“No tuve nada que ver”, dijo D’Amico sobre el secuestro de Cantos

“No tuve nada que ver”, dijo D’Amico sobre el secuestro de Cantos

29 Agosto 2014
Jorge D’Amico tomó notas, rebuscó papeles de su legajo que entregó a sus abogados y habló en varias oportunidades -no aceptó preguntas-. De traje y corbata, el único imputado en el caso “Cantos” se mostró compenetrado en el debate durante las cinco audiencias celebradas en el Tribunal Oral Federal (TOF). Ayer, sin embargo, el militar retirado se refirió por primera vez a los hechos que rodearon la desaparición forzada del conscripto Germán Cantos, en septiembre de 1976.

D’Amico era superior del joven santiagueño de 21 años que cumplía con el servicio militar en el Batallón de Ingenieros de Combate 141. De acuerdo con la acusación fiscal y de la querella de la familia Cantos, el ex secretario de Seguridad del juarismo y ex “carapintada” habría ordenado el secuestro dentro de la dependencia militar. D’Amico está acusado de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada, tormentos agravados, asociación ilícita y homicidio calificado triplemente agravado, de acuerdo con el requerimiento de elevación a juicio de la Unidad Fiscal de Derechos Humanos, encabezada por el fiscal ad hoc Pablo Camuña.

Mientras duró su intervención, los familiares de la víctima y miembros de organismos de derechos humanos mantuvieron en alto fotografías de Cantos.

“Fuera del cuartel”

“Siempre pensé que estos hechos ocurrieron fuera del cuartel. Como no participé y no tuve nada que ver... Sucedieron cuando salió de franco el soldado”, sostuvo D’Amico, ofuscado. Dijo desconocer por qué el estudiante fue incorporado fuera de término y los motivos por los que se lo convocó habiendo -de acuerdo con sus familiares- obtenido un número bajo en el sorteo. Negó también la existencia de un plan diseñado para sumarlo al Ejército con la intención de privarlo de su libertad.

“Es complicado pensar que se podía hacer de esa manera. Que lo llamo y me lo llevo. No es tan simple. Pensar que se lo incorporó para secuestrarlo es algo que no puede ser tomado con seriedad. No tiene ningún sentido meter una persona en el Ejército para después secuestrarla. Con todos los problemas que trae después eso. (sic). No tiene sentido. Trae como consecuencia un sumario, dar explicaciones sobre qué paso con el soldado...”, argumentó.

Durante un pasaje de su declaración, D’Amico irritó a la familia del conscripto. Ocurrió cuando deslizó que no se habrían preocupado o no lo habrían buscado. “No tengo nada contra la familia, sólo respeto. Pero tengo que decirlo: Roberto Cantos (hermano de Germán) declaró que el sábado fue a ver al hermano y que no estaba en el cuartel, que le dijeron que era desertor. El domingo fueron los padres a visitarlo al cuartel ¿Qué pasó? ¿No lo buscaron? ¿No preguntaron el mismo sábado? Fueron el domingo como una visita normal. Son cosas que no me quedan claras”, lanzó.

En sentidos testimonios, hermanos de la víctima relataron en audiencias anteriores que una vez que Germán no volvió a su casa, emprendieron una “peregrinación” para encontrarlo. Inclusive, manifestaron que concurrieron a la casa del imputado.

Sobre D’Amico pesan dos condenas por delitos de lesa humanidad. Por ello, está recluido en la cárcel de Colonia Pinto (Santiago del Estero) y desde allí es trasladado los días de audiencia. La sentencia se dictará el próximo jueves.

El noveno juicio de derechos humanos es un desprendimiento de “Arsenales II-Jefatura II”. Por cuestiones procesales, D’Amico no estuvo entonces entre los imputados. En ese proceso, se escucharon testimonios que dieron cuenta de que Cantos estuvo en el Arsenal hasta principios de 1977 y desde entonces permanece desaparecido.

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