Crece a fuego lento

Crece a fuego lento

Núñez inicia hoy la final de Ángel Cabrera Tour como líder del ranking

LOS CHICOS CRECEN. Augusto Núñez está dejando de ser una promesa para convertirse en una realidad. A los 22 años, su techo se deja ver muy alto. LA GACETA / FOTO DE CARLOS WERNER LOS CHICOS CRECEN. Augusto Núñez está dejando de ser una promesa para convertirse en una realidad. A los 22 años, su techo se deja ver muy alto. LA GACETA / FOTO DE CARLOS WERNER
04 Septiembre 2015
Pese a estar instalado hace casi tres años en Buenos Aires, Augusto Núñez aún no logra acostumbrarse del todo a la gran ciudad. Pero no reniega de ello. Más bien, se amoldó a las circunstancias y así logró hacer pie para poder echar a volar sus ansias de seguir creciendo en el golf profesional. Su presente avala su sacrificio. De hecho, hoy comenzará a jugar la Gran Final del Ángel Cabrera Tour como puntero del ranking, y con buenas chances de ser finalmente quien se suba a lo más alto.

- ¿Cuál es el secreto de este presente?

- Jugar tranquilo, relajado. Yo sé que todo esto recién comienza para mí. Que primero tengo que encargarme de este desafío de hoy y mañana, y después concentrarme en la última parte de la temporada del PGA Latinoamérica.

- Se te vio siempre ocupando puestos de avanzada en el Ángel Cabrera Tour...

- Estoy conforme con mi juego y fue muy lindo ganar en Highland Park Country Club. Se está viendo el fruto del trabajo de mi coach, Sebastián Fernández, y también el de Liliana, mi psicóloga. Ella trabajó mucho con mi cabeza, yo le cuento lo que me pasa en la cancha y ella actúa.

- ¿Qué es Sebastián hoy para vos?

- Primero mi amigo, después mi profesor. Hace casi tres años que estoy con él y cambié muchos aspectos de mi juego. Me reta cuando hago algo mal, se enoja porque no sigo sus indicaciones. Aprendí mucho, él me hizo lo que soy hoy. Y falta mucho todavía para dar y recibir.

- ¿Cómo es tu vida en Buenos Aires?

- ¡Me la paso de la casa a las canchas de golf, jaja! Es que estoy viviendo en Pilar, en la casa de la mamá de Sebastián. Y aunque mi manager me compró una Citroën Kangoo para que me traslade mejor y más rápido, todavía no la uso ¡porque no sé manejar! Por eso, de momento, me traslado mayormente en colectivo.

- ¿Y cómo es un día tuyo?

- Estoy dedicado al golf ciento por ciento. Cuando no lo estoy jugando, me la paso mirando torneos en la televisión. Entreno ocho horas por día durante la semana. Por ahí cuando viene mi novia, Dina Díaz, vamos al cine. O nos vamos a tomar algo con amigos. Hoy mi mundo gira en torno del golf y eso es algo que me agrada mucho.

- ¿De qué forma ves a Tucumán a la distancia?

- Es el lugar donde crecí, el sitio donde vive mi familia, mi mamá Guillermina, mi papá Ramón, mis hermanos, mis amigos. Los extraño todo el tiempo y los quiero. Por ejemplo, en la bolsa de palos llevo sus nombres para tenerlos más cerca. A la provincia vuelvo cuando me dan los tiempos, pero sé que estar lejos es por algo bueno para mí.

- ¿Lo que hiciste en la fase regular del Tour es una muestra de lo que podés llegar a lograr?

- Es probable. Trabajo mucho para llegar lo más alto posible. Pero también sé que estoy en formación, que tengo 22 años. Ojalá pueda dar un salto en poco tiempo, pero estoy tranquilo con eso, no me obsesiona.

- ¿Qué creés que puede pasar en las dos jornadas que cierran el Tour?

- Son varios los jugadores que llegan con posibilidades. Yo soy el puntero del ranking y procuraré mantenerme en ese puesto. Al menos pondré lo mejor de mí.

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