“Los cirujanos no podrían haber hecho nada para salvarlo”

El Tribunal que lleva adelante el juicio por el homicidio del joven Ismael Lucena determinó que el próximo lunes todas las partes brindarán sus alegatos, antes de la deliberación y la sentencia.

Con este anuncio, el juicio entró en su fase final tras tres jornadas de audiencia pública en las que declararon los testigos y peritos. En esta causa hay dos ex policías acusados por causarle la muerte Mondino Becero y Antonio Monserrat; y tres por encubrimiento agravado y falsedad ideológica: Rubén Tejerina, Francisco González y Antonio Zelarayán.

La declaración más importante de ayer fue la que llevó a cabo la doctora Rita Luna, quien llevó adelante la autopsia del joven asesinado el 10 de noviembre del 2011. Según la especialista, Lucena murió por un fuerte golpe en la cabeza. “Cuando abrimos el cráneo, nos dimos con coágulos propios del traumatismo. Era tan grande la herida que, creo, los cirujanos no podrían haber hecho nada para salvarlo”, explicó. La víctima sufrió una fractura y hundimiento de cráneo.

En el lugar se secuestraron tres armas de fuego. Luna, en su informe, había señalado que era probable que el golpe hubiera sido ocasionado con la escopeta. Esto fue en detrimento de Monserrat, ya que él tenía esa arma esa noche.

Sin embargo, tras las preguntas que le realizó el abogado Roberto Blasco, defensor de Monserrat, la mujer añadió que también existe la posibilidad de que el golpe fuera hecho con una de las pistolas, la de Becero. Este último fue acusado por el testigo Marcelo López de haber dado el golpe mortal.