40 años, el límite para empezar a cuidarte en serio

40 años, el límite para empezar a cuidarte en serio

En el país, se duplicó la cantidad de personas que corren riesgo de padecer enfermedades graves o crónicas

PONERSE EN MOVIMIENTO. Después de las cuatro décadas, es prioritario hacer ejercicio para prevenir enfermedades y cuidar el cuerpo. PONERSE EN MOVIMIENTO. Después de las cuatro décadas, es prioritario hacer ejercicio para prevenir enfermedades y cuidar el cuerpo.
08 Agosto 2013

Los humanos somos seres paradojales: hemos descubierto las causas de muchas de las enfermedades más frecuentes; hemos descubierto, también, los modos de combatir muchas de ellas. De hecho, las expectativas de vida han crecido 20 años en sólo cinco décadas.

Sin embargo, cada vez nos enfermamos más. Según el Barómetro de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), en sólo dos años (desde 2011) el riesgo de enfermarse casi se duplicó. Concretamente, los datos indican que un argentino mayor 18 años que vive en alguna zona urbana tiene 56% de probabilidades de padecer una enfermedad grave o crónica, cuando en 2011 esa chance era del 29%.

Esta enorme diferencia se explica, según el estudio, en una creciente brecha entre el acceso a la atención, el cuidado y la percepción de la salud física y psicológica. Los números indican que creció la cantidad de mujeres y de mayores de 65 años que fuman y la cantidad de adultos sedentarios (7 de cada 10 reconocen que no hacen ejercicio semanalmente). También empeoró la calidad del sueño: el 22% de los mayores de 18 siente somnolencia diurna; el 14,2% dice que no duerme bien y el 14,8% duerme menos de seis horas.

La pregunta de rigor

Muchos de los lectores de esta nota posiblemente sientan que estos datos les son totalemnte ajenos; que el momento de empezar a cuidarse está leeeeeeeejos. Y hay quienes siguen fumando "mientras el cuerpo aguante", no hacen más gimnasia que la de apretar el control remoto del la TV... y de comer, ni hablemos.
La cuestión es: ¿hay una edad a la que sí o sí debemos comenzar a preocuparnos?



30 años: cambiar la alimentación 

Aunque el peso sea el adecuado, después de los 30 años cuesta mantenerlo si no se cuida la alimentación. "Si bien la alimentación sana debiera ser una conducta de toda la vida, es cierto que el metabolismo empieza a hacerse más lento a partir de esa edad", explicó Verónica Graña, licenciada en Nutrición. Estudios demuestran que se desacelera a razón de 10% por cada década. Por eso, incluso las comidas sanas, en las mismas cantidades que se han consumido durante toda la vida, pueden hacer que las personas engorden. "El sobrepeso es un disparador de patologías que pueden costar la vida", advirtió Graña e hizo hincapié en la importancia de la prevención. "Hay que comenzar en la infancia. Es más: desde el primer día. La lactancia exclusiva hasta los 6 meses, como la recomienda la OMS, no solo previene enfermedades de la edad adulta sino que ayuda a bajar de peso a las mamás", destacó la especialista.

40 años: dejar el cigarrillo 

Si se quiere llegar a los 60 con la misma expectativa de vida de una persona que nunca ha fumado, disfrute de su último cigarrillo cuando festeje los 40 años.

Según varios estudios, los que dejan el hábito hasta los 40 reducen hasta en un 90% el riesgo de mortalidad vinculada al tabaquismo. Los expertos explican que los pulmones tardan alrededor de una década y media en limpiarse. Pero los beneficios de dejar de fumar comienzan rápido: a a los 20 minutos la tensión arterial y el pulso se normalizan, y a las 24 horas el monóxido de carbono ha desaparecido, y al año el riesgo de enfermedad cardíaca baja a la mitad.

"El tabaquismo es una enfermedad adictiva y deja cicatrices de por vida. Eso es absolutamente indiscutible. Y no solo en el pulmón: genera trastornos gástricos, daños cardiológicos, problemas odontológicos, y hasta mayor riesgo de sufrir cataratas en los ojos", afirmó la neumonóloga Ariela Tarcic, una de las referentes del Programa Provincial de la Lucha Antitabáquica. "Pero muchos estudios demuestran que si un fumador crónico deja el cigarrillo a más tardar a los 40 años, su capacidad respiratoria será más o menos semejante a la de un no fumador. En cambio, si la edad supera los 40, la curva (conocida como Curva de Fletcher) cae brusca y notablemente y los pronósticos de vida disminuyen entre 5 y 20 años", añadió.

40 - 45 años: Hacer ejercicios 

A medida que pasan los años, nuestro organismo reacciona de manera diferente a las exigencias deportivas. Los especialistas recomiendan no pasar de los 40 o 45 años sin tomarse el deporte en serio. "Yo diría que después de los 40 es obligatorio hacer ejercicio, porque después de esa edad empieza a disminuir la masa muscular", señaló Adolfo Steimberg, personal trainer.

"Después de los 45 años se hace mucho más difícil generar músculos. Además, no podemos olvidfar que está el tema óseo. Después de las cuatro décadas hay que empezar a cuidar los huesos", añadió. El profesor sostuvo que basta con 30 minutos diarios o 60 minutos tres veces a la semana para disminuir las posibilidades de contraer enfermedades crónicas. 

"Hacer actividades aeróbicas, como caminar, trotar o correr durante la mediana edad, nos garantizan que tendremos una mayor calidad de vida en la vejez", señaló el experto. 

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50 años: bajar el estrés 

El estrés es una reacción natural del organismo que nos permite actuar frente a situaciones inesperadas; para ello produce hormonas, como el cortisol y las catecolaminas, que elevan la presión arterial y exigen mayor esfuerzo al sistema cardiovascular. Cuando somos jóvenes, tenemos mayores posibilidades de tolerar esta reacción, pero a los 50 ya no podemos defendernos tanto, porque ya toman fuerza los factores de riesgo cardiovascular: aumentan el colesterol y la presión sanguínea. En las mujeres, además, la menopausia significa el fin de la protección que daban los estrógenos. 

"No hay una edad cronológica que sea la bisagra -afirmó el cardiólogo Cristián Klyver-. No invento nada cuando digo que al cuerpo debemos cuidarlo siempre; y que los excesos se pagan. Lo que hay que entender es que cuando aparecen las señales (hipertensión, insuficiencia respiratoria, perfil lipídico alterado, etcétera) el daño está hecho. Y los médicos tenemos que transformarnos en bomberos", advirtió. Pero también resaltó que nunca es tarde. "Si se modifican las conductas, las mejorías se notan muy rápido", añadió. Que en su opinión no haya una "bisagra cronológica" no implica que el afirme que esa bisagra no existe: es el momento en que algo en el paciente hace click... y debemos ayudar a que eso ocurra", resaltó. 

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