Valentina pintó siete estrellas que recuerdan un choque del que fue la única sobreviviente

Valentina pintó siete estrellas que recuerdan un choque del que fue la única sobreviviente

En la ruta 9, a la altura de la localidad de Los Nogales, se pintaron los símbolos amarillos en el lugar en el que se produjo el accidente. Siete integrantes de la familia Morales murieron en ese hecho, en 2009. Una niña, que hoy tiene ocho años, estuvo presente en el emotivo acto que busca generar responsabilidad en conductores y peatones.

AL COSTADO DE LA RUTA. Las siete estrellas amarillas con el nombre de las víctimas de la tragedia de Los Nogales, fueron pintadas en la banquina de la autopista 9 en el sentido norte a sur (en dirección a San Miguel de Tucumán). LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO AL COSTADO DE LA RUTA. Las siete estrellas amarillas con el nombre de las víctimas de la tragedia de Los Nogales, fueron pintadas en la banquina de la autopista 9 en el sentido norte a sur (en dirección a San Miguel de Tucumán). LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
08 Septiembre 2012
Fue la única sobreviviente de la tragedia. Valentina Britos tenía cinco años cuando su abuela la empujó afuera del auto. Ese es el único recuerdo que le queda. El Ford Falcon había comenzado a incendiarse luego de que otro vehículo lo chocara. Las siete personas que estaban en el auto murieron. Eran los abuelos, los tíos y un primo de la pequeña.

El accidente ocurrió en Los Nogales el domingo 22 de noviembre de 2009. Ayer, ya con ocho años cumplidos, Valentina volvió al lugar y pintó junto a su familia las siete estrellas amarillas que recuerdan a sus abuelos Oscar Morales (52) y Yolanda Luna (39), a sus tíos Vanina Sánchez (16), Hernán (12), Nazarena (10) y José Morales (26) y a su primo Exequiel Morales Sánchez (1).

Las secuelas de la tragedia quedaron marcadas en la piel de Valentina. Su madre, Stella Maris Morales, contó que a la pequeña le cuesta hablar del accidente. "A veces me pregunta por sus abuelos y por sus tíos", comentó.

Antes de comenzar a pintar las estrellas, Elina Marchese, una de las fundadoras del grupo "Estrellas Amarillas Tucumán", dirigió unas palabras. A un costado de la ruta, con un rosario verde que le regaló su papá colgado del cuello y un cartel con la foto de sus abuelos, Valentina lloró.

Casi tres años atrás, la pequeña había ido con su familia a pasar el día en la casa de un familiar en El Cadillal, como lo hacían una vez por mes. Cuando regresaban a San Miguel de Tucumán por la ruta 9, un VW Gol, conducido por Mauricio Rubén Quinteros, los chocó. El Ford Falcon de los Morales se fue hacia la banquina, donde se prendió fuego. Quinteros se fue del lugar, pero lo detuvieron dos horas después del accidente.

El bebé de un año murió en el momento del choque, contó su abuelo Miguel Ángel Sánchez. Cuando los bomberos apagaron las llamas del auto, encontraron al niño calcinado. "El accidente fue a las 21 y a mí me avisaron los vecinos a la mañana siguiente. Nadie se había preocupado por buscar a los familiares", dijo Sánchez, que perdió también a su hija Vanina en la tragedia.

Dos días más tarde del accidente murió Oscar Morales. Al día siguiente su hijo José. Así, con el correr de las horas, fueron apagando sus vidas las otras víctimas. Valentina fue la única que sobrevivió. "Los médicos nos dijeron que fue un milagro. Tenía quemado el 45% del cuerpo", contó la madre de la niña.

De a poco la pequeña fue recuperándose. Los primeros días no caminaba y tenía el brazo izquierdo pegado al cuerpo. Ahora se mueve sin dificultad. A fines de septiembre viajará a Buenos Aires para ser operada una vez más. "Viajamos tres veces al año. Por suerte no le afectó los órganos y le están haciendo cirugía reparadora. Lo estético se verá cuando sea grande", afirmó Stella Maris Morales.

El dolor más grande
"Nos sumamos a la campaña Estrellas Amarillas para que la gente tome conciencia. En este caso chocaron a mi familia y quedó impune", comentó Miguel Ángel Sánchez. "Mi hija fue una excelente mujer. Ezequiel era mi primer nieto. Fue el dolor más grande que pasé en mi vida", agregó el hombre.

La campaña "No sumés una estrella más al cielo" comenzó en Tucumán en julio de 2011, cuando se pintó el primer símbolo en la esquina de avenidas Adolfo de la Vega y Mate de Luna. En ese lugar fue atropellado el canillita Raúl Marcelo Pucheta. Desde entonces, 45 estrellas amarillas se pintaron en calles y rutas de la provincia.

El objetivo es generar conciencia vial en los conductores y peatones. Al lado de cada estrella se coloca un cartel con el lema de la organización. "Esto nos significa recorrer otra vez el accidente y rememorar el dolor, pero queremos que la gente tome conciencia que al ser imprudentes ponen en juego la vida de todos", contó Stella Maris Morales. Mientras pintaban las estrellas, Valentina lloró, abrazó a su madre, tuvo en brazos a su hermanito, sacó fotos con el teléfono de un familiar, y pintó un pedacito de cada una de las siete estrellas de una tragedia que quiere dejar atrás.

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