¿Quién podrá defendernos?
Es probable que aún arrastremos el síndrome 2013. Para muchísimos de nosotros el 2014 realmente aún no comenzó. Está dando sus primeros pasos. Y el año anterior aún se niega a irse. Pero hay quienes ven estos 12 meses como una transición. Y entre los más importantes que tienen esta visión están los que desde hace una década gobiernan. Tanto como Cristina Fernández de Kirckner en la Nación, como José Alperovich en la provincia saben que su ciclo tiene fecha de caducidad. Lo suyo, aunque falte mucho para la mayoría de los normales, ya se termina. Y lo que viene, en el medio, será complicado.

Para quienes aún apostaban a ellos, y para quienes los quieren lo más lejos posible, tanto la mandataria como el gobernador ya se encargaron de dejar en claro que en 2015 se bajará el telón. Y lo hicieron, sin dudas, en medio de una presión que pocas veces deben haber sufrido. El descontento es cada vez más evidente. Se lo hacen saber de todas las formas posibles y las filas de “aplaudidores” oficiales deben hacer cada vez más esfuerzo para que no los tapen los indignados que crecen en número y en acciones.

El problema más evidente de lo que viene es la sucesión. Ya pueden verse imágenes de personas, hasta hace pocos “ultra k” o “sijosesistas” de la primera hora que, al ver que al capitán le queda poco detrás del timonel, ya cambiaron de barco. Y las fotos más buscadas hoy parecen estar entre Sergio Massa en la Nación, y el intendente capitalino Domingo Amaya, ungido por el propio Alperovich como uno de sus probables sucesores. A pesar de que su relación nunca fue del todo buena, el guiño hacia el intendente fue más que evidente.

Pero son muchos los que se ven con la banda bicolor sobre el pecho. En la Nación, Daniel Scioli, Florencia Randazzo, Aníbal Fernández por el oficialismo, Julio César Cleto Cobos y la sempiterna Elisa Carrió por la oposición. ¿O el sindicalista Hugo Moyano? y, obvio, Mauricio Macri, convencido del éxito de su gestión en Capital Federal.

¿Y en la provincia? Además del propio Amaya, sin dudas que, envalentonado por las últimas elecciones, el radical José Cano larga en primera fila. ¿Y otros justicialistas? Restará saber qué vislumbra en su futuro la actual senadora Beatriz Rojkés, a quien hasta no hace mucho tiempo no le disgustaba la idea de conducir los destinos de la provincia, aunque a su esposo no le hiciera mucha gracia. ¿Será otro de los contendientes Gerónimo Vargas Aignasse quien, con su plan de Alerta Tucumán, hace campaña a caballo de la inseguridad en la provincia? ¿Y el eterno ladero Juan Manzur de quien se rumorea que abandonará su cargo en el Ministerio de Salud de la Nación y regresará como vicegobernador apuntando a 2015? ¿Y Osvaldo Jaldo? El bussismo pondrá otra vez el apellido en el voto. La lista suma nombres, lo que habrá que ver es cuál de ellos llega con fuerzas a la contienda.

Hoy, más que nunca, los argentinos nos preguntamos qué va a pasar. Con una economía que amenaza con caerse a pedazos, el futuro del país está atado a su suerte financiera. Cristina Kirchner y su equipo dan barquinazos, van y vuelven, prueban, intentan.... Pero la solución parece muy lejana, lo que en realidad nos acerca al abismo. Uno de los aparatitos más temidos por los argentinos hace una reaparición fantasmal y nos deja a todos paralizados: la remarcadora. La brecha entre salarios y precios es cada vez mayor. Y como si fuera uno de los capítulos urdidos por el genial Roberto Gómez Bolaños, la siguiente inquietud es ¿quién podrá defendernos? Entre los nombres que están en esta columna, o algún otro que se les ocurra, ¿encuentran ustedes a algún salvador?

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios