Cartas de lectores
14 Mayo 2017

El taller en Derecho

Por la presente manifestamos nuestra preocupación por lo acontecido días atrás en la Facultad de Derecho de la UNT, durante la clase Taller del doctor Juan Marcos Rougés; y que hasta hoy las autoridades universitarias no hayan tomado cartas sobre el asunto. Que se irrumpa una clase sin previo aviso al docente y no se le permita dar libremente la clase es un hecho de gravedad institucional que no puede ser tolerado ni permitido por la comunidad universitaria en un Estado republicano democrático. La libertad de cátedra, de expresión y de pensamiento deben ser pilares fundamentales de nuestra casa de altos estudios; pues la infinitud del conocimiento se encuentra en la diversidad y en la tolerancia de quienes piensan diferente. Recordando y reivindicando al fundador de nuestra Universidad, el doctor Juan B. Terán, quien tenía una visión liberadora del conocimiento y del pensamiento, los pies de la comunidad universitaria deben estar en la tierra donde descansan todos los pensamientos y conocimientos, y la mirada en las estrellas donde se encuentra la infinitud del conocimiento en la diversidad y tolerancia; y por lo tanto, la mirada no debe estar en las personas que piensan y se expresan diferente. En honor a nuestro fundador de tan prestigiosa casa de altos estudios, decimos: “pedes in terra ad sidera visus”.

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Federico José Bruhl

Juan Luis José Bruhl

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La necesaria poda

En mi calidad de administradora del edificio de calle Muñecas 754, solicitamos de manera urgente al intendente de la ciudad de Tucumán que intervenga para que se retire el árbol que está en la entrada de nuestro edificio. Este pedido comenzó en 2015, en Espacios Verdes. Ya se han gestionado dos expedientes, sin que hasta ahora se haya obtenido respuesta alguna. En febrero de este año iniciamos por cuenta nuestra la poda del árbol, y comenzó a ser retirado el ejemplar. Pero ese acto fue suspendido por el director de Espacios Verdes, quien por teléfono me pidió que interrumpiéramos la poda de inmediato, ya que no habíamos pedido permiso. En días previos habíamos enviado una carta documento, en la cual pedíamos que se retirara el árbol, y que caso contrario lo retiraríamos nosotros. El árbol está torcido, con una importante inclinación, lo que ha sido ratificado por un perito agrónomo. Cada colectivo que pasa “sufre”, porque no se sabe si el ejemplar caerá o no sobre el vehículo. Está prohibido que circulen menores a su alrededor; y lo peor es que está en la entrada de la cochera del edificio, con el riesgo que ello entraña. Es sabido que en Tucumán ya hemos padecido tragedias por la caída de árboles, y no queremos ser responsables de eventuales desgracias. Pedimos que con urgencia sea retirado ese ejemplar.

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María Dolores Campopiano Armayor

Muñecas 754

San Miguel de Tucumán


Plus médico

Si los médicos cobran plus, al menos que otorguen recibo así no suponemos que además de mofarse de nosotros, engañan al fisco.

Juan Manuel Aragón

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El federalismo y los medios

En un programa porteño de TV se entrevistaba a una intendenta bonaerense; el conductor le hacía preguntas generales de su municipio; para realzar y motivar una respuesta que le sirva al excluyente rating televiso le dijo: “mirá que te están viendo de la Quiaca hasta Ushuaia, y de todo el país…”. No obstante preocuparme cualquier situación de mi país como a todos, pensé que resultaba mejor y más federal tener, de tanto en tanto, una entrevista al intendente de la Quiaca, o de Ushuaia o de cualquier punto de la inmensidad de nuestro país, para que el gran público “donde todo se digita todo”, y el país entero, conozcan las vivencias directas por un legítimo represente de ese lugar. En el acto pensé en la Ley de Medios, con anuncios y promesas de inclusión, de abarcar a sectores no lucrativos como las cooperativas, medios comunitarios, pluralismo, diversidad y participación de las minorías sociales y políticas; con la incumplida promesa de que en los programas habría contenidos locales. Se hablaba de multiplicidad de voces que se pretendía hacer escuchar. Se arengaba a la promoción del federalismo y la integración. Nada. Todo, en esta materia, sigue siendo notoriamente unitario, como la actual autoridad federal -Enacom- en el tema, que está en Buenos Aires; conducción nacional que no tiene representación las provincias en las decisiones, sólo delegaciones locales -mesas de entradas-. La Ley de Medios fue reformada por un DNU de este Gobierno que realizó modificaciones principalmente al negocio de los medios, pero poco dice o se preocupa de los destinatarios del producto de los medios, es decir el pueblo consumidor de los programas. Es tan unitaria la normativa, aún corregida, que la palabra “provincia” aparece una sola vez. Creo que para corregir, de algún pequeño modo, ese rumbo equivocado, inicialmente, la autoridad debería posibilitar o arbitrar que en los canales que emiten programas críticos, ya sean oficialistas u opositores, haya un segmento donde participe realmente el interior del país. Sea con representes o referentes de la política, sea de las ciencias, del arte, del deporte, etcétera, de cada lugar, conforme el tema en análisis o relacionado a la actualidad. Establecer y garantizar la presencia de un periodista invitado del interior, en ese programa, por aquello de la igualdad de oportunidades, y con algún panelista, en su caso, preparado o especializado en el tema, también del interior. Ya basta de tener que soportar a esta nueva casta del cuarto poder que sabe de todo. Con la solvencia científica de un premio Nobel, hablan, en distintos horarios o programas, del tiempo, de quién se acuesta con quién, de fútbol o de filosofía o economía, o política o de lo que se hable… Situaciones que en la gran mayoría crean una equivocada y peligrosa opinión, en mucha gente, pero con fuerza de verdad porque lo dice la “tele”. Por último, por el mismo andarivel del federalismo corre la renovación. Ya es sufriente la presencia en los medios de los mismos referentes políticos o de otra actividad de hace 40 años. No es malo ver caras nuevas. La calidad del contenido y el federalismo declamado en esta ley, por lo visto a diario en los grandes programas y canales, están ausentes, o apenas se insinúa. Urge una reforma en serio, verdadera, no con mero formato federal. La reforma tiene que garantizar un federalismo participativo en serio. No es federalismo que a la emisión porteña la vean en el interior del país. El interior debe participar en vivo, como está sugerido. Sólo así será completamente y verdaderamente federal la voz y presencia de ese programa

