Llegan a la instancia cumbre de su carrera política

Llegan a la instancia cumbre de su carrera política

Los seis candidatos a la Presidencia de la Nación que superaron la selección de las PASO se enfrentarán mañana en las urnas, pero sólo uno de ellos logrará llegar al sillón de Rivadavia. Los postulantes transitan entre subir otro escalón en su militancia y triunfar para imponer sus ideales y proyectos

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24 Octubre 2015
Daniel Scioli

El deportista que construyó su carrera política peldaño a peldaño

Daniel Osvaldo Scioli llegó a la consideración pública a principios de los 90, al participar de competencias de motonáutica que en aquella década captaban la atención de la televisión. Esto le facilitó, más tarde, iniciar una carrera política, en 1997, como diputado nacional por el PJ, el punto de partida que ahora quiere coronar con la Casa de Gobierno, como candidato presidencial del Frente para la Victoria (FpV). Con una historia que mezcla el deporte, las empresas y una participación política que barrenó al peronismo de los últimos 20 años, Scioli buscará convertirse en el sexto presidente peronista elegido en comicios democráticos.

Daniel es definido por sus compañeros peronistas como “un hombre que no habla mucho”, pero que “tiene la convicción de cumplir con lo que se propone, con paciencia y poniendo la otra mejilla a las críticas”, lo que lo fue transformando en un dirigente con una imagen incombustible. Con 58 años, Scioli fue subestimado por propios y extraños por sus discursos poco creativos o reiterativos con palabras como “turismo”, “fe” y “esperanza”, pero logró acallar esas voces burlonas. 

Otro de los fuertes vientos que logró superar en su carrera política fue la constante desconfianza de dirigentes que lo apuntaban como “poco leal” al “proyecto nacional y popular”, a pesar de que Scioli fue el vicepresidente de Néstor Kirchner. Políticos y empresarios lo imaginaron enfrentado con el proyecto que conduce la presidenta, Cristina Fernández, y, sin embargo, la mandataria fue quien aseguró que “este proyecto va a seguir porque Scioli va a ser el próximo presidente”. Con un estilo que combina la clásica liturgia de un peronista con los modos de un empresario, siempre preocupado por mantener una buena relación con los medios, Scioli ya conquistó a más de uno de los férreos soldados del ex presidente y lleva como compañero de fórmula a uno de los fundadores del FpV en Santa Cruz y amigo de Kirchner, Carlos Zannini. 

Durante esta campaña, Scioli mostró que no está solo sino que lo acompaña su esposa Karina Rabolini; sus hermanos ‘Pepe’ y Nicolás y su hija Lorena Scioli, quien nació producto de otra relación. Amante del deporte e hincha de Boca Juniors, convirtió a Villa La Ñata -en Tigre-, en una sede para el futsal profesional, y muchas veces, se anima a jugar de delantero vestido de naranja. 

En la función pública fue vicepresidente (2003-2007); gobernador bonaerense (2007-2015); diputado nacional porteño (1997-2002); secretario de Turismo y Deporte (2002); vicepresidente del PJ; pero a Scioli le faltaba un diploma universitario y en septiembre se recibió de Licenciado en Comercialización. A pesar de sus cargos en la función pública, su relación con una modelo y su historia deportiva, en la memoria popular todavía quedan las imágenes del trágico accidente náutico en 1989, que le provocó la pérdida total de su brazo derecho y lo marcó para toda la vida. (Télam)

Mauricio Macri

El empresario que buscó trascender a su familia y triunfar en política

El empresario y candidato a presidente de Cambiemos, Mauricio Macri, inició su carrera como empresario bajo el ala de su padre, dueño de uno de los conglomerados económicos más grandes del país, y cuando quiso un camino propio pasó a dirigir Boca Juniors, trampolín que lo llevó a la arena política, en la cual incursionó en 2003, y que hoy busca alcanzar la Presidencia. Macri nació hace 56 años en Tandil, aunque se crió en San Isidro. El hijo mayor de Franco Macri era uno de los jefes del grupo Socma y su familia mantuvo una estrecha relación con el gobierno de Carlos Menem. Los negocios vinculados a la política de los ‘90 -que incluyó una denuncia por contrabando- será un estigma que lo acompañará hasta hoy, aunque su entorno lo califiquen de “prejuicios” y Macri responda: “Yo no tengo la culpa de los negocios de mi papá”. 

