29 Julio 2016
ARCHIVO LA GACETA
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el ex presidente ejecutivo del banco de inversión Grupo BTG André Esteves serán sometidos a juicio por obstrucción a la justicia, mostraron documentos de una corte federal en Brasilia el viernes.
Lula estaba previamente bajo investigación en varias jurisdicciones, dentro de un gran caso de corrupción en la compañía con participación estatal Petrobras, pero ahora es un acusado formal.
El caso se remonta a noviembre pasado, cuando el ex senador Delcidio do Amaral y Esteves, fundador y ex presidente ejecutivo de BTG Pactual, fueron arrestados por intentar evitar supuestamente que un ex ejecutivo de Petrobras en prisión colaborara con la mayor investigación de corrupción de la historia de Brasil.
El hijo del ejecutivo grabó a Amaral, quien ahora está colaborando con los fiscales a cambio de una reducción de su sentencia, diciendo que los jueces podrían ser influenciados para liberarlo y que Esteves estaba dispuesto a pagar por su silencio.
El caso estaba bajo secreto de sumario con anterioridad, y hay menos información sobre la supuesta participación de Lula en este incidente.
Los abogados de Lula dijeron en un comunicado que no habían sido notificados de la decisión de la corte pero planeaban demostrar su inocencia. BTG Pactual no quiso hacer declaraciones. Los abogados de Esteves indicaron que no cometió actos ilegales.
Lula negó varias veces haber actuado mal, pese a que los fiscales dicen que el esquema de corrupción multimillonario se originó durante su presidencia (2003-2011) y continuó durante el mandato de su sucesora, Dilma Rousseff.
Un juez brasileño imputó hoy al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva por el presunto delito de obstrucción a la Justicia, en el marco de las investigaciones por la trama de corrupción en la empresa Petrobras.
El juez federal Ricardo Leites aceptó para investigar las denuncias hechas contra el ex mandatario por supuestos intentos de sobornar a uno de los ex directivos de Petrobras implicados en la corrupción de la empresa estatal a cambio de que se negara a cooperar con la justicia en las investigaciones.
La denuncia, además de Lula, afecta al ex senador del Partido de los Trabajadores (PT) Delcidio Amaral, a su asesor Diogo Ferreira, al banquero André Esteves, al empresario José Carlos Bumlai y a su hijo Mauricio Bumlai, y al abogado Edson Ribeiro.
Los imputados están acusados de conspirar para sobornar al ex director de Petrobras Nestor Cerveró, para que no firmara un acuerdo de colaboración con los investigadores de la operación Lava Jato, abierta para la investigación de resonantes casos de corrupción.
Lula había sido denunciado por el fiscal general Rodrigo Janot, quien sostuvo que el ex presidente "impidió y/o obstaculizó la investigación penal que involucra a una organización delictiva, ocupando el papel central, determinando y dirigiendo las actividades delictivas practicadas por Delcídio do Amaral" y los demás imputados.
La decisión judicial se conoció un día después de una presentación de los abogados de Lula ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en Ginebra, donde se denunció que el fundador del Partido de lo9s Trabajadores (PT) es blanco de una "persecución política y judicial" en su país.
La base del proceso está en un acuerdo de cooperación que Amaral pactó con la Justicia y por medio del cual denunció que Lula le encargó pagar 250.000 reales (unos 77.000 dólares) para "comprar el silencio" de Cerveró. (Télam)
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