Cartas de lectores

NUESTRO PRIMER COLISEO

EL 12 de mayo se cumple un nuevo aniversario del primer coliseo de nuestra provincia. En esa fecha, en 1912, la ciudad de San Miguel de Tucumán se vistió de fiesta porque abría sus puertas un nuevo teatro, con el nombre de Teatro Odeón. En 1950, cambió su nombre por el de San Martín. Durante décadas, sus puertas se abrieron para recibir relevantes figuras internacionales y nacionales de la música, la danza y el teatro. Grandes puestas de óperas y ballet, conciertos sinfónico-corales y espectáculos de música popular se desarrollaron en su escenario. En este teatro, se gestó el patrimonio artístico: sus cuerpos estables y técnicos: el Teatro Estable, el ballet clásico, el Coro, la Orquesta, el ballet contemporáneo y el Coro de Niños, junto a la Banda Sinfónica de la provincia dan vida al teatro San Martín y proyectan un futuro lleno de luces para nuestro primer coliseo. Los convoquemos a ellos en la organización del bicentenario de nuestra Independencia, así puedan con su arte traspasar las fronteras de nuestra provincia.

Cristina Tillán
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DISCRIMINADO

En octubre de 2013, se me otorgó el beneficio de jubilación por invalidez, después de que dos juntas médicas sucesivas, una en el Poder Judicial y otra en la Anses, dictaminaran que padezco un cúmulo de enfermedades crónicas e irreversibles, que me hacen imposible estar parado mucho tiempo o deambular normalmente, pues ya no tengo sensibilidad en ambos pies. Presté 31 años de servicios contabilizados y uno gratis en el Poder Judicial y los dos últimos prácticamente, estuve de licencia por estos problemas. Al otorgarme el beneficio, se me practicó liquidación final, olvidándose de tener en cuenta las vacaciones no gozadas. En la misma liquidación final, expresé mi disconformidad por escrito y sin embargo, no se le dio trámite de recurso (¿desconocimiento?). Ante ello y habiendo transcurrido el plazo legal de 90 días, por alguna providencia que me citara a expresar la disconformidad, sólo recibí un silencio sonoro. Al reiterar el pedido al presidente de la Corte de ese entonces, me terminó contestando un empleado administrativo un disparate que me obligó a requerirle al alto tribunal, que me contestara mi empleador y no otro. La respuesta fue que enviara el expediente 695-2014 a la oficina de una asesora para que dictaminara o estudiara el caso. Esto ocurrió el 4/4/14; hasta el día de hoy y según información requerida recientemente el expediente duerme el sueño de los justos. Conclusión: No tengo el dictado del acto administrativo o respuesta requerida. Sólo hay un silencio que interpreto como denegatorio. Como jubilado, en la práctica, no estoy cobrando el 82% móvil a consecuencia de que la Anses no nos paga ni siquiera los aumentos del año pasado, mucho menos los de este año. Así no se trata a un discapacitado. Es una conducta indigna y discriminatoria, yo necesito ese dinero por mi salud y por deudas contraídas y lo advertí oportunamente en las presentaciones efectuadas en orden a obtener justicia. La ley es clara al respecto, licencia por enfermedad no son vacaciones, como ya lo tienen dicho las cámaras contenciosas administrativas. Así no se trata a quien algunos de ellos conocen desde hace 32 años. Eso no es justicia. La justicia lenta tampoco. La Constitución provincial y la Nacional a partir de la reforma del año 94 y la suscripción de distintos tratados internacionales, prevén la facilitación de trámites a las personas con discapacidad y se justifican en un carácter protectivo del discapacitado, por lo que no resulta comprensible la actitud del alto tribunal para con mi persona. Pareciera que me están obligando a iniciar pleitos para obtener lo que saben que me pertenece, conforme ya lo reconociera en casos similares, mediante acordada 164/2000 y otras tantas más. Espero que esta carta rinda sus frutos aplicando solamente el sentido común. Caso contrario no me voy a dar por vencido a pesar de mis enfermedades. El reclamo es justo y yo me siento discriminado y afectado por esta injusticia.

