“La voluntad y la convicción pueden expresarse en situaciones de franca incertidumbre”

“La voluntad y la convicción pueden expresarse en situaciones de franca incertidumbre”

Desde hace décadas estudia la consolidación del Estado argentino. Acaba de publicar Repúblicas y monarquías. La encrucijada de la Independencia (Edhasa), una reconstrucción de la trama y de las divergencias que sucedieron a la declaración de la Independencia

“La voluntad y la convicción pueden expresarse en situaciones de franca incertidumbre”
10 Julio 2016

- ¿Cómo surgió la idea del libro?

- Este libro tiene una muy larga duración. Completa una trilogía que comenzó hace 40 años y se ocupa precisamente del momento inicial de este largo proceso de constitución de la Argentina y del Estado, que yo ubico entre 1816 y 1820. La coincidencia de que haya sido publicado en el año del Bicentenario la considero venturosa.

- ¿Cómo fue el proceso de investigación?

- Es el mismo de los métodos anteriores: un cruce entre la investigación historiográfica y la teoría política. Se trata de investigar lo que se dijo en el Congreso de Tucumán, entender el contexto de la Declaración de la Independencia, el nacional y sobre todo el mundial. Porque ha habido declaraciones antes de la de 1816 en el mundo. Luego, hay que entrar muy a fondo en un material muy rico: todas las actas y todos los debates del congreso que se inicia en Tucumán en marzo de 1816 y luego prosigue en Buenos Aires. Un congreso que es convocado como congreso constituyente y después de la Declaración de Independencia va a elaborar una constitución.

- ¿Cuáles son las líneas que se debaten en el Congreso?

- Son dos y surgen después de un acto unánime. La unanimidad del Congreso está en Tucumán ese 9 de julio en que se declara la Independencia. Se trata de una declaración escrita, muy escueta, que posteriormente va a tener un manifiesto que justifica el porqué de la Independencia. Pero se tarda mucho tiempo en elaborar ese manifiesto, que recién se va a dar a conocer al año siguiente, en 1817. Sobre eso hay un acuerdo muy fuerte. Donde hay un debate esclarecedor es en la forma de gobierno más conveniente para la Argentina. En ese momento tronaba la restauración monárquica en Europa y sobre todo en España, con la restauración del absolutismo de Fernando VII. En Tucumán hay un debate muy intenso entre los que estaban a favor de una monarquía y aquellos que buscaban una forma de gobierno republicana. Termina imponiéndose una línea que yo defino como la del establecimiento de una constitución centralista con contenidos democráticos y republicanos. En términos técnicos, una constitución mixta.

- ¿Qué razones tenían quienes apoyaban la monarquía?

- Veían que el mundo había tenido una mutación súbita de extraordinaria importancia. Como unas décadas atrás había habido un cambio hacia la república, después de la derrota de Napoleón en Waterloo la monarquía se impuso nuevamente. Lo que buscaba la gente del Congreso de Tucumán era una monarquía constitucional, que respetara las libertades y los derechos fundamentales de las personas. Y que incorporara el valor de la independencia, que no era negociable.

- ¿De qué manera continúa la semana de la Independencia?

- Fue una etapa digna de ser evocada. La ciudad de Tucumán, por lo que cuentan los documentos, estaba conmovida, tenía una participación muy intensa. Hubo ceremonias, hubo juramentos. Los mismos documentos hablan de una movilización ciudadana, es un momento muy interesante. Este libro también recoge una anécdota que tomo de una obra publicada a principios del siglo XX, que retoma una tradición oral: en la noche del día en que se declara la independencia, como ocurría en todas las ciudades, hubo una tertulia en una casa de familia. En esa tertulia estaba presente una de las figuras más destacadas del congreso, Juan José Paso, el secretario de la Primera Junta, con Mariano Moreno. Allí le preguntan a Paso qué puede pasar y él dice: “Esperemos tener éxito, porque si no…” y hace un gesto con la mano, se la pasa por el cuello como diciendo “nos degüellan”. Lo que he tratado de mostrar en este libro es cómo la voluntad y la convicción pueden expresarse en situaciones de franca incertidumbre, de franca inestabilidad.

- ¿Rondaba en el ambiente un miedo a la anarquía?

- Es como si fuera un monstruo bicéfalo el miedo. Una de las cabezas era lo que ellos llamaban anarquía, que la veían como un desafío a este proyecto de centralización que tenía el Congreso de Tucumán. Pero el otro peligro que veían era el simétrico: que de la anarquía podría el país descender por la ladera del despotismo. Eran las dos palabras que se repetían constantemente en los debates.

© LA GACETA

Por Dolores Caviglia

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