San Martín y el Congreso de 1816

San Martín y el Congreso de 1816

Las constantes cartas del Libertador a Tucumán. Por Carlos Páez de la Torre (h).

EN BUENOS AIRES. En 1818, ya trasladado a Buenos Aires, el Congreso recibió al general San Martín. Este cuadro reconstruye el momento. A la derecha del Libertador, aparece el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón. LA GACETA / ARCHIVO EN BUENOS AIRES. En 1818, ya trasladado a Buenos Aires, el Congreso recibió al general San Martín. Este cuadro reconstruye el momento. A la derecha del Libertador, aparece el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón. LA GACETA / ARCHIVO
30 Junio 2009
Desde Mendoza, el general José de San Martín urgió constantemente al Congreso de Tucumán para que, ni bien instalado, procediera sin más trámite a declarar la Independencia.
Empezó a insistir meses antes de la inauguración (que ocurrió en marzo de 1816) de la famosa asamblea.
Son reveladoras sus cartas al diputado mendocino, doctor Tomás Godoy Cruz. En enero, le decía: "¿Cuándo empiezan ustedes a reunirse? Por lo más sagrado les suplico, hagan cuantos esfuerzos quepan en lo humano para asegurar nuestra suerte. Todas las provincias están en expectación, esperando las decisiones de ese Congreso. El solo puede cortar las desavenencias que existen en Buenos Aires".
Cinco días después, otra carta. "¿Cuándo se juntan y dan principio a sus sesiones? Yo estoy con el mayor cuidado sobre el resultado del Congreso, y con mucho más si no hay una unión íntima de opinión... pues esto me interesa más que todo, como que está ligado al bien general".
Ya reunidos los congresales, va una nueva misiva de San Martín a Godoy Cruz. "¿Hasta cuándo esperamos para declarar la Independencia? ¿No le parece a usted una cosa bien ridícula acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional, y por último hacer la guerra al Soberano de quien en el día se cree dependemos?". Reflexionaba que por eso "los enemigos, y con mucha razón, nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos".
Seguía San Martín: "esté usted seguro de que nadie nos auxiliará en tal situación y, por otra parte, el sistema ganaría un cincuenta por ciento con tal paso. ¡Animo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas! Veamos claro, mi amigo, si no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo este la Soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero, es decir a Fernandito".
Godoy Cruz le contestó que declarar la Independencia "no era soplar y hacer botellas". San Martín replicó: "Veo lo que usted me dice sobre que el asunto de la Independencia no es soplar y hacer botellas. Yo respondo a usted que mil veces me parece más fácil hacerla que el que haya un solo americano que haga una sola".

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