Alberto García Biagosch

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San Martín y los inadaptados

Soy hincha de San Martín, pero fundamentalmente del fútbol, ya que disfruto de cualquier jugador que trate bien y con amor la pelota. Fui a la Ciudadela el miércoles pasado después de mucho tiempo. Y, como comentó LA GACETA, se dio en las tribunas más de lo mismo. Pero, en esta oportunidad muchos hinchas no sólo abuchearon a los inadaptados sino que colaboraron con el espectáculo, siguiendo cantando y alentado al equipo santo. Si bien el diario expresa en el “Rincón Santo” que hubo un “estricto control” (pidiendo documentos de identidad), a mí y a quien ingresaba conmigo sólo nos pidieron la entrada general y la platea. Al respecto, pienso que los espectáculos lamentables se producen por la poca seriedad y dedicación de quienes deben hacer cumplir la seguridad pública y la privada, que brillaban por su ausencia, como expresa el diario en su edición del jueves. Mensaje para los hinchas: no es malo ser fanático; lo bueno, no consumir alcohol ni drogas. Nunca. Tampoco cuando se va a alentar al equipo.

Darío Mendoza

Barrio Oeste II

San Miguel de Tucumán


Villa San Cayetano

Nací y me crié hasta mi adolescencia en el corazón de villa San Cayetano, barrio tranquilo y laborioso, poblado en sus comienzos por trabajadores ferroviarios, a una cuadra de la Estación Mate de Luna y a la misma distancia del pavimento, la plaza, el dispensario, la cancha de básquet, la Escuela Lola Mora, la cancha del club Libertad y la comisaría cuarta. Cierro los ojos y me invaden los gratos recuerdos y anécdotas..El padre Vecce, el cura Gatti, el cartero, “la” Emilia Albarracín, don Montivero, la señorita maestra, las mateadas, carnavaleadas y fiestas familiares y vecinales eran hitos y personajes que marcaron a fuego nuestra historia... abro los ojos y me parece ver a esa sargentona enfermera que nos iba a vacunar en la casa, nos revisaba y, si estábamos resfriados, nos llevaba al dispensario, y sin tanto protocolo nos ponía una inyección, nos consolaba y a la casa. Eran apenas dos piecitas. Hoy es un gran centro asistencial, elevado a nivel de policlínico, que no detiene su progreso. Tuve la oportunidad de asistir y observar las nuevas obras de sala de espera, farmacia, sector de emergencia, entrada para ambulancia, sala de internación abreviada, consultorios y baños para discapacitados. ¡Muy bien! Mil gracias a las autoridades provinciales, en especial a las de salud. Mil gracias en nombre de nuestros hijos, que llevan a nuestros nietos. Aquellos que, por más humildes que sean, son hijos de Dios, y son bien atendidos y curados.

Francisco Amable Díaz

Pedro Sal 1.180

San Miguel de Tucumán


Publicidad en vía pública

Leí en LA GACETA que un sector de la política propone prohibir la propaganda política en bienes muebles o inmuebles adquiridos con dineros públicos. Es obvio advertir que es totalmente abusivo y contra toda ética esta costumbre de intentar perpetuarse con estos carteles, publicitando tal o cual gestión. Como si no fuera su responsabilidad hacerlo, sin sacar tajada con la nuestra. Quiero sugerirles a los que impulsan esta propuesta que lo hagan extensivo a los todos los bienes públicos que nos rodean y pertenecen a la sociedad. Sobre todo en este año electoral que, como si fuera poco, sucede cada dos años. No queda ni una columna de luz, pared pública o privada, puente, pirca, refugio de ómnibus, etcétera, que no sea mutilado con pegatinas de carteles que incluyen propaganda con la cara de los personajes de turno. Y uno sobre otro. A la provincia, ya de por sí sucia, se añade que todos, casi sin excepción, participan de esta práctica. Sería importante saber cuánto le cuesta al municipio limpiar y pintar sólo las miles de columnas de alumbrado, después de cada elección. Ni los antiestéticos pasacalles debieran permitirse. Porque además después los olvidan y se perpetúa el daño, como los puentes de las autopistas, que aún tienen los nombres de políticos de hace 12 años. Uno se pregunta: si tan desaprensivos son con lo que es del pueblo y la estética de una ciudad, ¿qué respeto podemos esperar cuando estén en la gestión?

Daniel Mas

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