Con Franco Macri tuvo una relación dífícil, que él confesó en más de una oportunidad y lo llevó a separarse de su grupo económico y emprender un camino propio en su mayor pasión: el fútbol y Boca, el club que presidió por 12 años (1995-2007). Con éxitos deportivos no exentos de sonoras polémicas (con Diego Maradona y Carlos Bianchi), Macri usó como trampolín la popularidad que le brindó Boca y armó Compromiso para el Cambio, marca electoral con la que compitió, en 2003, por el Gobierno porteño, perdiendo en balotaje con Aníbal Ibarra. En 2005 ganó la parlamentaria en la Capital (ya con PRO como partido) y en 2007, con Gabriela Michetti en la fórmula, se hizo con la Jefatura de Gobierno, ganando el balotaje al ministro de Educación, Daniel Filmus. Con un inicio con errores y dificultades, como la denuncia por espionaje del funcionario Ciro James o por la labor de la UCEP, Macri se erigió como uno de los jefes de la oposición y llevó a su espacio a ganar todas las elecciones porteñas. Tras un amague en 2011 de lanzarse a la Presidencia, eligió jugar por la reelección (que ganó, también ante Filmus) y definió en 2013 comenzar un armado territorial nacional para competir en la carrera presidencial, siempre con la provincia de Buenos Aires como el distrito más esquivo. 

En 2014, Macri cosechó lazos con referentes de la UCR de todo el país y pidió a sus dirigentes porteños que pasen a militar a la Provincia. El punto de inflexión fue la Convención Nacional de la UCR en Gualeguaychú, cuando el partido radical decidió aliarse al macrismo y a la Coalición Cívica, formando Cambiemos. 

Un momento agrio de la campaña fue la denuncia por contratos fraudulentos del cabeza de lista de diputados por la Provincia, Fernando Niembro, un escándalo que demostró una reacción lenta del PRO, que lo perjudicó. Ganada la PASO porteña, y luego del balotaje ante Martín Lousteau, el PRO se aseguró seguir gobernando en su terruño, mientras que ahora todos los esfuerzos están en forzar una segunda vuelta presidencial con el kirchnerismo y a dar el batacazo con Eugenia Vidal. (Télam)


Sergio Massa

El tigrense es el aspirante más joven a la Presidencia de la nación

Sergio Massa llega a las elecciones al ganar las parlamentarias en la provincia de Buenos Aires, en 2013, luego de abandonar el kirchnerismo y asentado en su popular labor como intendente de Tigre durante siete años. Con 43 años, Massa es el candidato más joven (después de Nicolás del Caño); y comenzó su militancia de la mano de su amiga y operadora política, Graciela Camaño. Luego de participar de la Juventud de la Ucede, conoció a su actual suegra, la entonces diputada nacional Marcela Durrieu, con quien compartió grupos de discusión política y conoció a su esposa, Malena Galmarini, funcionaria del área social de Tigre. En 2002, Massa fue nombrado director de la Anses por el presidente Eduardo Duhalde y mantuvo el cargo hasta 2007, cuando ganó por el FpV la intendencia de Tigre, cargo que mantuvo hasta 2013 con un paso por el gabinete de Cristina Kirchner. Pero hace dos años dejó el kirchnerismo para presentar lista propia para diputados nacionales en el mayor distrito del país. 

