Por Carlos Páez de la Torre H
18 Mayo 2015
MIGUEL M. NOUGUÉS. Fotografía de los últimos años del tucumano, que fue presidente interino de la Nación. la gaceta / archivo
El abogado tucumano Miguel M. Nougués (1844-1900), además de gobernador de la Provincia en 1880-82, fue senador nacional por Tucumán y presidente de esa alta Cámara del Congreso. En el verano de 1892, le tocó desempeñarse como presidente interino de la Nación, por ausencia del titular, doctor Carlos Pellegrini, dado que no existía vicepresidente.
Durante su breve gestión, estalló un serio conflicto en Mendoza. En diciembre de 1891, los mendocinos habían elegido gobernador a Pedro Nolasco Ortiz. Una mayoría de legisladores de la oposición, lo acusó de que no les permitía sesionar, y pidieron la intervención federal.
Calmada la situación en apariencia, los legisladores se reunieron y tomaron tajantes medidas: suspendieron a Ortiz, designaron gobernador interino a Manuel Bermejo y, en ausencia de éste, al presidente del cuerpo, Carlos González. Sucedió que Ortiz se negó a acatar la suspensión, con lo que había tres gobernadores: Ortiz, el ausente Bermejo y su reemplazante González. Las cosas se agravaron con el ataque a una reunión de legisladores, donde terminó muerto el secretario del cuerpo.
Entonces el doctor Nougués, en ejercicio de la presidencia, resolvió intervenir a Mendoza, por decreto del 21 de enero de 1892, Designó comisionado al doctor Francisco Uriburu, con el encargo de restablecer las funciones de la Legislatura. Apoyaban a Uriburu fuerzas militares nacionales, al mando del general Luis María Campos.
Tras varias alternativas, el complicado asunto se solucionó con nuevos comicios de electores de gobernador (que ungieron a Deoclecio García) y de legisladores.
Durante su breve gestión, estalló un serio conflicto en Mendoza. En diciembre de 1891, los mendocinos habían elegido gobernador a Pedro Nolasco Ortiz. Una mayoría de legisladores de la oposición, lo acusó de que no les permitía sesionar, y pidieron la intervención federal.
Calmada la situación en apariencia, los legisladores se reunieron y tomaron tajantes medidas: suspendieron a Ortiz, designaron gobernador interino a Manuel Bermejo y, en ausencia de éste, al presidente del cuerpo, Carlos González. Sucedió que Ortiz se negó a acatar la suspensión, con lo que había tres gobernadores: Ortiz, el ausente Bermejo y su reemplazante González. Las cosas se agravaron con el ataque a una reunión de legisladores, donde terminó muerto el secretario del cuerpo.
Entonces el doctor Nougués, en ejercicio de la presidencia, resolvió intervenir a Mendoza, por decreto del 21 de enero de 1892, Designó comisionado al doctor Francisco Uriburu, con el encargo de restablecer las funciones de la Legislatura. Apoyaban a Uriburu fuerzas militares nacionales, al mando del general Luis María Campos.
Tras varias alternativas, el complicado asunto se solucionó con nuevos comicios de electores de gobernador (que ungieron a Deoclecio García) y de legisladores.
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