Tres testigos dijeron que fueron “apretados” por el “Clan Ale”

Tres testigos dijeron que fueron “apretados” por el “Clan Ale”

Uno de los hombres que comparecía se descompuso mientras brindaba su declaración y el médico recomendó enviarlo a un hospital. El boxeador Manuel Pucheta manifestó que por el simple hecho de haber separado una pelea sufrió reiteradas amenazas.

MANUEL PUCHETA. MANUEL PUCHETA.
09 Junio 2017

Tres testigos declararon esta semana en el juicio que se sigue contra el “Clan Ale”. Los tres mencionaron episodios violentos en los que estarían involucrados algunos de los 16 imputados. Una de esas personas se descompensó y debieron suspender su declaración.

El boxeador Manuel Alberto Pucheta fue uno de los que aportó su testimonio. Lo citaron para que se refiriera a una situación que vivió en agosto de 2009, cuando fue a la cancha del club San Martín para presenciar un partido contra Defensa y Justicia. “Estábamos viendo el partido con unos amigos y nos comenzaron a agredir unos barrabravas, se armó una trifulca. Yo no golpeo a nadie y todo el mundo sabe eso. Sólo los separé y evité que golpearan a un muchacho”, relató. “Después llegaron amenazas. Un amigo me dijo que iba a tener problemas porque me había metido”, agregó.

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Pucheta contó que se presentó al día siguiente en la remisería “5 Estrellas” para hablar con Rubén “La Chancha” Ale, que en ese momento era presidente del club. “Me pegaron en la remisería. Había mucha gente, pero no recuerdo quiénes estaban. Sentí los golpes en la cabeza y fue con algo duro, pero en este momento no recuerdo quién me pegó porque ya pasó mucho tiempo”, dijo.

La querella no consiguió avanzar mucho más en ese relato ya que el boxeador insistió en que, debido al paso del tiempo, no recordaba detalles ni nombres.

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No del todo claro

Ramón Reinoso es otro de los testigos que prestó declaración en la audiencia del miércoles.

El hombre comenzó contando que se había acercado a la remisería “5 Estrellas” con intenciones de incorporar un auto y aseguró que hubo un malentendido. “Le dijeron a Jesús Rivero que yo quería un descuento y me llamaron por teléfono para decirme que me retire”, contó. Según su testimonio, después siguieron las amenazas y los aprietes.

Los episodios que relató no eran del todo claros. Primero contó que su hermano tenía tres vehículos y que un tal Claudio Romano se los había vendido a Rubén Ale. “Un día voy a las Termas y encuentro el camión de mi hermano en un predio de Miguel Múkdise (ex intendente de esa ciudad) e intento recuperarlo. Entonces vino gente de Rubén Ale a apretarme, eran como ocho personas”, dijo.

“Otra vez estaba en el casino y me llamaron por teléfono para avisarme que habían atacado un auto mío a tiros en la 9 de Julio y Roca. Me pedían que vaya. Di una vuelta, pero no me acerqué. Anteriormente, me habían prendido fuego un auto”, aseguró Reinoso.

Por último, relató que tenía una moto de agua que estaba rota y que se la dio a un tal “Coquiño” para que la reparara. Agregó que un tiempo después la vio estacionada en un lubricenter y que se acercó para reclamarla. “Vino un señor de apellido Flores y me pegó un culatazo en la cabeza. Me decía que le devuelva la plata a Ángel Ale porque él había pagado el motor”, declaró.

Interrupción

Otro testigo fue Carlos Escobar, quien aseguró que en 2008 los Ale le quitaron una propiedad ubicada en Leales. “Vinieron un tal ‘PC’, ‘Woody’ Dilascio y un tal ‘Loco Alberto’ y me llevaron a punta de pistola a la casa del señor Rubén Ale. Al estilo mafioso, paran, te levantan cinco tipos con pistolas y te llevan”, dijo. Agregó que Ale le exigía que le entregara la propiedad y que él acudió a un abogado de apellido Cáceres. “Lo hablo al abogado, él tramita el juicio y recupero mi propiedad, pero ahora está metida otra gente. Por toda esta situación tuve un ACV y nunca la pude recuperar. Sé que después a Cáceres le quitaron un departamento y también le pegaron”, agregó.

Escobar dijo que luego comenzó a rondar un auto por su casa y que lo amenazaban en la calle. “Iban autos y se paraban frente a mi casa. Cuando iba a trabajar, a veces venían vehículos sin patente y me decían: ya te vamos a agarrar negrito, cuídate”, aseguró.

La declaración de Escobar se interrumpió porque se descompensó. Un médico lo asistió y minutos después comunicó: “el señor Escobar está con una crisis hipertensiva y un cuadro de hiperglucemia importante. Aconsejo que por sus antecedentes se lo estabilice en algún centro hospitalario y se lo medique”.

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