La Presidenta rechazó de plano una eventual devaluación

BUENOS AIRES.- La presidenta Cristina Fernández reconoció el déficit fiscal, que atribuyó en gran medida al “déficit energético”, aunque ante al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, afirmó que “los fundamentals están alineados” para continuar “con el desarrollo del país”. También le reclamó a los empresarios mayores niveles de inversión y rechazó una eventual devaluación como instrumento para que la economía recupere competitividad.

A tres meses de dejar la Casa Rosada, la jefa del Estado explicó que “es muy difícil que sólo con una devaluación recuperemos la competitividad” y resaltó que esa medida podría “barrer con el mercado interno”, al que señaló como “base fundamental” para hacer frente a la crisis internacional que afecta el comercio exterior.

En una evaluación del estado de la economía argentina, junto al ministro de Economía, Axel Kicillof, la Presidenta afirmó que “los fundamentals están alineados para seguir con este proceso de desarrollo, si se mantienen estas políticas públicas de defensa del mercado interno y del comercio administrado”.

Insistió en que “no es un tema de competitividad cambiaria (la recuperación de competitividad) porque nosotros crecimos en volumen de exportaciones pero cayeron los precios” y acusó que “esos que quieren devaluar, lo que quieren es dólares de algún lado y les conviene la devaluación”.

La jefa del Estado pronunció un discurso durante la celebración del 161º aniversario de la Bolsa de Comercio, a la que asistió, en el edificio de la entidad, junto a todo su gabinete. Al hacer una evaluación de las finanzas internacionales, Cristina recalcó que en las últimas semanas se desató una “guerra de monedas” y puntualizó que, pese a esas correcciones, los países que devaluaron “no lograron reactivar sus economías”.

En ese sentido, afirmó que “el único tipo de defensa que nos queda es el mercado interno” y ponderó que la tasa de desempleo en el segundo trimestre de este año fue de 6,6%, “la más baja del período desde 1991.

En ese momento esgrimió su latiguillo: “Y esto no fue magia”, tras lo cual detalló una serie de políticas públicas que apoyaron el consumo interno. En cuanto a su postura sobre el consumo interno, reiteró que “es fundamental para alentar la inversión” y preguntó: “¿quién invierte si no tiene garantizado el consumo?” y entonces concluyó que “cuando los argentinos consumen, los industriales pueden producir”.

En otro momento, la Presidenta sorprendió al afirmar que “se mantienen los superávits comercial y fiscal”. Al marcar este escenario, le recriminó a los empresarios que “el riesgo de inversión que tienen no es el mismo que toma el Gobierno con sus políticas públicas”. “Necesitamos empresarios que tomen riesgos y que tengan inversión (en función) de la rentabilidad que han acumulado en los últimos años”, exigió Cristina.

Por otro lado, destacó la performance de la economía argentina, pese a que la volatilidad en el mundo no finalizó. “Los mercados siempre están manejados por la política”, dijo, y ponderó la estatización de YPF, “una gran obra de nacionalización” en el marco de “una crisis con una volatilidad sin precedentes, que se inició en 2008 y que aún sigue”.

Asimismo, replicó a quienes le reprochan deficiencias en seguridad jurídica: “seguridad jurídica es que te paguen y este Gobierno pagó todos sus vencimientos”, enfatizó. Agregó que “Máximo (Kirchner) utiliza una frase: cuando ponés la tarasca, querés que te paguen”. Finalmente, la Presidenta realizó un resumen de las medidas en apoyo a las PyME, que por la mañana había anunciado Kicillof. (DyN)