15 Enero 2014
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, defendió ayer la anunciada apertura parcial de la exportación de trigo, contra las críticas de la Mesa de Enlace. Afirmó que es “de una racionalidad absoluta” la medida porque garantiza el stock del cereal suficiente para abastecer la cadena de valor y que “el pan llegue a la mesa de los argentinos con un precio conveniente”.
El funcionario argumentó que la liberación para la exportación de medio millón de toneladas de trigo se tomó “verificando la existencia de stock y los niveles de abastecimiento”. El lunes, referentes del campo definieron a la medida como “de corto plazo” y volvió a fustigar “la continuidad” de una “intervención nociva” del Gobierno en el mercado triguero.
“Con respecto a la Mesa de Enlace, lo que quiero transmitir es que había quejas por parte de ellos de que no se había registrado un mecanismo de apertura para la comercialización de trigo”, recordó ayer Capitanich. Y añadió: “cuando se produce la apertura para la comercialización de trigo, se quejan porque se abre la exportación de trigo. ¿Estaban de acuerdo con la apertura para las exportaciones o estaban en desacuerdo para la apertura de las exportaciones?”.
Capitanich recordó que “con el trigo se hace la harina y, con la harina, se hace el pan y otros farináceos que son imprescindibles para la dieta de cada argentino. Entonces, lo que hace el Estado es una administración de un recurso que es estratégico”, añadió.
El funcionario argumentó: “uno tiene que garantizar que, en la mesa de los argentinos, exista un bien que es imprescindible para que podamos comer pan a precios convenientes y garantizados, además de fideos y otros bienes que se producen a partir de la harina”.
El jefe de ministros añadió que, si el volumen de producción de trigo es equivalente a 9,2 millones de toneladas y se consume 6,5 millones de toneladas, “se hace una evaluación rigurosa y se autorizan 500.000 toneladas. Se observará en los próximos 30 días si se verifica el stock para cumplir el plan de exportaciones sobre la base de los permisos habilitados”, agregó.
Planteo de productores
Las críticas de los productores y políticos de la oposición volvieron a sentirse ayer, un día después del anuncio oficial. El ex diputado nacional, Juan Casañas (UCR), afirmó que “nada cambio” en la política agropecuaria a partir de los recambios en el Gobierno. “Es la misma política agropecuaria ‘retrógrada’ que nos llevó a la peor siembra de trigo en mas de un siglo”, aseveró.
“En 2011, desde la Presidencia de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, impulsé el proyecto de eliminación de los Roes, para terminar con este mamarracho (...) El problema de la falta de trigo no se soluciona con un anuncio como éste. Hace falta una política seria y previsible para que los productores siembren cada vez más y así podamos exportar y generar divisas para el país, y asegurar un precio del pan accesible para los argentinos”, concluyó el productor.
El titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, reclamó que se libere totalmente la venta externa de trigo y pidió al ministro de Economía, Axel Kicillof, que “deje de ser hipócrita” al defender la política de cupos de exportación en favor de la “mesa de los argentinos”, consignó la agencia DyN.
El funcionario argumentó que la liberación para la exportación de medio millón de toneladas de trigo se tomó “verificando la existencia de stock y los niveles de abastecimiento”. El lunes, referentes del campo definieron a la medida como “de corto plazo” y volvió a fustigar “la continuidad” de una “intervención nociva” del Gobierno en el mercado triguero.
“Con respecto a la Mesa de Enlace, lo que quiero transmitir es que había quejas por parte de ellos de que no se había registrado un mecanismo de apertura para la comercialización de trigo”, recordó ayer Capitanich. Y añadió: “cuando se produce la apertura para la comercialización de trigo, se quejan porque se abre la exportación de trigo. ¿Estaban de acuerdo con la apertura para las exportaciones o estaban en desacuerdo para la apertura de las exportaciones?”.
Capitanich recordó que “con el trigo se hace la harina y, con la harina, se hace el pan y otros farináceos que son imprescindibles para la dieta de cada argentino. Entonces, lo que hace el Estado es una administración de un recurso que es estratégico”, añadió.
El funcionario argumentó: “uno tiene que garantizar que, en la mesa de los argentinos, exista un bien que es imprescindible para que podamos comer pan a precios convenientes y garantizados, además de fideos y otros bienes que se producen a partir de la harina”.
El jefe de ministros añadió que, si el volumen de producción de trigo es equivalente a 9,2 millones de toneladas y se consume 6,5 millones de toneladas, “se hace una evaluación rigurosa y se autorizan 500.000 toneladas. Se observará en los próximos 30 días si se verifica el stock para cumplir el plan de exportaciones sobre la base de los permisos habilitados”, agregó.
Planteo de productores
Las críticas de los productores y políticos de la oposición volvieron a sentirse ayer, un día después del anuncio oficial. El ex diputado nacional, Juan Casañas (UCR), afirmó que “nada cambio” en la política agropecuaria a partir de los recambios en el Gobierno. “Es la misma política agropecuaria ‘retrógrada’ que nos llevó a la peor siembra de trigo en mas de un siglo”, aseveró.
“En 2011, desde la Presidencia de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara de Diputados, impulsé el proyecto de eliminación de los Roes, para terminar con este mamarracho (...) El problema de la falta de trigo no se soluciona con un anuncio como éste. Hace falta una política seria y previsible para que los productores siembren cada vez más y así podamos exportar y generar divisas para el país, y asegurar un precio del pan accesible para los argentinos”, concluyó el productor.
El titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi, reclamó que se libere totalmente la venta externa de trigo y pidió al ministro de Economía, Axel Kicillof, que “deje de ser hipócrita” al defender la política de cupos de exportación en favor de la “mesa de los argentinos”, consignó la agencia DyN.
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