“El ‘segundo semestre’ ya está comenzando”

“Ahora sí; vos dirás, querido”. Jorge Triaca, ministro de Trabajo de la Nación, vivió un raid de actividades ayer en nuestra provincia. El funcionario del gabinete del presidente Mauricio Macri estuvo presente en la apertura del Consejo Federal de Trabajo y se mostró junto al gobernador Juan Manzur; compartió con los funcionarios de Cambiemos y del Acuerdo para el Bicentenario en una suerte de reunión de Gabinete macrista del Plan Belgrano, invitado por el titular del proyecto José Cano; y visitó a referentes de La Bancaria antes de retornar al aeropuerto, urgido ante la posibilidad de perder el vuelo a Buenos Aires, entre otras reuniones oficiales.

Verborrágico, el ex diputado por el PRO justificó las medidas económicas de la gestión con la tesis del sinceramiento económico. “La generación de empleo en el sector privado en los últimos años está estancada. Nuestro compromiso es generar empleo y resolver una deuda pendiente mantenida durante muchos gobiernos recientes: más de 4 millones de trabajadores no tienen la cobertura del sistema previsional. Están en la informalidad. No podemos hacerlo si no nos decimos la verdad y si no sinceramos la economía”, indicó.

De saco azul brilloso, camisa a cuadros, vaquero y zapatillas de una marca de moda, Triaca charló con LA GACETA en el auto que lo trasladaba por todo el centro de San Miguel de Tucumán. Lamentó los breves 10 minutos que separaron el viaje entre un hotel del Abasto hasta la sede gremial de los bancarios en Barrio Sur que demarcaron la entrevista, aunque dijo estar a gusto por el ritmo de trabajo de un ministro nacional. Se mostró confiado en la pronta mejora en la economía: “el ‘segundo semestre’ ya está empezando”.

-Según un informe del Centro de Economía Política Argentina, entre diciembre y marzo hubo 141.000 despidos. Sin embargo, usted sostuvo que hubo un crecimiento ¿Cuál es la situación actual?

-La verdad es que en los últimos cinco años el crecimiento del empleo en el sector privado está estancado. Vos mirás y, para decirte rápido, no ha cambiado mucho de los 6.100.000 y pico de trabajadores que había hace cinco años hasta los 6.240.000 actuales. Hubo un leve aumento de empleos, pero que no acompaña el crecimiento vegetativo de la población. A nosotros no nos genera ninguna tranquilidad. El verdadero desafío que tenemos es la generación de empleo genuino. A esto le sumamos los casi 4 millones de trabajadores que están en la informalidad. Para tener este diagnóstico nosotros usamos los datos concretos del sistema integrado previsional argentino y la encuesta de indicadores laborales. A estos índices no los inventó nuestro gobierno, sino que son metodologías empleadas desde hace casi 20 años y que también usaba el gobierno anterior. La discusión en los últimos meses sobre los despidos estuvo marcada por un componente político. Fijate que en el debate parlamentario muchos reconocieron que no había una ola de despidos, como se dijo durante la discusión de la doble indemnización. Queremos promocionar la gestión de nuevos empleos, por eso creamos el proyecto Mi Primer Empleo, y nos enfocamos en la capacitación y formación laboral.

¿Cuáles son los objetivos en la cartera?

-Uno es el crecimiento del empleo. También creemos que tiene que ser un trabajo decente, por lo que tenemos que combatir la informalidad. Otro objetivo es erradicar el trabajo infantil y apostar por las nuevas tecnologías, pensando en el trabajo sustentable, que cuide el medioambiente. El Bicentenario es importante porque debemos pensar en la matriz de trabajo para los próximos 100 años.

¿Cuándo comenzará la recuperación económica, el llamado ‘segundo semestre’?

-Hay muchas cosas que ya empezaron: comenzó una incipiente inversión, se comenzó a poner en marcha la obra pública, comenzó a bajar lentamente la inflación núcleo -lo que nos llevará a la estabilización-. Vamos hacia un sinceramiento con una normalización económica.

