El último debate fue "a cara de perro"

El último debate fue "a cara de perro"

El republicano John McCain se esforzó por mostrarse capaz de asumir el liderazgo y se enfrentó en todos los campos con su rival demócrata. Tercera y última chance de sumar votos en una batalla ante las cámaras de televisión. Los planes para salir de la crisis.

cordialidad. McCain y Obama se saludan ante el público que colmó la sala de la Universidad de Hempstead. Luego vendrán los ataques y contrataques. REUTERS cordialidad. McCain y Obama se saludan ante el público que colmó la sala de la Universidad de Hempstead. Luego vendrán los ataques y contrataques. REUTERS
16 Octubre 2008

HEMPSTEAD, EEUU.- Con una ventaja de 14 puntos porcentuales, la mayor jamás registrada en sondeos para candidaturas presidenciales en Estados Unidos, el demócrata Barack Obama se midió por última vez en debate público "a cara de perro" con su rival republicano, John McCain. Las malas noticias en los sondeos resaltaron lo que estaba en juego en el debate para McCain, que el martes dio a conocer un paquete de medidas para ayudar a inversores, particularmente estadounidenses mayores de edad, que han visto diezmados sus fondos de retiro debido a las pérdidas en los mercados.
El encuentro, tercero y último hasta la elección del 4 de noviembre, se desarrolló en la Hofstra University en Hempstead, Nueva York, ante una audiencia televisiva estimada en al menos 60 millones. En lugar de estar parados en podios, como sucedió en el primero de los encuentros, esta vez Obama y McCain estuvieron sentados  alrededor de una mesa redonda junto con el moderador Bob Schieffer, de CBS News, que dirigió la discusión sobre los temas pactados: política nacional y economía. Decenas de estudiantes siguieron desde la sala el debate.
Los dos candidatos coincidieron, al inicio del debate, en que el plan de rescate de bancos de U$S 700.000 millones no alcanzará para contener la crisis financiera de Estados Unidos. "Tenemos que atender primero a los propietarios de viviendas", dijo McCain, que consideró a los estadounidenses "víctimas inocentes de la codicia de Wall Street". A su turno, Obama dijo que lo que el país necesita ahora es un plan de rescate para la clase media, y que el principal énfasis debe ponerse en la urgente creación de empleos.
Consciente de lo mucho que tenía por perder, McCain se mostró  seguro en la defensa de su programa económico propuesto el martes, que prevé el empleo de unos U$S 52.500 millones para recortar los impuestos a las plusvalías y a los subsidios de desempleo, así como para aumentar la cantidad que un contribuyente puede desgravar por pérdidas en Bolsa. Obama también ha propuesto recortar los impuestos a los subsidios de desempleo, pero incluyó además en su plan divulgado el lunes un aumento de esas prestaciones y la congelación, durante 90 días, de la ejecución de hipotecas en ciertos bancos. A 19 días de los comicios del 4 de noviembre, los sondeos muestran que más votantes confían en la capacidad de Obama para liderar la economía.

El "plomero Joe"

Luego de los primeros escarceos, McCain pasó a la ofensiva y criticó la propuesta de Obama de aumentar los impuestos a los estadounidenses que ganan más de U$S 250.000 al año. "Eso dañaría los pequeños negocios como el del ?plomero Joe?", dijo en referencia a un ciudadano que conoció el demócrata durante su campaña. "¿Por qué querrías subirle los impuestos  ahora?", le preguntó McCain. Obama dijo que su plan reduciría los impuestos al 95% de los estadounidenses y se los elevaría sólo a una pequeña parte de los más ricos, mientras que McCain daría exenciones tributarias a las compañías de gas y petróleo. "Ambos queremos recortar impuestos; la diferencia es a quién queremos recortárselos", dijo Obama.
La discusión se tornó suave cuando se pasó al terreno de la salud, en el que ambos expusieron sus propuestas sobre seguro médico, y volvió a agitarse cuando se habló de las agresiones personales. "Cada vez que me nombraban en las reuniones de McCain gritaban ?¡terrorista!?, ?¡mátenlo!?", se quejó Obama. McCain replicó con dureza: "la gente que acude a los mitines de mi partido está compuesta por patriotas; no permito que se generalice".
Según los primeros comentarios, el debate fue más bien parejo. (Reuters-DPA-Especial)

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