Pablo Parellada
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EXCESOS Y CONTRADICCIÓN

La gente de este país, centro de casi nada, ¿se siente y manifiesta estar contenta, tranquila, avizora un futuro mejor para sí y sus descendientes? ¿O vive en la incertidumbre, crispada, con miedo dentro de su casa y más aún si está fuera de ella, no confía en la policía, la Justicia y sus gobernantes, que después de ser asaltada, saqueada y golpeada, agradece que no le hayan quitado la vida? Una prueba, de entre tantas, es el hecho de que el 95% de las casas y empresas tienen rejas que no son precisamente de adorno y si pueden, agregan los servicios de seguridad. Las esperanzas se han jibarizado: se asientan en los subsidios del Gobierno, una salida laboral como político (para él y su familia), en empleo público, una jubilación o pensión, algún plan social o el sueño de pertenecer a La Cámpora rentada. Esto es el resultado de los desaciertos de la dirigencia, por incapacidad, cálculo, capricho o por ideologismo. Desde lo ontológico, ¿hoy, qué es el argentino? No se sabe. Esta particular e inefable característica del ser argentino, probablemente le debe mucho a quienes tienen mayores responsabilidades; es abrumadora la falta de ejemplaridad, la escasez de representantes del pueblo ética y técnicamente capaces; hoy muchos se comen sapos, pero siguen impertérritos en sus puestos con sus proyectos de perpetración personales y familiares, con carencia total de ideales, ética o principio alguno; es una realidad cultural. La infición que degrada a los diferentes estratos sociales, se patentiza con una particular forma de cultura, el maradonismo: “dícese de una de las formas posibles del ser nacional. El maradonismo es un rasgo cultural que junta la transgresión, la arrogancia, la prepotencia, la agresión verbal y la facilidad de iniciar un ataque. No está ausente el disfraz político de izquierdas y tampoco el folclore del fútbol que permite el racismo, la humillación sexual y la fanfarronería desfachatada, lo que ha hecho al argentino ganar el mote de ‘irritante soberbio’ en todo el mundo”. El fenómeno Maradona en cuanto a la incidencia sobre la muchedumbre, es merecedor de un análisis desapasionado de las reacciones y el comportamiento de la gente, ante los excesos, desmadres y contradicciones de este personaje. Esta persona, víctima de sus éxitos, sobre exposiciones y miserias, no es culpable de lo que generó, mucho se debe a la gente con sus carencias y conflictos y los medios que lo muestran y lo hacen hablar porque “vende”, le confunden su rol de extraordinario futbolista y lo meten en áreas que para nada maneja. Es obvio que la persona en cuestión no es el creador consciente de esta particular especie de cultura, pero es un referente y ejemplo larvado de vida; todo esto influye subconscientemente en una muy amplia mayoría de argentinos, en especial, los jóvenes. Esta cultura de la hipocresía, la contradicción, los excesos y el sobrepaso de las normas, alcanza a los niveles políticos dirigenciales, que hacen exactamente todo lo contrario a lo que manifiestan: prevalece la falsedad, el ocultamiento, el nepotismo, el clientelismo, el apriete, maniobras aviesas con la Justicia (un Nisman tres veces muerto), el enriquecimiento espurio. Como colofón, tanto la plebe como los militantes partidarios, se muestran obsesivamente proclives a tratar como dioses y santos a sus emblemáticos personajes.

Mario Alberto Ricci
Pasaje Thames 4.472
San Miguel de Tucumán

JAURÍA EN LA PLAZA SAN MARTÍN

Desde hace tiempo, en la plaza San Martín, vive una jauría que suele atacar los motociclistas -a veces a los peatones-. Estos tratan de rechazarlos tirándoles patadas a los perros; algún día van a perder el equilibrio y puede suceder un accidente. La autoridad debería hacer algo al respecto.

