La noche porteña depara peligros

“Buenos Aires y el amor te atontan”, le advierten a la joven pareja que componen Mateo y Trini, recién llegados a Buenos Aires en un viaje romántico desde España y con ganas de disfrutar la noche y la diversión que ofrece la capital argentina.

Los destinatarios descubrirán pronto cuánto de verdad encierra esa frase, cuando sean víctimas de secuestro por parte de Carlos Belloso, en su papel del peligroso narcotraficante Eric Le Blanc.

Mateo es el chileno Benjamín Vicuña, a quien le tocará la misión de transformarse en una mula que llevará dos kilos de cocaína a Madrid, mientras que su compañera (Sabrina Garciarena) es retenida como rehén por la banda de delincuentes y sólo será liberada cuando llegue a destino y se sepa que el cargamento está seguro. Sin embargo, decide no abordar el avión y encarar el rescate con la ayuda de Nacho, un policía que acaba de conocer al llegar a “Baires”, tal el nombre de la película.

La tensión la sostiene una larga cuenta regresiva, que dura el tiempo que insume el vuelo entre Ezeiza y Barajas. Cuando el avión toque pista, se sabrá que el enviado no está en su interior y que la suerte está echada; salvo, claro está, que Mateo logre su objetivo antes.

La apuesta de Vicuña de conquistar el público argentino de cine como lo hizo previamente con el de teatro y de televisión se sustenta en un thriller que no tiene mucho de original en su guión. “¿Cuán lejos llegarías por amor?” es la consigna que domina las publicidades del filme.

Belloso ya tuvo a Marcelo Páez-Cubells como director: fue hace dos años, en el policial “Omisión”, en el que un asesino serial le confiesa sus crímenes a un sacerdote y lo pone en crisis. Este es el segundo guión de Páez-Cubells, quien escribió “Boogie, el aceitoso”, en 2009.