Massa había comenzado en 2010 un intento de corriente interna dentro del FpV, denominado Grupo de los 8, junto a jefes comunales bonaerenses, que se encaminaban a competir en las primarias en 2011, aunque tras la muerte de Néstor Kirchner desestimaron esa posibilidad. Pero con ese mismo grupo de dirigentes, Massa decidió romper con el kirchnerismo, luego de meses de expectativa por si sería o no candidato, y si no lo era, si iba a bendecir una lista propia con el Frente Renovador. 

Al ganar con holgura esas elecciones (en alianza con el PRO), esa misma noche Massa anunciaba a sus referentes que se iniciaba el camino por la Presidencia. El tigrense se desmarcó del macrismo y extendió su “liga de intendentes”. Su ambivalente juego de alianzas hizo que se acercara a jefes del radicalismo en varias provincias (Gerardo Morales, en Jujuy) y al gobernador cordobés José Manuel de la Sota, con quien luego se distanciaría hasta conformar el frente UNA para competir entre sí en agosto de 2015. Con la incorporación de Francisco De Narváez estallaron las disidencias internas por la carrera para la gobernación bonaerense junto a reclamos por lo bajo de desorden interno, y el comienzo de una caída en las encuestas.  Entre marzo y junio, Massa sufrió la sangría de intendentes y del jefe de su bloque parlamentario, Darío Giustozzi, junto a legisladores provinciales y concejales y hasta su jefe de campaña, en una espiral barranca abajo que disparaba todo tipo de pronósticos. Massa pudo recién capear su frente interno cuando, sobre el final del cierre de listas, anunció que sostenía su candidatura y que iba a competir con De la Sota. Con un buen resultado en las PASO -que le ganó al cordobés-, Massa resistió la polarización entre el oficialismo y Cambiemos y pudo sostener su caudal electoral, manteniendo un tercer lugar que él, asegura, puede pasar a ser segundo en la jornada de mañana. (Télam)

Adolfo Rodríguez Saá

El ex presidente que anhela volver a transitar la Casa Rosada

El senador y candidato presidencial por Compromiso Federal, Adolfo Rodríguez Saá (68), buscará mañana mejorar su desempeño respecto de las Primarias (PASO) de agosto y aspira a volver a ejercer la primera magistratura, cargo que desempeñó brevemente luego del derrumbe del gobierno de la Alianza en 2001. Rodríguez Saa fue electo diputado provincial y presidente del bloque en 1973, cargos que ocupó hasta el golpe militar de 1976. En 1983 alcanzó la gobernación de San Luis, cargo que abandonaría (luego de cuatro reelecciones) cuando la Asamblea Legislativa lo escogió como Presidente de la Nación para comandar el país por 90 días y llamar a comicios.

Su gestión estuvo asociada a dos hitos que han quedado grabados en la memoria popular: el anuncio del no pago de la deuda externa y su renuncia proclamada desde San Luis, luego de sólo siete días en el poder. El sillón de Rivadavia fue ocupado -luego de la renuncia del senador Ramón Puerta y del interregno de Eduardo Camaño- por Eduardo Duhalde, quién gobernó hasta 2003, y que debió adelantar las elecciones luego del asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán durante un piquete en el Puente Pueyrredón. Rodríguez Saá quedó cuarto en  aquellos comicios, ubicándose por detrás de Carlos Menem, de quién fuera ungido presidente, Néstor Kirchner, y de Ricardo López Murphy.