Simona L. Peralta
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LA VIDA HUMANA

¿Existe algo más importante que la vida humana? Porque vivir en nuestro mundo es vivir casi sin derechos ni justicia, y cuando se intenta corregir esta situación social que abraza a las mayorías, se promueven distracciones que ocultan a los verdaderos responsables. Se niega una justa convivencia, pero se acepta seguir alimentando la insensible y dañina especulación de los grandes capitales que sumergen en la pobreza a más de la mitad del mundo. Aunque más no sea atacando este sistema, en mezclas de rebeldías y resentimientos, aun con la droga y la delincuencia, el ser humano siempre hace. Así la más pequeña reflexión lleva a caer en cuenta de que no existen vagos, ya que trabajar no es sólo lo manual o asalariado, sino toda actividad humana, incluyendo la mental. Por eso comenzar a tratar a los demás como quieres ser tratado no es una utopía ilusa, es principio de un imaginario posible, porque lograría sanas y justas convivencias. Parece ser hora de recapacitar. Si únicamente con lo que se gasta en armas alcanzaría para que todos los habitantes del planeta comiencen a vivir dignamente.

Javier Astigarraga
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¿QUÉ NOS PASA?

Deseo empezar esta carta agradeciendo una vez más al diario LA GACETA este espacio que nos permite a los ciudadanos comunes poder expresarnos en libertad. No sabía realmente si enviarla o no, pero la situación en que hoy se encuentra nuestra sufrida patria me lleva a preguntarnos, ¿qué nos pasa a los argentinos ? ¿Por qué tantas ansias de codicia y de poder de todos los candidatos políticos del color que sea? Son tantas las ambiciones personales de los candidatos, que no miran a la ciudadanía que reclama un patriotismo de verdad en orden al bien común y en especial de los más necesitados. No, se miran ellos mismos para su beneficio personal, de sus familiares y amigos, y así vemos la enorme cantidad de partidos políticos (más de 700 y solo en nuestra provincia ) y otra pregunta: ¿qué los lleva, realmente a presentarse como candidatos? Es su pensamiento dirigido al clamor de un país mejor en el cual todos sin excepción alguna podamos vivir en armonía y dignamente en una tierra bendecida por la naturaleza y por Dios. Soy una persona mayor con más de siete décadas encima, hijo de inmigrante y una vez le pregunté a mi madre (que falleció hace quince años), ¿por qué al emigrar ella y sus hermanos, eligieron Argentina y no otro país allá por el año 1923, después de la Primera Guerra Mundial? La respuesta fue contundente: “Argentina era en ese entonces el mejor país del mundo”. Y realmente fue así estábamos entre los diez mejores países del mundo, por encima, en educación, salud y bienestar que muchos países, entre ellos Francia, España, Canadá, Australia, etcétera. Muy lamentable fue la sucesión de diferentes gobiernos que nos llevaron a la triste situación en la cual hoy nos encontramos y por eso, ¿a dónde vamos? ¿Qué nos pasa?

Carlos Dumit
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SIN PRESIÓN DE AGUA I

¿Hasta cuándo los vecinos de avenida Américo Vespucio, entre calles 9 de Julio y Jujuy, en el Barrio Judicial, vamos a seguir soportando la falta de presión de agua a la que nos somete diariamente la SAT? Los tanques de agua no se llenan nunca, ni en la noche que supuestamente debería haber un poco más de presión de agua. Pero no, cero chances de que eso suceda. ¿Hasta cuándo los vecinos vamos a seguir soportando el atropello a la que nos somete el gobierno de José Alperovich? Vergüenza debería darle al gobernador tener semejante desidia para con los habitantes de este barrio, que está a tan sólo 19 cuadras de plaza Independencia. ¿Es que no tienen vergüenza? ¿O ya la perdieron hace 12 años cuando llegaron al poder prometiendo que superarían al gobierno de Celestino Gelsi? Pero la boleta del agua llega religiosamente a los hogares con aumentos cuasi escandalosos que no tienen sentido para un gobierno que niega sistemáticamente la inflación. Los vecinos de Barrio Judicial queremos presión de agua inmediatamente.

