El pecado de Goar Mestre

El pecado de Goar Mestre

El creador de 60 Minutos lo calificó como “el padre de la televisión latinoamericana”

23 Marzo 2014

BIOGRAFÍA

EL REY DE LA TV

PABLO SIRVÉN

(Sudamericana - Buenos Aires) 

Hay que agradecerle a Pablo Sirvén su obsesión por indagar en la historia de diarios, radios y canales de televisión argentinos y sus protagonistas. Desde Perón y los medios de comunicación, publicado por primera vez en 1984, hasta Converso. Historia íntima de la brutal transformación personal, profesional y económica de Víctor Hugo Morales, que salió a la luz el año pasado, el periodista se interna con rigurosidad y maestría por intersticios que transforman su obra en imprescindible a la hora de comprender la tensión entre política y medios privados, un vínculo siempre tortuoso, que dio lugar a las peores guerras por el control del debate público.

Y el caso de El rey de la TV. Goar Mestre y la pelea entre gobiernos y medios latinoamericanos. De Fidel Castro a Perón, no es la excepción. Originalmente publicado en 1996, fue recientemente reeeditado, con más y nueva información.

Aquí, el primer gran logro de Sirvén es haberse dado cuenta de que “el hombre que supo tener dos imperios televisivos -uno, en Cuba; otro, en la Argentina, y que perdió ambos por culpa de la política”, residía aún en Buenos Aires y estaba lúcido para dar testimonio de su vida apasionante. Dice Sirvén, secretario de redacción de La Nación y durante años jefe de Espectáculos de ese mismo diario, que en él encontró alguien que entendía “la fisiología de la TV” y, sin prisa, en infinitos encuentros, le fue preguntando y repreguntando hasta encontrar mucho más de lo que buscaba.

De Cuba a Buenos Aires

Mestre fue el creador y dueño de la poderosa cadena CMQ en Cuba, y había respaldado a la guerrilla castrista, en un intento por debilitar al golpista Fulgencio Batista y que se retome la democracia en la isla. Pero esos pergaminos no alcanzaron para afianzar la relación con Fidel Castro ya en el poder, y terminó huyendo a la Argentina.

Ya había estado en 1948, cuando se realizó el segundo encuentro de la Asociación Interamericana de Radiodifusión, que eligió Buenos Aires como una manera de evitar que el peronismo gobernante se apropie de las exitosas radios que estaban en manos privadas. El relato de este episodio es apasionante. La AIR realizó un durísimo documento contra el gobierno, que en Argentina sólo salió publicado en el diario La Prensa, pero eso bastó para que Mestre tuviera que salir de apuro del país.

Cuando en 1959 debe huir de Cuba, aprovechó el impulso proinversiones del gobierno de Arturo Frondizi, y se instaló en nuestro país donde fundó Canal 13 y Proartel. Aquí creció a pesar de la inestabilidad política. Pero en 1973 Perón volvió a gobernar la Argentina. Y aunque ya no tenía prejuicios contra los empresarios privados de medios, el revanchismo dominaba a buena parte de la dirigencia política y sindical del gobierno, y Mestre tuvo que aceptar la confiscación del canal y la productora.

En 1988, Don Hewitt, el creador del exitosísimo programa 60 Minutos, al recibir el Emmy, habló de Goar Mestre y lo calificó como “el padre de la televisión latinoamericana”. Es que no sólo entregó su talento en Cuba y en Argentina. Su influjo llegó a la televisión de Perú, Costa Rica, Ecuador, Chile, Venezuela y Brasil. Murió en Buenos Aires en 1993, alejado de los imperios que supo construir con audacia y una capacidad notable para hacer medios de calidad, rentables e independientes financieramente de gobiernos autoritarios. He ahí su pecado.

© LA GACETA

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Silvia Mercado

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