El pensamiento de Albert Camus continúa vigente palabras de la vida y la muerte

Insensibilidad, indiferencia, amoralidad, subversión de valores, apatía. Características propias de esta época y de un hombre que la vive, indolente y desamorado, y al que Albert Camus ya anunciaba en "El Extranjero" (1942) como el ser que estaba emergiendo y que reinaría en estos días.
Hoy, a 50 años de su muerte, las mesuras y observaciones de este brillante filósofo francés, nacido en Argelia en 1913, sobre la ética, la humanidad y la justicia, el compromiso político y hasta el miedo al amor denuncian los padeceres de nuestro mundo efímero e instantáneo.


Ideas y obra
Inicial cultor del existencialismo junto a Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, se aparta insatisfecho de creencias y sistemas, incluso del mismo existencialismo, y se yergue como el creador de la filosofía del absurdo en el que manifestaría de lleno todo su escepticismo respecto de principios de un devenir humano preanunciado y un castigo divino.
Su vida privada, literaria y su actividad periodística profundizan, a la vez que sus anhelos y metas personales en la elaboración de su pensamiento filosófico, sus inquietudes y sus ideas acerca de la situación de Francia durante la II Guerra Mundial, la posguerra en Europa y la realidad del sufrimiento humano en la colonia francesa de Argel, su tierra.
Las publicaciones en las que interviene "Diario del Frente Popular", "Paris-Soir", "Combat", "Le Liberataire", "La Révolution Proletarienne" y "Solidaridad Obrera" reflejan su ideario comunista primero y anarquista luego.
La conocida relación sentimental con María Casares, hija de Casares Quiroga, ministro y Jefe de Gobierno de la Segunda República Española durante el gobierno de Miguel Azaña, lo muestran en una faz política más pública.
Correspondiente con sus sentimientos, más allá de su obra, fue un agradecido de las labores iniciales de su madre, a quien ayudó económicamente mientras vivió, y de sus primeros educadores que lo introdujeron en las letras y a quienes les dedicó sus palabras en ocasión de recibir el Premio Nobel de Literatura en 1957, a los 44 años. Había publicado su primer libro 20 años antes.
Albert Camus murió el 4 de enero de 1960 en un accidente automovilístico en Villeblevin (Francia). Entre sus pertenencias se encontró el manuscrito de "El Primer Hombre", publicado recién en 1994 por Gallimard.
Entre sus obras más conocidas se encuentran "El revés y el derecho", "El extranjero", "El mito de Sísifo" (1942), "La peste", "Cartas a un amigo alemán" (1948), "Los justos" (1950), "La caída" (1956) y "El exilio y el reino" (1957) y "La muerte feliz" (inconcluso).

Palabras de la vida y la muerte
 
"En nuestra sociedad, un hombre que no llora en el funeral de su propia madre corre el peligro de ser sentenciado a muerte por la sociedad..." (El Extranjero).

"Por lo tanto, si el descenso se hace algunos días con dolor, puede hacerse también con alegría. Esta palabra no está de mas." (El Mito de Sísifo)

"¿Qué es un hombre rebelde? Un hombre que dice no. Pero negar no es renunciar: es también un hombre que dice sí desde su primer movimiento. (...) El rebelde (es decir, el que se vuelve o revuelve contra algo) da media vuelta. Marchaba bajo el látigo del amo y he aquí que hace frente. Opone lo que es preferible a lo que no lo es." (El Hombre Rebelde).

"¿Quién podría afirmar que una eternidad de dicha puede compensar un instante de dolor humano?" (La Peste).

"Todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro." (La Peste).

 "No es el Dios-hombre, sino el hombre-Dios .Y, como él cada uno de nosotros puede ser crucificado y, engañado, y lo es en cierta medida". (El Mito de Sísifo)