Relataron cómo secuestraron a tres hermanos

Tras los feriados por el Bicentenario y la feria judicial, se reanudó ayer el juicio por la megacausa “Operativo Independencia”.Durante la audiencia número 15 en el Tribunal Oral Federal (TOF), declararon los miembros de la familia Albornoz. Tres hermanos denunciaron haber sido secuestrados y torturados en 1975.

Ricardo Albornoz, Víctor Albornoz y Andrés Marcos Albornoz (ya fallecido) vivían en el barrio Victoria. “Nos sacaron de la cama, el Ejército, el 12 de julio. Nos pusieron en la vereda y nos apuntaron con ametralladoras. Nos vendaron los ojos y nos subieron a un camión”, relató Ricardo, que entonces tenía 22 años y militaba en la UES (Unión de Estudiantes Secundarios). Detalló que los llevaron al Hospital Militar y luego a La Escuelita de Famaillá.

“En La Escuelita estábamos atados y con los ojos vendados. Parecía que había mucha gente en el piso. A mi me hacían levantar e ir a otro lugar, donde me preguntaban por Gustavo Holmquist (víctima de la causa). Me hicieron morder con un perro la cabeza”, describió.

Víctor, que en el 75 tenía 21 años y militaba en la JTP (Juventud Trabajadora Peronista), recordó que estuvieron 20 días en el centro clandestino. “Escuché llorar a mi hermano mayor (por Andrés Marcos). A cada rato nos preguntaban en qué andábamos. Mi mamá anduvo en todos lados buscándonos”, afirmó.

Ambos coincidieron en que a la peor parte se la llevó Andrés Marcos. “Nos recriminaba de que lo habían detenido por nosotros, porque él no militaba. Decía que había hablado con (Antonio) Bussi (en La Escuelita), que le había reconocido la voz”, contó Ricardo.“Nunca se repuso, era ultramilitarista, nunca lo pudo superar. A él le pegaron mucho. ”, aseguró Víctor. La viuda de Andrés Marcos, María Soria, relató que cuando liberaron a su esposo estaba mal física y psíquicamente. “Terminó quitándose la vida en 2001”, lamentó.

María Dolores Albornoz tenía cuatro días cuando su padre Andrés Marcos fue secuestrado. “Yo tenía terror a sus pesadillas. Estuvo en un psiquiátrico. Fue traumático y triste”, aseguró sobre su infancia.

Víctor afirmó que en 1978 él fue secuestrado nuevamente durante unos días. Su hermano Ricardo dijo reconocer a Juan Carlos Clemente como una de las personas que por esas fechas visitó a su madre con las denuncias que había hecho y que se habían identificado como del Servicio de Inteligencia. Clemente fue un testigo clave en la causa “Jefatura I”, porque aportó documentación inédita que dijo haber robado del centro clandestino (listas de detenidos, de desaparecidos y de policías del D2 y transcripciones de interrogatorios). Clemente denunció haber sido secuestrado en julio de 1976 y obligado a realizar tareas administrativas en la Jefatura.

El defensor Adolfo Bertini preguntó a Ricardo si creía que Clemente había entregado a su hermano, a lo que el testigo respondió que sí. El letrado requirió al Tribunal que se quitara a Clemente de la lista de testigos y que se enviara el audio a la Fiscalía para que iniciara actuaciones. El abogado Facundo Maggio acompañó el pedido y consideró que, si el Tribunal no hacía lugar, daba lugar a las partes a pensar que había “subjetivismo”.

El fiscal Pablo Camuña pidió que se desestime el planteo por extemporáneo, dado que la declaración se conoce desde 2006. “El defensor sugirió la respuesta en la pregunta”, se quejó. El Tribunal resolvió no hacer lugar al planteo al considerarlo fuera de tiempo y al estar relacionado con un hecho de 1978 y no del Operativo.