La hazaña de Messi merecía otro escenario

Ariel Ibáñez - LG Deportiva

Tanto se hizo esperar el gol 500 de Lionel Messi que llegó en el momento menos indicado. Hizo su aparición en medio de una crisis futbolística de Barcelona que, de tan profunda, eclipsa cualquier hazaña. Incluso la del máximo ídolo de los catalanes y de los argentinos.

La marca lograda por el rosarino merecía otro escenario, sin dudas. No este presente que muestra al equipo acumulando tres derrotas consecutivas en la Liga Española y su eliminación en los cuartos de final de la Liga de Campeones. Un mes atrás, nadie imaginaba algo así. Ni el peor de los pesimistas.

Hoy todos hablan del bajón del equipo. La marca de Messi quedó relegada a un segundo plano. Una pena. Convertir 500 goles en el fútbol actual es algo difícil de lograr, imposible para la mayoría. Sólo un elegido puede lograr algo tran grande.

Sus críticos dirán que Pelé hizo 1.000. Pero no hay comparación. A veces, 500 valen más que 1.000. Los goles de Messi están perfectamente identificados. Si alguien se toma el trabajo, los encontrará sin problemas. Los tiempos cambiaron y hay vídeos de cada conquista. Nadie puede refutar la cifra. Es auténtica. Inapelable. Basta con “bucear” por internet para comprobarlo.

No sucede lo mismo con el brasileño ya que no hay registros oficiales de esas conquistas. Es una estadística personal. Algunos, un poco en broma y un poco en serio, resaltan que en esa lista incluyó hasta los goles que hizo en los “picaditos” con sus hijos y sus amigos.

Messi estableció un récord impresionante. Lástima que el escenario no fue el que merecía semejante proeza.