Endurecen el trato a extranjeros en Barcelona

Endurecen el trato a extranjeros en Barcelona

En el aeropuerto de la ciudad catalana restringen la entrada de viajeros de otros países.

17 Febrero 2009

MADRID (Por Irene Benito, especial para LA GACETA).- Cuando a mediados de agosto de 2008 comenzó a funcionar el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca barcelonesa, nadie imaginó que esa institución iba a convertirse en un punto geográfico intermedio entre España y el país de origen de los turistas no admitidos en el control de frontera del aeropuerto de El Prat. En ese CIE, originalmente creado para alojar a los inmigrantes en condición irregular (los "sin papeles", en la terminología española), permanecieron siete días detenidos dos ciudadanos de nacionalidad argentina. El Centro Argentino de Cataluña asegura que cada semana se producen nuevos casos de pasajeros no admitidos en el aeropuerto, a menudo sin una causa objetiva que lo justifique.
Del número de argentinos no admitidos en la frontera española sólo ha podido saberse que es mayor que el de años anteriores. Ni la Policía Nacional, ni la delegación del Gobierno de España en Barcelona ni el Consulado argentino han accedido a dar una cantidad exacta. Según el Consulado de Madrid, la Policía negó el acceso a 782 viajeros entre enero y agosto de 2008 (atravesaron la frontera 116.860 personas), casi 200 más que en todo 2007. El endurecimiento del control fronterizo coincide con la recesión de la economía española y con la decisión de la UE de restringir la inmigración irregular.
"Los compatriotas no admitidos en la frontera tienen, por lo general, tez morena", denuncia Juan Pablo Jarolavsky, presidente de la asociación de inmigrantes. Según su opinión, las autoridades españolas eligen a los pasajeros a partir de un simple "semblanteo". "El criterio primero de selección es el aspecto físico. Luego procede la búsqueda de una justificación. Cualquier motivo vale para impedir la entrada", describe Jarolavsky.
De acuerdo con lo que declaró Ernesto López, uno de los argentinos detenidos el 9 de febrero, él sí reunía los requisitos exigidos para ingresar al país como turista, pero le dijo a LA GACETA que la Policía Nacional le denegó la admisión porque no había cancelado con antelación la reserva de hotel.
El ciudadano extranjero no goza de un derecho a ser admitido que pueda contraponerse al derecho de admisión que cada país ejerce en su frontera, repiten en los consulados que normalmente asisten a los argentinos rechazados en el trámite de regreso al país. Este procedimiento es más lento en Barcelona que en Madrid. En la capital española hay una frecuencia diaria de vuelos a Buenos Aires. Jarolavsky señala que los no admitidos reciben peor trato que los delincuentes: "no tienen la oportunidad de defenderse jurídicamente. Sólo les queda esperar el vuelo de regreso, que debe ser de la misma compañía en que vinieron; no importa si hay demora o cancelación".

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