Atlético sigue en caída libre

Atlético sigue en caída libre

El "Decano" otra vez jugó mal y perdió contra un rival que venía golpeadísimo.

BIEN ARRIBA. Grahl entró bien al partido. Sirvió para darle un nuevo aire a Atlético. Para su lamento, nadie lo acompañó. FOTO DE MATÍAS NAPOLI ESCALERO (ESPECIAL PARA LA GACETA) BIEN ARRIBA. Grahl entró bien al partido. Sirvió para darle un nuevo aire a Atlético. Para su lamento, nadie lo acompañó. FOTO DE MATÍAS NAPOLI ESCALERO (ESPECIAL PARA LA GACETA)
Alta en el cielo, ningún águila guerrera. Justo en el día de la Bandera, Atlético estuvo lejos de izar su pabellón celeste y blanco. Más bien, en Lomas de Zamora arrió rápidamente los trapos de sus convicciones y cayó mansamente, sin dar demasiada pelea, ante Los Andes, un equipo que en las últimas fechas no había pasado de ser una inexpresiva meseta.

Cruzar Los Andes, para el equipo del “Vasco” Azconzábal, se traducía en dejar atrás la palidísima imagen del segundo tiempo ante Unión de Mar del Plata y enterrar los silbidos con los que su parcialidad lo despidió del Monumental el lunes pasado. Pero el “decano”, en el sur de Buenos Aires, no se pareció ni por asomo a un ejército de jugadores lúcidos y combativos.

El “milrayitas” se lo llevó por delante en esos primeros 10 minutos en que generó cinco córners y un par de chances de gol bien resueltas por “Salvador” Lucchetti. Es cierto, Atlético recompuso su imagen en el tramo final de la etapa inicial, a partir de los pulmones de Franco Quiroga y los intentos de Luis Rodríguez, fino en los pases. En ese tramo, el propia “Pulga” estuvo dos veces cerca de romper el cero. Otra vez, la pólvora mojada le pasó “alta factura” a Atlético, que arrancó mejor la segunda etapa pero que se derrumbó a partir de esa pelota con destino del lateral que Sbuttoni quiso evitar y que Vera transformó en escapada, centro y 1-0 del “Poeta” Galeano ante una defensa desacomodada.

Quedaban 35’ por delante, tiempo de sobra para que Los Andes se acomodara para jugar de contra y defendiera con uñas y dientes un resultado que, para ser cambiado, necesitaba de un “decano” que dejara la piel. Los cambios de Azconzábal, en plan de acumulación de hombres de ataque, fueron un maquillaje insuficiente. Sólo el ingreso de Francisco Grahl le permitió mostrar una mejor cara, que se compensó con un Menéndez luchador pero lejos del área y un Rodríguez que en el segundo tiempo dejó de hacer roncha.

Atlético no supo honrar este 20 de junio a la Celeste y Blanca. En partidos como estos, la tabla parece mentir.

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