¿El segundo semestre ya empezó?

-Totalmente, hay muchas señales que dan cuenta de que todo marcha en el sendero de lo que esperan los argentinos. Se comenzará a ver como se generan puestos de trabajo genuino.

¿Cómo se encontraba el Ministerio de Trabajo cuando asumió?

-Había cosas positivas y negativas, como en todo diagnóstico. Había políticas de estado que nosotros obviamente respetamos y continuamos. Pero el Ministerio no era un árbitro en la discusión gremial entre empresarios y trabajadores. Elegía a los empresarios y sindicatos amigos, y no era abarcativo para el diálogo. El gobierno anterior elegía a los sindicatos de su parecer y los premiaba mientras que a los demás los castigaba, como hacía también con los empresarios, organizaciones sociales y con tantos otros sectores.

¿La unión de las CGT se produce porque no hay un gobierno peronista?

-Muchos pueden pensar así, pero como el Gobierno no quiere tomar intervención por ningún sector en particular, sino que quiere jugar con las mismas reglas para todos, no hay necesidad de divisiones.

¿Cómo ve el convenio para mantener el empleo? Trascendió que Alpargatas despidió 60 empleados y suspendió a 93 trabajadores, cuando estaba dentro del convenio...

-Creemos que hay un compromiso de generar estabilidad de cuidar el trabajo, pero también de generar nuevas oportunidades. Hay sectores que tienen más dificultades que otros, y hay muchos a los que estamos ayudando para evitar despidos de dotaciones.

¿Habrá sanciones para las empresas que incumplan el compromiso?

-No, a ver, lo que nosotros creemos es que tiene que haber un compromiso social y político para generar un escenario de cuidado del empleo y de nuevas inversiones.

¿Por qué se oponía el Gobierno a una ley antidespidos?

-Para nosotros no era un mecanismo que ayude a nuevas oportunidades de trabajo, sino que era un cepo. Cuando el presidente vetó la norma no hubo mayor confrontación. Seguimos trabajando en una agenda enriquecedora con dirigentes sindicales y empresarios, como el adelantamiento del Consejo del Salario.

¿Qué significa convertirse en ministro de Trabajo para un hijo de un histórico dirigente de la CGT?

-Es un orgullo. Mi padre ha hecho mucho por los trabajadores en el país. Él me dio un entendimiento del rol (de cada uno de los actores). El presidente me pidió un ministerio que acompañe el desarrollo de empleo y que tengamos en claro que el diálogo resuelve los problemas.

Su padre estuvo enfrentado a la línea de Saúl Ubaldini, ¿quién es el Ubaldini actual en el sindicalismo?

-Son otros momentos, no... Más allá de que algunos veían una rivalidad entre Saúl y mi viejo, él mantenía una buena relación con él.

¿Qué análisis hace de las paritarias, con muchas de ellas acordadas por debajo de la línea de la inflación?

-Una paritaria cerrada es un acuerdo entre un dirigente que cree que esa recomposición beneficia a los trabajadores y un sector patronal que cree que de esa manera puede llevar adelante su tarea

¿Buscarán a futuro que los acuerdos salariales no se den en cuotas, como se generalizó durante el kirchnerismo?

-Lo que hicimos este año, que es un momento difícil, donde el sinceramiento cuesta a muchos sectores, es darle todas las herramientas para que esas negociaciones lleguen a acuerdos. Algunos optaron por acuerdos parciales, semestrales, anuales o en tramos.

¿Cuándo se conocerá el número de desocupados del país?

-La encuesta permanente de hogares va a publicarse en el tercer trimestre. El reordenamiento del Indec hizo que pongamos la prioridad en el índice de precios. En los últimos años el estancamiento de la economía no ha generado oportunidades de trabajo. Hay un sector enorme de los argentinos que están sufriendo una situación de pobreza y ahí es donde nosotros tenemos que construir oportunidades de empleo, esa es la verdadera forma de combatir la pobreza.