Un rol más humano, el nuevo ADN del líder

Hay una tendencia general en el mundo del management. Y es que en la información genética del líder moderno, lo humano es la característica esencial. Los líderes actuales dejaron de ver a su gente como un recurso y se compenetraron a saber qué es lo que les sucede. Y allí está la clave de la motivación, para trabajar con la mente y con el corazón al servicio de su empresa. Esa es la conclusión a la que arriba Eduardo Braun, director de HSM Global y de ManagemenTV, que tuvo la oportunidad de entrevistar a los principales referentes globales del Liderazgo.

Los hechos y las palabras confirman esa postura: las empresas se están humanizando, mientras la escuela clásica va perdiendo espacio. Frente a los cambios vertiginosos del mundo, señala Braun a LA GACETA, un conductor autoritario, que lo sabe todo y al que le resulta difícil delegar tareas o responsabilidades ha perdido espacio.

Braun vino a Tucumán, convocado para el lanzamiento de la consultora Jorrat & Lix Klett, Soluciones Integrales. En Altercity, expuso sobre ¿Qué piensan los líderes?, ante ejecutivos, empresarios, industriales y economistas locales. En su charla con nuestro diario, el director de ManagemenTV considera que, frente a una realidad tan cambiante, el líder debe tener una visión binocular para repensar la organización y analizar lo que se puede venir más que una simple mirada de las cosas. "La gestión del Management es una tecnología de gestión, porque se trata de un conjunto de prácticas y de principios sobre cómo se priorizan y se organizan los recursos dentro de una compañía", puntualiza.

¿Cuál es el cambio de paradigma del liderazgo? Braun afirma que actualmente los líderes son más apasionados por lo que hacen. "No son autoritarios, sino inclusivos, que quieren trabajar con la mejor gente y, por lo tanto, delegan en ella", considera. En este aspecto, recuerda que el viejo paradigma se asentaba en esa persona que decía que lo sabe todo y que sólo predicaba el "necesito que ejecuten".

En su charla ante los ejecutivos tucumanos, Braun puso como ejemplo los aportes de Bill George, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard (EEUU), que sostuvo que los principales problemas que hoy tienen las empresas pasan por la mala elección de sus líderes. "Elegimos a las personas por su imagen, no por su integridad", afirma el catedrático. Clayton Christensen, también profesor de Innovación de Harvard, expresa que las personas innovadoras suelen moldearse desde niños, en hogares donde los padres tienen, como hábito, disposición a arreglar las cosas por sí mismos. "De allí nacen los innovadores exitosos, que se equivocan una y otra vez, pero que, en definitiva, terminan reparando las cosas", completa.

Desde esa perspectiva, Braun completa la idea y dice que los líderes de hoy trabajan mucho en la autoestima y la autoconfianza. "Un claro ejemplo de ello son Bill Clinton o Collin Powell, que siempre buscaron combinar su pasión con la necesidad de rodearse de los mejores y delegar en ello algunas decisiones", expresa. Así surge de la propia información genética del líder algo muy frecuente entre esas personas especiales: la curiosidad. "Esa es la característica que encontré en los líderes actuales", indica el experto que entrevistó a los principales referentes mundiales. Pero, aclara, esa curiosidad requiere de dos cosas: el deseo de aprender (la capacidad de mirar más allá frente a un mundo cambiante) y la humildad para reconocer que hay que aprender a cada momento y que el líder no lo sabe todo. Siempre hay algo nuevo que captar.

Así, el director de HSM observa además cuatro herramientas de la que debe disponer un líder:

Especializarse en tendencias (trending), con el fin de analizar los cambios de conductas sociales.

Una definición de estrategia, para atender la demanda.

Los escenarios (tal vez no elija el mejor, sino el más seguro o probable que se identifique).

Gestión de los recursos humanos, con el fin de atraer al mejor talento y desarrollar la cultura innovadora dentro de la empresa.

"Los líderes dejaron ya esa impronta de paternalistas lo autoritarios y cedieron ante los participativos. Como postula Tal Ben Shahar (profesor de Harvard, experto en felicidad): importa tratar a la gente como ser humano, no como recursos", finaliza Braun.