Azconzábal, con un gesto de campeones

Sentado en un bar de Yerba Buena, entrada la tarde de un martes que ya no volverá, Juan Manuel Azconzábal confiesa que le hubiera gustado estar preparando el duelo contra Godoy Cruz y no enfrentado al largo receso del fútbol de Primera.

Pese a la bronca contenida, el entrenador está feliz y orgulloso de la producción de su equipo. “Fue una ilusión creada por los jugadores y hasta último momento tuvimos posibilidades. Ojalá que en algún momento pueda superarse esta campaña”, clausura el pasado reciente el “Vasco” y mira hacia adelante. “Al futuro de la institución”, corrige, quien tiene contrato hasta junio de 2017 y que a través de LG Deportiva confirma que Atlético es su casa y que no tiene motivos para irse, por más de que lo tienten con dulces ofertas de trabajo. “Tengo la cabeza puesta en Atlético, mentiría si digo otra cosa”, enfatiza.

Y como el mismo Azconzábal lo dijo hace un tiempo, a las promesas hay que ratificarlas con hechos. Eso fue lo que hizo junto a sus colaboradores. Ayer por la mañana, luego de confirmarle al grupo que quedaba licenciado hasta el próximo 27 de junio, donaron un gimnasio completo, algo que el club no tenía.

“Como cuerpo técnico se nos ocurrió colaborar de una manera concreta con el proyecto de Atlético en Primera. Creemos que los gestos, a veces, no deben quedar en eso. Esto que hacemos nosotros es un poco en agradecimiento al cariño de los hinchas, a la banca del club hacia nosotros y, fundamentalmente, a los jugadores que se merecían tener un lugar como la gente para la preparación”, comenta Azconzábal.

La donación fue generosa: 10 bicicletas fijas de última generación, pesas, mancuernas, camillas y máquinas para hacer trabajos específicos, además de otros aparatos. No escatimaron en gastos. “Era, también, una manera de ir mejorando al club”, sostiene el “Vasco” sobre su iniciativa.

En lo deportivo, Atlético fue cosa seria en Primera, sin embargo, desde lo estructural al club todavía le falta crecer. Y la movida del DT y compañía es un paso adelante, así como lo son la construcción del nuevo vestuario, donde estará el gimnasio, una cancha resembrada en Ojo de Agua y, próximamente, la adquisición por parte del club de un predio donde se construirán seis canchas de fútbol profesional y vestuarios. Pero falta y mucho, según admitió el sábado pasado el presidente Mario Leito.

Aunque le cueste, llegó el momento de pisar la pelota: “voy a intentar estos días desconectarme para estar con los seres queridos y hacer un montón de cosas con ellos. Estoy en deuda”, confiesa. Las familias, la “Decana” y la Azconzábal, agradecidas.