Desde esa fecha, ya compartiendo el control político de San Luis con su hermano Alberto, fue electo como diputado y senador nacional, además de desempeñarse como parlamentario del Mercosur en 2006. Luego de superar el corte de las PASO 2015 por escaso margen, Rodríguez Saá rechazó los trascendidos periodísticos que lo mostraban negociando un acuerdo con los candidatos de mejor desempeño electoral y evitó referirse a quién apoyará en caso de quedar afuera de una segunda vuelta. (Télam)

Margarita Stolbizer

La única radical en carrera por la Presidencia

La líder de Progresistas, Margarita Stolbizer (60), encarará mañana su primera pelea electoral por la Presidencia, con la aspiración de consolidar un espacio socialdemócrata con proyección nacional y tras una larga trayectoria legislativa iniciada en la UCR. Stolbizer, la única radical en la carrera por la Presidencia, llega a esta contienda electoral en sociedad con Libres del Sur y con el Partido Socialista, que la empujó a aceptar el desafío luego de que Hermes Binner declinara su precandidatura y la nombrara su heredera en un espacio de centroizquierda. 

Abogada y oriunda de Morón, Stolbizer desempeña su cuarto período como diputada nacional, en un camino que inició en la Cámara Baja, en 1997, en la UCR. Crítica en los ‘90 del modelo neoliberal del ex presidente Carlos Menem, la ahora candidata de Progresistas cumplió dos períodos legislativos (entre 1997 y 2005) hasta que abandonó a la UCR en 2007, luego de que el partido se encolumnara detrás del entonces presidenciable Roberto Lavagna. Ese año, Stolbizer fundó el Partido GEN (Generación para un Encuentro Nacional) y se postuló a la gobernación en alianza con la Coalición Cívica y el ARI, en una lista que logró el segundo lugar. 

La fundadora del GEN llega a estos comicios con la esperanza de entusiasmar a ese electorado que apoyó al FAP en 2011 y con la idea también de captar los sufragios de los radicales desencantados con el acuerdo con el PRO, y se suma así, junto a Cristina Fernández de Kirchner y Elisa Carrió, al derrotero de mujeres con ambiciones de ocupar la Casa Rosada desde la recuperación de la democracia. Pese a que las primarias de agosto último no le dieron un resultado muy auspicioso (3,5% de votos), Stolbizer asegura que Progresistas “no tiene fecha de vencimiento” y mira con expectativas al 2019, año en que originalmente ella había planeado lanzarse a la contienda presidencial. (Télam)

Nicolás del Caño

El postulante que renovó la oferta electoral de la izquierda

El candidato a presidente por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Nicolás del Caño, llega a la elección general con posibilidades concretas para disputar el cuarto lugar, guiando a la izquierda hacia el crecimiento de sus bloques legislativos provinciales y nacional. Para el candidato que encabezará la nómina del trotskismo, la militancia es inseparable de su vida cotidiana: nacido en Córdoba, Del Caño es hijo de una casa de militantes y comenzó a participar en política a los 15 años. “Es una elección de vida. Tratar de cambiar esta sociedad por una sin clases, sin explotadores y sin oprimidos. Terminar con la desigualdad es lo que nos mueve”, señala -parafraseando “La Internacional”- cuando se lo consulta por su vocación. Se sumó a la militancia universitaria, primero, en Córdoba, y desde 2006, en su hogar adoptivo, Mendoza; y fue gracias a su participación política que conoció a su compañera, docente de profesión, con quien vive en Buenos Aires. Luego de haber sido electo diputado nacional por Mendoza (2013) -el primero en la historia de la izquierda en ese distrito-, el Partido de los Trabajadores Socialistas lo postuló para la interna presidencial del FIT en la que daría una nueva sorpresa, al superar a la fórmula encabezada por el histórico dirigente del Partido Obrero, Jorge Altamira. Con una campaña que resaltó la relación juventud-renovación y su compromiso en conflictos obreros, Del Caño ganó su lugar. Para el dirigente, las elecciones supondrán una doble oportunidad para la izquierda: la posibilidad de alcanzar el mejor desempeño desde 1983, “lanzando un mensaje contra el poder económico”, y la de “defender las banderas del socialismo” haciendo el “mejor de los homenajes” al joven militante del PO Mariano Ferreyra, justo en la semana en que se cumplen 5 años de su asesinato a manos de una patota de la Unión Ferroviaria (Télam)

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