Hay cantidad; ¿habrá calidad?
Entre las 10.30 y las 11, José Alperovich cruzará hoy la esquina de 25 de Mayo y San Martín y cortará la cinta. Significará la apertura simbólica del auditorio Mercedes Sosa. El sábado, cuando Maximiliano Guerra pise el escenario, el antiguo Plaza cobrará vida definitivamente. Una vida nueva, distinta, más allá del plan de refacciones que ejecutó Ricardo Salim. Durante décadas los duendes del cine habitaron entre las butacas y la sala de proyección. ¿Qué clase de espíritu dotará de personalidad artística a la gigantesca sala enclavada en el microcentro de la capital?

Ayer se constituyó oficialmente el Consejo de Administración del auditorio. Lo preside Raúl Armisen y lo integran los presidentes de los Entes de Cultura y de Turismo, Mauricio Guzman y Bernardo Racedo Aragón. Hablaron los tres durante el acto, pero la primera que tomó la palabra fue Carolina Vargas Aignasse. Quedó claro quién corta el queso.

La primera función, la del sábado a las 20.30, será por invitación. Guerra bailará junto al Ballet del Mercosur, mientras que la Banda Sinfónica ejecutará el Himno Nacional y “Luna tucumana”. El resto pasará por los 32 músicos tucumanos convocados: folcloristas, tangueros, rockeros. Pop y melodías clásicas. De Tony Molteni al Dúo Renacimiento. El domingo a las 21 será el turno de Gustavo Santaolalla y del prestigioso dúo Orozco-Barrientos, con entrada gratis.

Esa política de espectáculos gratuitos parece ser uno de los sellos que distinguirá al Mercedes Sosa en los primeros tiempos, siempre con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Nación. Ya están agendados con esta modalidad el Ballet Folclórico Nacional y la Orquesta Nacional de Tango Juan de Dios Filiberto.

Después quedará el campo abierto para las producciones comerciales. Los Nocheros actuarán en el Mercedes Sosa en el marco de la gira de despedida a Kike Teruel (se tomará un año sabático en Europa). También vendrá Enrique Pinti, mientras que Priscila Reginato presentará el espectáculo infantil “Charly y la fábrica de chocolate”.

La inauguración del auditorio coincide con el estreno de la primera gran puesta del Ente de Cultura: la zarzuela “Luisa Fernanda” (viernes, sábado y domingo en el teatro San Martín). Dirigidos por el maestro invitado Enrique Ricci, confluirán 150 artistas pertenecientes al Teatro, la Orquesta y el Coro Estables. El papel de Luisa Fernanda es para la soprano porteña María Luján Mirabelli y en el elenco sobresale el barítono tucumano Gustavo Ahualli.

Es un año movido en lo que a ofertas artísticas se refiere. La actividad en febrero y marzo resultó inusual, y lo que viene es mucho más intenso, casi un reflejo de aquel Tucumán vibrante de los 60 y los 70. Esto en cuanto a la cantidad, porque la calidad es otro cantar. Calidad de los espectáculos y calidad de los consumos culturales. Qué se propone y qué se “compra”. De allí la necesidad de que las usinas generadoras de arte trabajen en sincronía, sin “pisarse” en las programaciones. En la variedad está el gusto, pero también en la sabia administración de los recursos y las carteleras. Los bolsillos tucumanos suelen estirarse, pero distan de ser inagotables.

Liliana Bodoc, Juan Incardona y Osvaldo Bayer serán algunas de las figuras invitadas al Mayo de las Letras, encuentro que este año apunta al armado de una generosa feria del libro. El año pasado la experiencia se organizó con escritores e instituciones de la región; ahora la idea es abrir el juego al mundo editorial.

La literatura, como la música y la danza, encastra en un mapa que se adivina generoso y creciente. Lógico, también perfectible. A propósito, en otros tiempos la UNT se integraba armónicamente en este universo, pero hace rato que la extensión cultural dejó de ser prioridad por esos rumbos.

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