28 Octubre 2012
BEIRUT.- Las tropas del Gobierno sirio de Bashar al Assad y los rebeldes se enzarzaron ayer en fuertes combates en diversos puntos del país, pese a la supuesta vigencia de una tregua de cuatro días por la festividad musulmana del Sacrificio o Eid al Adha. También se registraron enfrentamientos entre rebeldes y kurdos en un barrio de Alepo que se había mantenido al margen del conflicto armado, ante el intento de los insurgentes de ocuparlo.
Los kurdos acusan, sobre todo, al frente radical islamista Al Nusra (vinculado con Al Qaeda y que había anticipado que no iba a respetar la tregua) de querer llevar la guerra civil a zonas neutrales, donde conviven en paz con los cristianos.
Al Nusra es uno de los varios grupos que combaten junto al Ejército Libre de Siria con el objetivo de expulsar a Al Assad, y está compuesto por entre 4.000 y 5.000 militantes, entre sirios y procedentes de Afganistán, Libia y Chechenia. Uno de sus comandantes, Abu al Fadl, explicó que rechazó el cese al fuego porque el Gobierno "es un puñado de mentirosos, una máquina de matar y no caeremos en su trampa".
Bombardeos
La fuerza aérea siria concretó ayer nuevos bombardeos sobre áreas residenciales de las principales ciudades del país, socavando aún más la frágil tregua.
El opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) confirmó, por su parte, la explosión de un coche bomba en la provincia de Deir al Zour, que dejó al menos cinco muertos. "Ninguna de las partes parece dispuesta a parar. La tregua de cuatro días (iniciada el viernes) está destinada a colapsar", afirmó el presidente de la entidad, Rami Abdel Rahman.
Durante el primer día del alto el fuego, murieron al menos 150 personas y se registraron 220 enfrentamientos, según denuncias de los rebeldes.
El intento de llegar a una paz transitoria había sido gestionado por el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi. El régimen de Damasco se había reservado el derecho de reaccionar ante ataques de sus rivales. Un intento similar, mediado en abril por el antecesor de Brahimi, Kofi Annan, fracasó apenas iniciado. (AFP-Reuters)
Los kurdos acusan, sobre todo, al frente radical islamista Al Nusra (vinculado con Al Qaeda y que había anticipado que no iba a respetar la tregua) de querer llevar la guerra civil a zonas neutrales, donde conviven en paz con los cristianos.
Al Nusra es uno de los varios grupos que combaten junto al Ejército Libre de Siria con el objetivo de expulsar a Al Assad, y está compuesto por entre 4.000 y 5.000 militantes, entre sirios y procedentes de Afganistán, Libia y Chechenia. Uno de sus comandantes, Abu al Fadl, explicó que rechazó el cese al fuego porque el Gobierno "es un puñado de mentirosos, una máquina de matar y no caeremos en su trampa".
Bombardeos
La fuerza aérea siria concretó ayer nuevos bombardeos sobre áreas residenciales de las principales ciudades del país, socavando aún más la frágil tregua.
El opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) confirmó, por su parte, la explosión de un coche bomba en la provincia de Deir al Zour, que dejó al menos cinco muertos. "Ninguna de las partes parece dispuesta a parar. La tregua de cuatro días (iniciada el viernes) está destinada a colapsar", afirmó el presidente de la entidad, Rami Abdel Rahman.
Durante el primer día del alto el fuego, murieron al menos 150 personas y se registraron 220 enfrentamientos, según denuncias de los rebeldes.
El intento de llegar a una paz transitoria había sido gestionado por el enviado especial de la ONU y de la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi. El régimen de Damasco se había reservado el derecho de reaccionar ante ataques de sus rivales. Un intento similar, mediado en abril por el antecesor de Brahimi, Kofi Annan, fracasó apenas iniciado. (AFP-Reuters)
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