Encontraron otros 28 kilos marihuana que fueron arrojados desde una avioneta en Burruyacu

Encontraron otros 28 kilos marihuana que fueron arrojados desde una avioneta en Burruyacu

Gendarmería continúa con los rastrillajes en el noreste de la provincia. Ya llevan incautados 130 kilos valuados en más de $ 900.000.

EN UN CAMPO EN LA VIRGINIA. La droga fue arrojada desde una avioneta que volaba rasante. EN UN CAMPO EN LA VIRGINIA. La droga fue arrojada desde una avioneta que volaba rasante.
15 Noviembre 2016

Más de 28 kilos de marihuana fueron encontrados en las últimas horas por personal de Gendarmería Nacional en la zona de La Virgina, en el departamento de Burruyacu, donde desde ayer se realizan rastrillajes en busca de droga. La investigación se inició luego de que un productor denunciara que una avioneta que volaba a baja altura arrojaba paquetes en un campo.

Hasta el momento, se llevan incautados más de 130 kilos de marihuana y no 150, como se había informado en un principio. Los estupefacientes fueron encontrados fraccionados en ladrillos. En el mercado el kilo de cannabis está a $ 7.000, por lo que el valor de la droga secuestrada supera los $ 900.000.

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Hasta el momento no se pudo determinar quién arrojó el cargamento en ese campo. Tampoco se pudo saber quiénes iban a esperar la droga. Los investigadores no descartan que la avioneta haya tenido algún tipo de problema mecánico y que el piloto se haya visto obligado a arrojar la marihuana.



También cocaína

El domingo, Gendarmería Nacional incautó un cargamento de cocaína en el puesto de peaje de Molle Yaco (Trancas) que estaba disimulado en seis bolsas de arpillera con ajíes. La droga venía un ómnibus de La Veloz del Norte que había partido de La Quiaca (Jujuy) con destino a Buenos Aires.

En lo que fue un control de rutina y al azar, comenzaron a preguntar de quién era el cargamento y, como nadie les contestó, decidieron abrir las bolsas, que pesaban más de lo normal. Al vaciarlas, descubrieron 55 kilos de cocaína.

El personal del Batallón 55, después del hallazgo, estimó que la droga había sido ocultada entre ese poderoso picante para que no fuera descubierta por los perros antinarcóticos. “Los narcotraficantes suelen recurrir a estos sistemas para eludir los controles. Así como en este caso utilizaron ajíes, también impregnan la droga con combustible o perfumes para intentar neutralizar el olfato de los canes”, aseguró a LA GACETA el comandante Luis María Cané.

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