Hacia una Argentina "sin los Kirchner"

En la historia argentina hay un fenómeno que se sucede, con la amenaza de convertirse en crónico, y es el hecho de que siempre hay alguien que manda para que los demás obedezcan. "Si miramos la historia argentina desde el siglo XIX hasta ahora, eso fue lo más habitual. Eso fue el rosismo, eso fue el roquismo, eso fue el yrigoyenismo, eso fue el peronismo, eso fueron las experiencias militares. Eso fue, en alguna medida, el menemismo. En los últimos años, el poder estuvo en manos del kirchnerismo", destacó el periodista Carlos Pagni. Sin embargo, en la Argentina del presente se avizoran señales de que esa obediencia ha empezado a declinar, y que el peronismo ya está buscando nuevos líderes. En ese contexto, Pagni describió que cada vez que en la Argentina se asiste a la declinación de alguno de esos espacios de poder, vuelven las señales de una crisis que, por eso, parece cíclica.
El docente y analista político del diario La Nación disertó ayer en el Centro Cultural Virla, en el ciclo de conferencias de LA GACETA.
A la hora de analizar  por qué se apaga la estrella de los Kirchner, Pagni señaló que el kirchnerismo ha atravesado por lo que él definió como dos episodios traumáticos. Uno de esos episodios fue la no adhesión de los sectores medios a la figura de Cristina Fernández. Esos sectores, según analizó el periodista,  les habrían permitido a los Kirchner recomponer el vínculo que se había roto en 2001 entre esas capas medias de la sociedad y la política.  
En su recorrido por la Argentina de los últimos seis años, Pagni señaló que Kirchner inauguró en 2003 un gobierno más heredero de la Alianza que de la tradición del Partido Justicialista, pero que el mensaje de las urnas en octubre de 2007 le mostró que "el experimento había fracasado". "Le dijeron que no los sectores medios y le dijeron sí los sectores más postergados", precisó el periodista en un tramo de su conferencia, a la que llamó "Crónica de una crisis o una crisis crónica?". Según  Pagni, la decisión de Kirchner de levantar la intervención del Partido Justicialista (lo estaba desde 2003) respondió a la necesidad de buscar en el peronismo el apoyo que las clases medias le habían retaceado a la Presidenta.
Entre los diversos cimbronazos que sufrió el kirchnerismo en los últimos tiempos, Pagni destacó que la resolución 125 de eliminación de las retenciones móviles a las exportaciones de granos fue, "desde la política pura, una medida antiperonista". "El problema central de esa decisión política fue que Kirchner confundió con los libros de la década del 40 al votante de su mujer", dijo Pagni, en alusión a la calificación  de "oligárquicos" que el ex presidente suele hacer de los sectores del campo.
El disertante señaló que  en enero, "en voz baja, los principales dirigentes del peronismo le pidieron a Kirchner un acuerdo con el campo... La dirigencia provincial del peronismo le pedía una recomposición del vínculo con el electorado". Agregó que ese acuerdo con el campo no pudo ser, en principio porque el Gobierno "no tuvo los $50.000 millones, para ese acuerdo".
El  periodista indicó que hay un problema fiscal. "Esto habla de que vamos a tener, nuevamente, tensiones en el campo fiscal", alertó el disertante, que señaló que "el Gobierno le agrega recesión a la recesión". En su mirada sobre sobre los comicios del 28 de junio, señaló que el mapa probable en Mendoza, en Córdoba, en Santa Fe, en la ciudad de Buenos Aires, va indicando "que se estaba organizando un mundo sin los Kirchner".
"Esto, él lo advirtió. Por eso se presenta como candidato, aumentando el riesgo en la provincia de Buenos Aires", agregó.
Cuando le tocó aventurar escenarios posibles en ese distrito, destacó que habrá que ver si Francisco De Narváez será capaz de quitarle votos al Acuerdo Cívico, llevándose el "voto útil" que se instala cuando hay un escenario que privilegie la polarización,  ante un Kirchner que hoy tiene una fuerte imagen negativa.
Entre las conclusiones, destacó que a partir del 28, el peronismo va a estar buscando para el 2011 otro candidato; que aunque Kirchner gane por poco en Buenos Aires, seguirá tallando en la interna del PJ; y que hay una fuerza emergente, que ha logrado un armado en 16 distritos.