El pitido del convoy aflojó las lágrimas de quienes lo esperaban en Tafí Viejo

El pitido del convoy aflojó las lágrimas de quienes lo esperaban en Tafí Viejo

Con bombas de estruendo y un campaneo, cerca de 10.000 personas recibieron a la formación. Los funcionarios pidieron que se cuiden las unidades.

18 Junio 2009
"¡Ahí viene! ¡Ahí viene!". Las bombas de estruendo y el rugir de las campanas taparon las voces y las expresiones entusiasmadas de las miles de personas que esperaron la llegada del tren que, desde hoy, une la capital tucumana con Tafí Viejo. Según fuentes policiales, en la estación de esa localidad se aglutinaron alrededor de 10.000 individuos.

La emoción por ser testigos del arribo de la formación en su viaje inaugural se notaba en las caras de los presentes. Casi todos -la mayoría de ellos, gente grande- se emocionaron hasta las lágrimas cuando escucharon, a lo lejos, el pitido del transporte. Los globos celeste y blanco comenzaron a agitarse y estalló la alegría contenida desde hace 32 años.

El tren arribó a las 18.45 a Tafí Viejo. De él bajaron el gobernador, José Alperovich; su esposa y diputada, Beatriz Rojkés; el sub secretario de Transporte Ferroviario, Antonio Luna; el vicegobernador, Juan Manzur; el intendente de la capital, Domingo Amaya, entre otros funcionarios provinciales.

El jefe comunal taficeño, Javier Pucharras, fue el primero en hablar desde un escenario montado en ese predio. Desde allí, agradeció a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por su compromiso con la reactivación ferroviaria. Luego, Luna manifestó que "el tren es vida y dignidad" y llamó a los ciudadanos a cuidar las unidades.

En un discurso breve, Alperovich recordó la época en la que la vuelta del tren era un anhelo y subrayó que lo logrado es emocionante. "Esto es sinónimo de desarollo", señaló. El acto terminó alrededor de las 19.15. LA GACETA ©

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