Tucumana de gran relieve

Tucumana de gran relieve

Esposa del político Carlos Walker Martínez

LA DAMA TUCUMANA. Doña Sofía Linares de Walker Martínez, única hija del dictador chileno y de su esposa tucumana la gaceta / archivo LA DAMA TUCUMANA. Doña Sofía Linares de Walker Martínez, única hija del dictador chileno y de su esposa tucumana la gaceta / archivo
El 19 de noviembre de 1852, el párroco de la Catedral de Tucumán, padre Estratón Colombres, casó al célebre boliviano José María Linares casó con una hija del ex gobernador José Frías. En “Memorias de un viejo”, narra Vicente Quesada que Linares “rindió homenaje a los hermosos ojos de doña Nieves Frías, y asistí al baile de su casamiento”. El matrimonio tuvo una única hija, doña Sofía Linares, nacida en Tucumán el 18 de octubre de 1853, mientras su padre actuaba de forma trepidante en Bolivia. Sería dictador de ese país de 1857 a 1861.

Muchos años más tarde, ya viuda y añosa, doña Sofía vino a Buenos Aires, como paso previo a embarcarse en el “Lutetia” rumbo a Europa. Una larga crónica en “La Nación” del 15 de marzo de 1927, evocaba su rica historia. Contaba que doña Sofía, cuando residía con sus padres en La Paz, conoció al plenipotenciario chileno Carlos Walker Martínez (1842-1905). Se enamoraron, se casaron y se radicaron en Chile. La tucumana fue recibida allí con cálido afecto.

“Fue siempre gran compañera y colaboradora de su esposo, que tan culminante actuación tuvo, cuando los conflictos entre Chile y la Argentina. Se recuerda, en efecto, que don Carlos Walker Martínez, siendo entonces ministro del Interior, abogó eficazmente por la paz, y fue uno de los principales elementos en la solución de concordia que sucedió a aquellas agitaciones”, decía “La Nación”.

Había heredado el prestigio de su esposo, y “dueña del que ella misma ha podido captarse con su brillante actuación, doña Sofía Linares de Walker Martínez es hoy una de las personalidades femeninas más destacadas en el gran mundo de Santiago de Chile”.

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