Un pasado agitado que se conoce justo antes de la boda

Un pasado agitado que se conoce justo antes de la boda

“Confesiones de la gran puta”, una comedia a cargo de un matrimonio real de actores.

HACIA EL ALTAR. Marcelo Nonasco y Chabela Díaz, antes de la sorpresa.  HACIA EL ALTAR. Marcelo Nonasco y Chabela Díaz, antes de la sorpresa.
21 Abril 2017
DEBUTAN HOY
• A las 23.30
, en El árbol de Galeano, Virgen de la Merced 435.

Son matrimonio en la vida real, quizás porque no debieron enfrentarse a lo que les pasa en la ficción. Chabela Díaz y Marcelo Nonasco repetirán desde esta noche, aunque desde sus personajes, el ritual del casamiento en El árbol de Galeano. Pero aparecerá el condimento extra de que cuando están a punto de dar el sí en la Iglesia, al novio le llega un mensaje de último momento, en el cual se revela un agitado pasado sentimental de su prometida, Perla, que no es tan impoluto como se piensa.

La futura esposa debe descorrer entonces el velo de su vida, lo que da lugar a disparatadas escenas, secretos develados, explicaciones confusas y hasta su nombre real. De allí surge el titulo de la obra del mendocino Fabián Sevilla: “Confesiones de la gran puta”.

La puesta está a cargo del grupo La Teoría del Gran JA!, que trabaja en el género del humor absurdo, con la dirección de Benjamín Tannuré Godward, quien elogió un formato de café concert en trasnoche. La obra transcurre en sucesivos episodios unidos con un hilo conductor, a través de los cuales la protagonista va relatando sus anteriores relaciones.

“Me parecía interesante esta clase de propuesta, que aún no habíamos abordado. La obra es muy cómica, fresca y distendida, con situaciones muy graciosas pensadas para un público adulto y con mucho doble sentido. Si bien el autor se inspiró en la comedia italiana de la década del 70, nosotros la abordamos con una estética moderna, ambientada en Tucumán. De los 70 apenas asoman algunos textos o canciones”, explicó el director a LA GACETA. En esta oportunidad, el grupo se aleja del estilo grotesco de sus anteriores puestas (como “Vaya, Ramona, vaya”), y se centra más en el humor picante de la comedia ligera sin muchas meditaciones, con homenajes a películas y series cómicas, sátira y risas.

“Confesiones...” llegó por una sugerencia de Díaz a Tannuré, y en la primera lectura hubo un enamoramiento total con el texto. Pero conformar el dúo de actores no fue tarea fácil, ya que necesitaba ductilidad para que compusieran distintos personajes, equilibrar las diferencias, que se distinguieran por sí solos, y que no sonoran repetidas las actuaciones y las situaciones. Como contrapartida, el responsable de la puesta aclaró: “lo mejor de todo de trabajar con un matrimonio es la química y conocimiento mutuo que poseen, lo que facilita muchas cosas”.

Tannuré viene trabajando con Díaz desde hace varios años, pero fue su segunda experiencia, luego de haber compartido elenco en “Juana, el musical”, de Ricardo Gómez Madrid.

“No sé cómo reaccionaría yo ante una situación similar a la que vive el personaje de Marcelo. Sería un momento difícil, sobre todo si uno se entera estando ya en el altar. Tal vez esta obra me sirva para pensar alguna alternativa, que no la descubriremos sino hasta el final de cada función”, advirtió Tannuré, envuelto en dudas.

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