmente, tenían dos presentaciones: una en troqueles (como si fueran estampillas) y la otra en gel, que estaba envasado en pequeñas cápsulas ubicadas en un blíster.

En marzo de 2011, personal de la Dirección General de Drogas Peligrosas encontró 15 dosis de LSD en un allanamiento que realizó en La Costanera. En octubre de 2015, por orden del juez federal Claudio Bonadío, se allanaron en vano dos viviendas en Yerba Buena, ya que se sospechaba que allí se podría encontrar esa sustancia porque existía un vínculo que las producía en Buenos Aires. En tanto que un año después, en la Terminal de Córdoba, los hombres de Gendarmería Nacional detuvieron a un tucumano que transportaba 20 troqueles en un ómnibus.

Sin embargo, los especialistas en adicciones desde 2009 venían advirtiendo del consumo de esta sustancia en la provincia. En 2013, por ejemplo, en base a un estudio que realizaron especialistas, se detectó que el consumo de LSD y éxtasis se había incrementado más de un 3% en un año.

Drogas Peligrosas de la Federal sí consiguió marcar un hito. Fue la primera fuerza que secuestró dosis de LSD en gel. “Estamos esperando los informes de laboratorio, pero es algo que no teníamos ni idea que existía en el mercado. Fue una sorpresa importante”, aseguró una fuente cercana a la investigación.

El fiscal Camuña confirmó el procedimiento, pero prefirió no brindar mayor información. “Hay que seguir trabajando”, indicó. Saber el origen de la droga y quién sería el proveedor es una información que, por ahora, se maneja en el mayor de los secretos.

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