“Soplón” fiscal, para asegurar el blanqueo

“Soplón” fiscal, para asegurar el blanqueo

El Gobierno prepara una alternativa para recaudar más; en ella actuarían esposas despechadas, ex empleados, secretarias y traicionados. Se estima que la iniciativa generará polémica. Ingresaría un número importante de familias. Los “dólares blancos”.

26 Julio 2016
El Gobierno apuesta fuerte al blanqueo, entendido como la posibilidad de sostener la promesa de achicamiento del déficit, mientras finalmente se aviene a un gradualismo en materia de ajuste de tarifas y con la mirada en las elecciones del año próximo. En despachos oficiales se estudia un proyecto que, de tomar estado público, seguramente va a generar polémica. La creación de la figura del “soplón” fiscal será la llave que guardará el Gobierno hasta último minuto para poner en juego, en caso de que el blanqueo no prospere como se espera, anticipa una nota del diario El Cronista.

Si bien en la City sostienen que el éxito vendrá de la mano de un número importante de familias que terminará declarando sus tenencias afuera del sistema -pero que podría evitar traer esos recursos al país por ahora-, la elusión y evasión tributaria tendrían, no sólo en el blanqueo sino también en la posibilidad de ser delatados ante el fisco, su hora definitiva.

La información que manejan en el Palacio de Hacienda es que un dream team, conformado por los teóricos del blanqueo, mantiene en suspenso la idea de sacar al ruedo un proyecto complementario. El “soplón” tendrá como incumbencia la ventaja de poder denunciar a quien, manteniendo activos o dinero físico fuera del sistema y sin declarar, decida no ingresar al blanqueo. En principio, la idea es que funcione con un premio: es decir que el soplón podría tener un incentivo extra, agrega la nota.

¿Quiénes podrán ser soplones fiscales? Cualquiera. Aunque se imaginan en el Gobierno que a ex funcionarios marginados, ex cónyuges, secretarias, concubinos en conflicto, traicionados, ex empleados y viejos confidentes podrían caberles todas las de la ley.

Quien mantiene escepticismo en estas cuestiones -pero principalmente en la letra chica del blanqueo- es el ministro Alfonso Prat-Gay, quien en voz baja ya ha manifestado que es necesaria una baja de los impuestos, siempre y cuando no afecte las promesas gradualistas empeñadas con el déficit fiscal.

La aparición en juego del 'soplón fiscal' podría beneficiar al ex JP Morgan, ya que sumaría presión para que un mayor número de “candidatos” se sume a declarar su patrimonio, ante el peligro que constituye un cónyuge o un ex empleado con demasiados conocimientos del estado patrimonial de su ex esposo/a o jefe. Pero el ministro ya ha manifestado en otras oportunidades no estar del todo convencido acerca de la ética que tiene todo lo referido a perdonar el pago de impuestos, indica el diario.

La operatoria

Las expectativas que genera el blanqueo hacen que muchas financieras y sociedades de bolsa prevean una fuerte recuperación en el ritmo de trabajo futuro. La iniciativa genera un gran interés, ya que muchos manifiestan sus intenciones de no tener problemas con el fisco, dice el sitio iProfesional. Hay temas operativos a tener presente.

En primer lugar, el bono a siete años de plazo (que permitirá triplicar el monto blanqueado, a una tasa del 1% anual), se irá asignando por orden de “llegada”. Esto, a raíz de que el Gobierno aspira a que la mayor parte de los fondos declarados se concentre en otro título: el que es a tres años y a tasa cero. Por lo pronto, en el gremio de los operadores cambiarios el consenso es el de una importante afluencia de “dólares blancos” provenientes del exterior. Afirman que sus dueños buscarán alternativas -en pesos y en dólares- que les permita armarse un colchoncito que amortigüe la pérdida de rentabilidad y aquellas otras vinculadas con el costo de “importación”.

El mayor flujo no sólo provendrá de argentinos deseosos por ingresar al régimen. También se anotarán aquellos interesados en invertir -por primera vez en 15 años- en papeles argentinos, en un mercado bursátil ahora reducido en cuanto a volumen, que se refleja en la evolución de cotizaciones de bonos y acciones.

¿Cómo opera el dólar “cable”? Los operadores señalan que viene creciendo el número de consultas vinculadas con el llamado dólar “cable”. Se trata de un mercado de doble vía, del que participan: aquellos que quieren sacar su dinero al exterior y quienes, por el contrario, necesitan ingresar fondos. Este mecanismo es un “pariente cercano” del conocido como “conta con liqui inverso”, que fuera muy utilizado en épocas de cepo cambiario. Este último consiste en comprar en el exterior un bono (en dólares) y revenderlo en el mercado local (en pesos). ¿Para qué? Para obtener más cantidad de moneda local respecto a la que podía obtenerse al liquidar esos mismos billetes verdes, pero al tipo de cambio fijado por el Banco Central.

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