Castro marcó goles, rivales e hinchas de Atlético

Castro marcó goles, rivales e hinchas de Atlético

"Kila", máximo artillero histórico del club, se destacó defendiendo y recibió el “Gran ‘decano’”.

OTRO HOMENAJE. En 2013, Castro recibió una camiseta con el número de goles oficiales que marcó en Atlético.  la gaceta / foto de diego aráoz (archivo) OTRO HOMENAJE. En 2013, Castro recibió una camiseta con el número de goles oficiales que marcó en Atlético. la gaceta / foto de diego aráoz (archivo)
03 Octubre 2015
En inglés, la palabra killer significa “asesino”. Quien la conozca, podría (o puede desde ahora) haber pensado que el apodo de Juan Francisco Castro, el máximo goleador en la historia de Atlético tiene algo que ver con su instinto. El “Kila” bien podría haber sido una derivación de su instinto matador en las áreas pero no. Su origen tiene una historia mucho más tierna.

Cuando era chico, entre finales de los ‘50 y principios de los ‘60, Castro solía desesperarse por las figuritas de fútbol. Algunos de los juegos con bolillas que practicaba junto a sus amigos en la esquina de Asunción y Chile, tenían como premio algunas de ellas. Obsesionado con conseguirlas, llenar el álbum y recibir la pelota que prometían por llevar a cabo esa tarea, el hombre que recibió anoche el premio “Gran ‘decano’” en honor a su trayectoria, se apropiaba de varias de ellas de prepo. “A la quila” o “quilita legal” se escuchaba de su boca bastando para que comiencen a llamarlo así.

“Ahí me decían ‘Kilita’ y de grande quedó ‘Kila’. Lo bueno es que ganamos muchas pelotas y con mis amigos siempre teníamos para jugar”, recuerda Castro que parece seguir aprendiendo a los 64 ya que se refiere a cualquier interlocutor como “profe”.

Con esa decisión fue que encaró toda su carrera y su manera de jugar. Los 119 tantos convertidos en los 70’ registrados e investigados por Silvio Nava, historiador “decano” hablan por él aunque justamente él no se canse de recordarlos. Lo extraño es que los hizo jugando como pocos ahora: un volante que iba y volvía pero no por los costados, sino por el medio.

“Además de ir al ataque tenía que marcar pero el fútbol ha cambiado. En mi época, los mejores centros los tiraban los laterales. Ahora, eso lo tienen que hacer los carrileros que no terminan cumpliendo ninguno de los dos roles (marcar o atacar)”, reniega el “Kila” que en la escuela que tiene a su cargo (nombrada Manuel Giúdice en su honor) dota a los volantes de las mismas responsabilidades que él tenía.

Después de todo, no sólo de goles vivió Castro. Durante los 10 torneos Nacionales que disputó tuvo que marcar a figuras como Diego Maradona, Ricardo Bochini, Mario Kempes, Norberto Alonso, Daniel Valencia, Osvaldo Ardiles, entre otros.

Esa versatilidad que le vale referencias de hinchas y periodistas memoriosos como “el jugador más completo que tuvo Atlético”, también le significó una convocataria a la Selección y la afectación a una lista previa al Mundial del ‘78, de la que quedó afuera junto a Maradona, según relató.

Por todo eso, el premio que obtuvo anoche no fue de prepo ni lo sacó haciendo “la quila”. “Siento una alegría inmensa, después de tantos años que estuve en el club me sigue dando alegrías”, concluyó.

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