03 Julio 2015
“Llámeme ya, entraron a robar de nuevo. Soy Ramón”. Ese fue el contenido del mensaje de texto que recibió Francisco Carrera el sábado a la tarde en su teléfono celular. Había sido enviado por Ramón Almirón, el casero que cuida su finca, donde tiene plantación de arándanos, en Monteros.
De acuerdo al relato del dueño de la propiedad, Almirón había llegado a las 17.50 al campo y sorprendió a un grupo de delincuentes dentro de la propiedad de su patrón, quienes huyeron del lugar sin llevarse nada al advertir la presencia del casero.
Carrera se mostró indignado por la falta de seguridad, ya que el 17 de mayo pasado había sufrido un robo en su finca, situada en el kilómetro 2,5 de la ruta 325. En aquella oportunidad, los ladrones habían violentado los candados y se llevaron dos mochilas fumigadoras, una balanza electrónica y cinco tijeras de podar.
“Creo que son las mismas personas, que ya conocen el lugar”, estimó la víctima. El propietario de la finca de arándonos expresó que ya sufrió varios robos en su campo, y que a pesar de las denuncias que realiza al poco tiempo le vuelven a robar.
De acuerdo al relato del dueño de la propiedad, Almirón había llegado a las 17.50 al campo y sorprendió a un grupo de delincuentes dentro de la propiedad de su patrón, quienes huyeron del lugar sin llevarse nada al advertir la presencia del casero.
Carrera se mostró indignado por la falta de seguridad, ya que el 17 de mayo pasado había sufrido un robo en su finca, situada en el kilómetro 2,5 de la ruta 325. En aquella oportunidad, los ladrones habían violentado los candados y se llevaron dos mochilas fumigadoras, una balanza electrónica y cinco tijeras de podar.
“Creo que son las mismas personas, que ya conocen el lugar”, estimó la víctima. El propietario de la finca de arándonos expresó que ya sufrió varios robos en su campo, y que a pesar de las denuncias que realiza al poco tiempo le vuelven a robar.
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