27 Diciembre 2014
DOLOR EN EL HOSPITAL. Familiares de las víctimas del doble homicidio se abrazan en la guardia del Padilla. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio
Noelia Montenegro, la adolescente de 17 años que estaba internada en el hospital Padilla, se convirtió en la segunda víctima mortal del ataque ocurrido el miércoles a la mañana en Villa Angelina, en lo que sería un ajuste de cuentas.
El doble homicidio ocurrió a las 8.30 en calle Pérez Palavecino al 700. Matilde Martina Rodríguez, de 68 años, Montenegro y Marcelo Lazarte estaban tomando mate en la galería de la casa, cuando ingresaron unos hombres que dispararon. Rodríguez murió en el acto, Montenegro a las 22 en el hospital Padilla y Lazarte recibió un disparo en la espalda, pero está fuera de peligro.
Fuentes judiciales comentaron que se trataría de un presunto ajuste de cuentas, vinculado con un familiar de las víctimas que tiene antecedentes por robo.
El ataque fue uno de los tantos hechos violentos ocurridos en la madrugada de Navidad, de los que dio cuenta LA GACETA en su edición de ayer. A ellos se sumó la agresión que sufrió en su vivienda el artista Roberto Koch en su casa, presuntamente relacionada con la clausura de una fiesta clandestina que iba a realizar en su cuadra.
Un grupo de personas apedreó la vivienda, provocando destrozos en los vidrios de la ventana. Koch denunció el hecho en la comisaría de Yerba Buena y apuntó contra los organizadores de la fiesta.
“Nos llamó la atención el nivel del violencia que hubo en Navidad, sobre todo desde la mañana del 25 de diciembre, observándose además que muchas personas estaban alcoholizadas”, consignó el jefe del departamento Emergencias del Centro de Salud, Gustavo Molina. “Hicimos una planilla aparte, que reflejaron 56 pacientes que ingresaron al shock room, con heridas cortantes de arma blanca, accidentes de tránsitos o heridos de bala”, agregó el médico.
Durante la jornada hubo momentos en lo que los hospitales dejaron de recibir pacientes, porque estaban con su capacidad colmada. “Nosotros declaramos el ‘código rojo’ y por un momento el servicio de emergencias derivó todos los heridos al Centro de Salud. Más tarde ellos hicieron lo mismo y eran derivados al Padilla. Fue una jornada movida”, expresó el subdirector del Padilla, Jorge Valdecantos.
En este centro médico hubo que reforzar la presencia de la policía hacia la noche del jueves, ya que se produjeron incidentes en la puerta de la guardia, protagonizados por miembros de dos familias que se habían enfrentado. “Hay que destacar la tarea de médicos y enfermeros que pudieron dar atención a todos”, destacó Valdecantos.
El doble homicidio ocurrió a las 8.30 en calle Pérez Palavecino al 700. Matilde Martina Rodríguez, de 68 años, Montenegro y Marcelo Lazarte estaban tomando mate en la galería de la casa, cuando ingresaron unos hombres que dispararon. Rodríguez murió en el acto, Montenegro a las 22 en el hospital Padilla y Lazarte recibió un disparo en la espalda, pero está fuera de peligro.
Fuentes judiciales comentaron que se trataría de un presunto ajuste de cuentas, vinculado con un familiar de las víctimas que tiene antecedentes por robo.
El ataque fue uno de los tantos hechos violentos ocurridos en la madrugada de Navidad, de los que dio cuenta LA GACETA en su edición de ayer. A ellos se sumó la agresión que sufrió en su vivienda el artista Roberto Koch en su casa, presuntamente relacionada con la clausura de una fiesta clandestina que iba a realizar en su cuadra.
Un grupo de personas apedreó la vivienda, provocando destrozos en los vidrios de la ventana. Koch denunció el hecho en la comisaría de Yerba Buena y apuntó contra los organizadores de la fiesta.
“Nos llamó la atención el nivel del violencia que hubo en Navidad, sobre todo desde la mañana del 25 de diciembre, observándose además que muchas personas estaban alcoholizadas”, consignó el jefe del departamento Emergencias del Centro de Salud, Gustavo Molina. “Hicimos una planilla aparte, que reflejaron 56 pacientes que ingresaron al shock room, con heridas cortantes de arma blanca, accidentes de tránsitos o heridos de bala”, agregó el médico.
Durante la jornada hubo momentos en lo que los hospitales dejaron de recibir pacientes, porque estaban con su capacidad colmada. “Nosotros declaramos el ‘código rojo’ y por un momento el servicio de emergencias derivó todos los heridos al Centro de Salud. Más tarde ellos hicieron lo mismo y eran derivados al Padilla. Fue una jornada movida”, expresó el subdirector del Padilla, Jorge Valdecantos.
En este centro médico hubo que reforzar la presencia de la policía hacia la noche del jueves, ya que se produjeron incidentes en la puerta de la guardia, protagonizados por miembros de dos familias que se habían enfrentado. “Hay que destacar la tarea de médicos y enfermeros que pudieron dar atención a todos”, destacó Valdecantos.
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