05 Enero 2017
Fuentes allegadas a LA GACETA informaron que en el lugar donde ocurrió el femicidio habían manchas de sangre. El arma mortal que utilizó el interno Gabriel "Chirete" Herrera sería una talladora de madera, herramienta que usan los detenidos en los talleres del penal de Villa Las Rosas.
Las primeras versiones afirman que el joven salió de la celda con su bebé en brazos, se lo entregó a un guardiacárcel y le dijo: "la maté, ahí adentro", refiriéndose a su celda, donde se encontraba en una visita íntima. Luego de comunicarlo al guardia salió tranquilo caminando por el patio. Al ingresar los policías al lugar, constataron lo que había ocurrido unos minutos antes.
El femicida, de 39 años, ya tenía antecedentes por asesinar a su ex pareja, con quien tuvo dos hijos, cuando cumplía una condena por estafa en el servicio penitenciario de la ciudad salteña de Metán.
En el perfil de Facebook del asesino se encuentran publicaciones de fotos dentro del penal con la víctima, Andrea Neri, con quien tuvo un bebé, el cuál estaba en la celda durante el ataque. Según familiares, la joven conoció a Herrera en la misma cárcel cuando visitaba a un primo que también está detenido en el mismo el lugar.
Juan Carlos Gutiérrez, director de la Unidad Carcelaria N° 1, informó a LA GACETA que se realizaban controles a los internos para secuestrarles teléfonos celulares, pero que a pesar de esto, los familiares que los visitaban ocultaban estos aparatos en sus partes íntimas para dárselos a los interno. Gutiérrez, director del penal y José Luis Avalos, jefe del penal, fueron removidos de sus cargos.
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