#LaudatoSi: la plegaria del Papa a favor del medio ambiente

#LaudatoSi: la plegaria del Papa a favor del medio ambiente

Francisco publicó una encíclica con un fuerte contenido medioambiental; lo hizo a pocos meses de una cumbre política clave sobre cambio climático.

EN EL VATICANO. Una religiosa leía ayer la encíclica de Francisco poco rato después de su presentación. reuters EN EL VATICANO. Una religiosa leía ayer la encíclica de Francisco poco rato después de su presentación. reuters
19 Junio 2015
La encíclica del papa Francisco a favor del medio ambiente aparece en un año crucial: a meses de la Cumbre de París sobre cambio climático, que será en diciembre. Será una nueva oportunidad que tendrán los líderes del mundo para definir políticas verdaderas que cambien el rumbo y que eviten que las consecuencias del calentamiento global sigan deteriorando los ecosistemas y la calidad de vida humana.

Francisco lo sabe, por eso en su encíclica “Laudato si” (Alabado seas) destaca: “un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”. En las 192 páginas del texto habla de la degradación del medio ambiente que se manifiesta en la contaminación, la basura, el consumo desmedido, las actividades extractivas, el desmonte, los monocultivos y el uso de agroquímicos.

Todo esto ha llevado a que el deterioro no sea solo ecológico, sino social y que lo estén pagando los más pobres y excluidos. “El hombre ha interpretado mal el mandato de Dios de dominar la Tierra (cf. Gn 1,28) y de labrarla y cuidarla”, reflexiona.

Esta es la segunda encíclica de Francisco. La anterior fue “Lumen Fidei (la primera parte de aquel trabajo había sido redactada por Benedicto XVI; el argentino lo completó). “Laudato Si” sorprendió al mundo por su contenido ecológico. De hecho, ayer, tras su lanzamiento #LaudatoSi se convirtió en tendencia mundial en Twitter.

Según Francisco existe una “deuda ecológica” entre el Norte y el Sur. “Relacionada con desequilibrios comerciales con consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso desproporcionado de los recursos naturales”. Esto deja entrever una actitud que pereciera “suicida”.

Lo que más preocupa

El capítulo dos abre con el ítem “Contaminación, basura y cultura del descarte”, donde el Papa hace hincapié en el consumismo desmedido que lleva al descarte de toneladas de basura. “La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería”, denuncia.

También reclama por los modelos productivos que han intensificado los problemas ambientales, especialmente el cambio climático. “Se ve potenciado por el patrón de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles, que hace al corazón del sistema energético mundial. También ha incidido el aumento en la práctica del cambio de usos del suelo, principalmente la deforestación para agricultura”. Esto pone en peligro el acceso al agua potable que, según destacó el Papa, es un “derecho humano básico, fundamental y universal”.

Desde una mirada religiosa y católica, Francisco subraya: “hoy el pecado se manifiesta con toda su fuerza de destrucción en las guerras, las diversas formas de violencia y maltrato, el abandono de los más frágiles, los ataques a la naturaleza”.

El tercer capítulo habla de “la raíz humana de la crisis ecológica”. El antropocentricismo y la tecnocracia están acabando con el hombre. “Nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo. Basta recordar las bombas atómicas lanzadas en pleno siglo XX”. También habla del desconocimiento que hay sobre los efectos en la salud derivados del consumo de transgénicos.

En el capítulo cuatro: “Una ecología integral”, Francisco lanza una pregunta inquietante: “¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?” . Por eso el Pontífice llama a que en cada decisión que se tome se tengan en cuenta los eventuales riesgos para el ambiente y la salud de los pueblos. Pide que se escuche a los pueblos originarios “para quienes la tierra no es un bien económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella”.

Llama a una educación ecológica que debe nacer en la familia y fortalecerse en las escuelas y universidades. En definitiva: “No se trata de hablar tanto de ideas, sino sobre todo de las motivaciones que surgen de la espiritualidad para alimentar una pasión por el cuidado del mundo”.

Repercusiones en el mundo
Políticos, magistrados y sacerdotes celebraron la publicación de “Laudato si”


- “Es muy renovadora en el sentido de que marca las dos crisis que vive la humanidad y que son la crisis de la naturaleza y la del hombre, que no son contrapuestas ni aisladas, sino que es una sola y es socioambiental” (Jorge Lugones, obispo de Lomas de Zamora y referente para el medio ambiente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social).

- “Exhortamos, como dice Francisco, a escuchar a la tierra y a los pobres, una ética de los vulnerables” (Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación).

- “La humanidad tiene la obligación de preocuparse por el planeta Tierra y mostrar solidaridad con los miembros más pobres y vulnerables de la sociedad que sufren a causa del cambio climático” (Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas).

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