03 Junio 2016
MACETAS COLGANTES. Originales y fáciles de hacer: se cubre una estructura de hierro con media sombra, se pone el sustrato y se añaden las flores.
Por fin -y según lo había anunciado el doctor Juan Minetti, director del Laboratorio Climatológico Sudamericano- las lluvias empiezan a dar tregua. Además, nos queda alrededor de una semana antes de que comiencen las heladas, así que es momento de ayudar a tu jardín a recuperarse de este húmedo otoño y a prepararse para engalanarse de invierno. Porque el invierno, vale aclarar, no tiene por qué ser gris y triste.
El primer paso para que tu jardín recupere el encanto es la limpieza. Comenzá por recoger las hojas secas para evitar que se formen hongos con su putrefacción (serán buen ingrediente para una compostera). “Luego de tanta lluvia, hay que controlar los hongos... ¡y también las babosas!”, recomendó el ingeniero José Isa, dueño de un vivero y productor de plantas ornamentales, y explicó que ninguna planta está libre de sus ataques porque son polífagas (se comen lo que sea, para decirlo en criollo). Recomendó también un buen corte de césped: “así se evapora mejor el agua del suelo y se pudrirá menos”, advirtió.
“Aprovechando que la tierra está blanda, hay que desmalezar canteros y tazas de los arbustos: quitar, esencialmente, los cebollines y las malezas de hoja ancha” -sugirió el ingeniero agrónomo Manuel Díaz, profesor de la cátedra Plantas Ornamentales y Floricultura-. También hay que eliminar partes dañadas (hojas amarillentas, ramas viejas del centro de las matas, etcétera).
Luego llega el turno de ayudar a las plantas que ya habitan tu jardín. “Las podas de limpieza y formación de arbustos (salvo de los que florecerán en primavera, como la corona de novia) y de las enredaderas permitirán que mantengan la forma y la densidad adecuadas”, añadió Díaz.
“También es el momento de dividir las matas de plantas como agapantos, lirios o azucenas, para darles lugar -añadió-; así se evitará, además, que decaiga la intensidad de la floración”.
El ingeniero recomendó aprovechar estos días, antes de que llegue el frío más intenso, para darles tiempo a recuperar las raíces. También se pueden dividir las matas de herbáceas, como los crisantemos.
Plantar color
El tercer paso de este proceso es armar los canteros floridos con plantines anuales. Dan poco trabajo y son baratos; solo hay que cuidar la ubicación (algunos necesitan pleno sol y otros lo toleran mal) y preparar la tierra que los recibirá.
Los lugares que recibirán mucho sol son ideales para las plantas con flores como pensamientos, petunias y conejitos. Estas necesitan suelo húmedo, con buen drenaje y abonado.
Algunas opciones para lugares sombreados, en tanto, son las begonias, las alegrías del hogar, la flor de azúcar... Una buena mirada a tu jardín bastará para el diagnóstico. Luego solo es cuestión de que te pongas manos a la obra.
El primer paso para que tu jardín recupere el encanto es la limpieza. Comenzá por recoger las hojas secas para evitar que se formen hongos con su putrefacción (serán buen ingrediente para una compostera). “Luego de tanta lluvia, hay que controlar los hongos... ¡y también las babosas!”, recomendó el ingeniero José Isa, dueño de un vivero y productor de plantas ornamentales, y explicó que ninguna planta está libre de sus ataques porque son polífagas (se comen lo que sea, para decirlo en criollo). Recomendó también un buen corte de césped: “así se evapora mejor el agua del suelo y se pudrirá menos”, advirtió.
“Aprovechando que la tierra está blanda, hay que desmalezar canteros y tazas de los arbustos: quitar, esencialmente, los cebollines y las malezas de hoja ancha” -sugirió el ingeniero agrónomo Manuel Díaz, profesor de la cátedra Plantas Ornamentales y Floricultura-. También hay que eliminar partes dañadas (hojas amarillentas, ramas viejas del centro de las matas, etcétera).
Luego llega el turno de ayudar a las plantas que ya habitan tu jardín. “Las podas de limpieza y formación de arbustos (salvo de los que florecerán en primavera, como la corona de novia) y de las enredaderas permitirán que mantengan la forma y la densidad adecuadas”, añadió Díaz.
“También es el momento de dividir las matas de plantas como agapantos, lirios o azucenas, para darles lugar -añadió-; así se evitará, además, que decaiga la intensidad de la floración”.
El ingeniero recomendó aprovechar estos días, antes de que llegue el frío más intenso, para darles tiempo a recuperar las raíces. También se pueden dividir las matas de herbáceas, como los crisantemos.
Plantar color
El tercer paso de este proceso es armar los canteros floridos con plantines anuales. Dan poco trabajo y son baratos; solo hay que cuidar la ubicación (algunos necesitan pleno sol y otros lo toleran mal) y preparar la tierra que los recibirá.
Los lugares que recibirán mucho sol son ideales para las plantas con flores como pensamientos, petunias y conejitos. Estas necesitan suelo húmedo, con buen drenaje y abonado.
Algunas opciones para lugares sombreados, en tanto, son las begonias, las alegrías del hogar, la flor de azúcar... Una buena mirada a tu jardín bastará para el diagnóstico. Luego solo es cuestión de que te pongas manos a la obra.
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