Argentina Cabrera
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SIN PRESIÓN DE AGUA II

Soy vecino de calle España al 1.900. Desde hace mucho tiempo no hay presión de agua, los tanques no se cargan, es imposible la situación. Les pido a las autoridades que se hagan cargo del problema y a los de la SAT que estuvieron en la esquina del Liceo con la varilla dando presión que vuelvan y den la presión normal.

Hugo Sergio Díaz Suleta
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RIELES FERROVIARIOS

Algo está cambiando en la Justicia Federal. El cambio lo inició el ex vocal Zaffaroni cuando manifestó que un auto estacionado en una calle debe ser considerado un objeto abandonado por su dueño y por lo tanto, apto para ser llevado por un tercero sin significar un ilícito. Ahora los de Tucumán le hicieron un agregado: como los rieles pertenecen a los ferrocarriles y el Gobierno abandonó esos ramales por haber eliminado los trenes, entonces usted se los podrá llevar a su casa sin padecer ninguna persecución judicial ni policial. Así que si encuentra una locomotora por ahí o algún furgón de correo también abandonados, no lo dude. Dése maña y se los lleva, total son gratis. No le sugiero algún puente porque son pesados y algunos están inservibles.

Luis Vides Almonacid
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CORTES DE LUZ EN RACO

Hartazgo, eso sentimos los habitantes de Raco ante los abusivos cortes totales de luz que sufrimos a diario y hasta cuatro veces por semana, sin aviso previo y a cualquier hora. Estas anormalidades, de viejísima data, que no se corrigen y nos causan verdaderos perjuicios a quienes necesitamos hacer uso de esa energía para desarrollar tareas laborales, tienen al menos dos responsables directos: EDET, que no cumple con sus obligaciones y el organismo, Epret, creado para controlar y hacer cumplir el normal funcionamiento del servicio. Además, haciéndome cargo de una inspección ocular, sin costo alguno por supuesto, informo a la empresa EDET que los palos 047396 y 047397, están quebrados a ras del suelo y sostenidos sólo por los cables, conductores que a la vez se hayan enredados entre ramas de árboles. El Supremo proteja a LA GACETA, nuestra voz pública.

Ana Lía Madrigal
Ruta 341, km 23,5
Raco-Tucumán

Policías de incógnito

Con gran sorpresa me enteré de que el personal de la Dirección General de Investigaciones, por disposición de su director, debe trabajar, especialmente cuando lo hace en la vía pública, vistiendo, además del “tradicional” vaquero, una chaquetilla con los colores e insignias que lo identifican como policía. Desde siempre el “pesquisa”, o detective, o “tira”, vistió de civil para poder introducirse en lugares donde, normalmente, el uniformado no puede llegar, pues al ser reconocido como tal le es difícil o imposible averiguar la identidad de determinados delincuentes, escondidos en barrios de alta pobreza. Precisamente su vestimenta de civil le permite lograr exitosos procedimientos, pues al estar camuflado con ropa común se le facilita la tarea para acercarse inadvertidamente. Pero con la determinación del director de Investigaciones -que no creo de su iniciativa sino de algún “habitante” de Casa de Gobierno- el policía investigador, en zonas marginales donde se refugian ciertos delincuentes, terminará siendo identificado de inmediato y agredido o muerto, y se facilitará que el malviviente se escape nuevamente. Reitero: el personal de Investigaciones debe vestir totalmente de civil para que no sea identificado; además se debe prohibir que aparezca en televisión por el mismo motivo. Que entienda el que dio la orden de que el “pesquisa” use la chaquetilla policial, que esa medida es ridícula y desacertada. Si no, que se muna de antecedentes internacionales para corregir ese craso error.

Marcelo Agüero Durán

Muñecas 1.095

San Miguel de Tucumán