Le ponen la firma al reclamo de seguridad

La idea germinó en mayo pasado. La medianoche del 8 de ese mes Cristina Fernández cerró “Julián”, su restaurante, y se fue a su casa. A la mañana siguiente, cuando volvió para abrir su negocio, descubrió que un grupo de ladrones le había desvalijado el local. Ese, según explicó la comerciante, fue el inicio del movimiento de Vecinos Autoconvocados de Concepción que desde hace tres semanas busca soluciones para la inseguridad en la que viven.

Fernández también dijo que los asaltantes que ingresaron a su negocio desconectaron todas las alarmas y sensores del sistema de seguridad que había contratado. Por eso piensa que los sujetos que le robaron dos computadoras, un televisor LCD, dos celulares y unos $ 300 no eran ladrones comunes. “La empresa de seguridad privada nunca fue al negocio para verificar por qué había dejado de funcionar el sistema de alarmas. Denuncié el robo en la Policía pero si no hubiera hablado con algunos conocidos que tengo en la Justicia no se hubiera agilizado la investigación. Pero lo que me pasó me llevó a ponerme en contacto con otros comerciantes y vecinos que habían sido asaltados”, puntualizó.

La primera decisión de esta empresaria fue hacer público lo que le había pasado. Para eso hizo imprimir un cartel -que continúa estando en la puerta de su comercio- en el que describía lo que le ocurrió. Después se puso en contacto con el empresario maderero Julio Delgado, quien preside el Centro de Defensa Comercial del Sur que, según explicó, cuenta con el apoyo de la Federación Económica de Tucumán (FET). “Ella (por Fernández) me habló y junto con otros comerciantes decidimos organizarnos. La inseguridad está en todo Concepción y por las noches hay sólo 16 policías para dar seguridad a una población de 70.000 habitantes. Acá necesitamos que abran una nueva comisaría, que incrementen el número de policías y que les den móviles nuevos porque los que tienen están destrozados”, afirmó el comerciante.

El otro eslabón en esta organización vecinal fue, según dijeron los comerciantes, la experiencia de la médica Adriana Bueno, quien es oriunda de esa ciudad y es secretaria general del Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas). Pero su experiencia organizativa no era lo único que les interesaba. “Adriana sabe lo que es ser víctima de la inseguridad y ella supo enfrentar ese grave asalto que le tocó vivir”, agregó Delgado, haciendo referencia al robo que sufrió la médica en julio del año pasado.

En esa ocasión, Bueno fue atacada por dos asaltantes que la encañonaron en la puerta de su casa para robarle la cartera. Después la médica siguió en su auto a los asaltantes -que habían huido en moto- y los chocó para detenerlos.

“Nos dicen que estamos haciendo esto porque estamos en época electoral, pero nosotros queremos que los gobernantes de una vez por todas se den cuenta de que las elecciones pasan y la inseguridad sigue. No queremos que, tal como me pasó a mí, sean los ciudadanos los que terminen defendiéndose por sus propios medios de los asaltantes. Por eso en el petitorio para el que estamos juntando firmas, que será presentado a las autoridades, dejamos en claro que repudiamos los linchamientos de asaltantes. No puede ser que nos defendamos nosotros mismos, sino ¿para qué están las instituciones de seguridad?”, analizó la dirigente.

Recolección de firmas

En plaza Mitre, en dos mesas rojas, los vecinos autoconvocados juntan firmas para el petitorio que tienen previsto presentarle al Gobierno. La recolección de firmas comenzó el lunes pero Sergio Corbalán, uno de los vecinos autoconvocados, dijo que ya llevan más de 5.000 adhesiones.

“El interés es generalizado; hay vecinos, comerciantes y víctimas. Acá uno de los grandes problemas los genera el Poder Judicial, porque hay ladrones que son detenidos cinco o seis veces y después se los ve caminando en la calle”, señaló Corbalán.

A su vez, Alberto Caima, uno de los vecinos que decidió sumarse a esta iniciativa destacó: “tenemos que hacer algo porque acá hasta te piden ‘rescate’ para devolverte las cosas que te roban. Para devolverte una moto te llaman y te piden $ 5.000”.