Una bala perdida lo mató cuando estaba durmiendo

Una bala perdida lo mató cuando estaba durmiendo

Carlos Alberto Sosa tenía 45 años y fue hallado muerto por su familia en su habitación. La víctima murió por causa de una balacera que ocurrió a la madrugada. No hay pistas de los sospechosos.

TRAGEDIA. Dos de las hermanas de Carlos Alberto Sosa señalan la pared que atravesó la bala que lo mató.  la gaceta / fotos de florencia zurita TRAGEDIA. Dos de las hermanas de Carlos Alberto Sosa señalan la pared que atravesó la bala que lo mató. la gaceta / fotos de florencia zurita
02 Agosto 2015
Lo llamaron para que se levantara a desayunar pero no contestó. Carlos Alberto Sosa solía cerrar la pieza en la que dormía poniendo un candado por dentro. Por eso Raquel Noemí Sosa, su hermana, no se alarmó cuando ayer a la mañana no pudo abrir la puerta de la habitación para despertarlo. Eran alrededor de las 10. Los minutos pasaban y él seguía sin contestar. Afligida, la mujer llamó a uno de sus hijos para que la ayudará a forzar la puerta de madera. Pensaba que -tal vez- le había pasado algo. Pero lo que nunca imaginó fue que al lograr entrar en la habitación descubriría que una bala había destrozado la cabeza de su hermano.

La desesperación se apoderó de los Sosa. Todos habían escuchado que, a la madrugada, hubo una intensa balacera en Misiones al 400, el pasaje en donde viven. Pero jamás sospecharon que uno de esos proyectiles había matado a uno de los integrantes de su familia. “En la casa tenemos varios niños. Queremos saber quien hizo esto porque esas balas también le podrían haber pegado a ellos”, reflexionó Romina Jiménez, sobrina de la víctima.

Sosa tenía 45 años y trabajaba en un supermercado ubicado en Córdoba al 600. “No era empleado de la empresa pero hacia más de tres años que venía para ayudar a los clientes a cargar la mercadería en los taxis o para llevarles los carritos cargados hasta sus casas. Es terrible lo que le pasó”, coincidieron empleados de ese supermercado.

Sin pistas claras

La Policía Científica constató que fueron ocho los disparos que impactaron contra dos viviendas del pasaje Misiones. Siete proyectiles atravesaron el portón del garage de la casa de la familia Gómez que colinda con la propiedad de los Sosa sin lastimar a nadie. Pero el octavo, fue mortal.

En este contexto, desde la División Homicidios que comanda el comisario Jorge Dib se informó que todavía no hay una hipótesis firme acerca de cómo ocurrieron. “No hay testigos que hayan visto lo que sucedió. Sólo sabemos que los disparos habrían sido realizados con la misma arma que es de bajo calibre”, remarcaron fuentes policiales.

En tanto que versiones extraoficiales señalaron que los disparos habrían sido realizados por dos sujetos que circulaban en una motocicleta Honda 150. Al parecer estos sospechosos habrían estado persiguiendo a un presunto ladrón que quiso cometer un robo en las inmediaciones del pasaje. Por eso, según trascendió, se sospecha que podría ser un caso de justicia por mano propia. Sin embargo, las autoridades se mostraron cautelosas antes de afirmar esa presunción.

A las 16.40 el cadáver de la víctima fue trasladado a la Morgue Judicial donde se le practicará una autopsia. “No hay justicia para los pobres. Decidimos hacer público lo que nos pasó porque no puede ser que a mi hermano lo hayan matado mientras dormía. Este pasaje es tierra de nadie. Todas las semanas pasan los delincuentes haciendo tiros o siendo perseguidos por la policías. Queremos que esto termine”, sentenció María Ocaranza, hermana de la víctima.

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