18 Junio 2008 Seguir en 
Con alma de juglar
Máximo Gómez, director de la obra "Cuentos con vientos", contó los desafíos de rescatar la tradición de los juglares con espectáculos en los que la palabra es protagonista. Un viaje a Perú. "Los cuenteros: narradores tucumanos" preparan la primera maratón de cuentos del NOA denominada "Narradores en acción".
PAISAJES IMAGINARIOS. Los actores del grupo Oscura Turba recrean cuentos clásicos a través de la narración, los sonidos y la música con varios instrumentos.
A través de la narración musicalizada de historias y de la teatralización de cuentos clásicos, dos elencos tucumanos han iniciado una cruzada para rescatar la vieja tradición de los juglares medievales. "Las narraciones nos permiten recuperar aquellos gratos momentos de la niñez", señaló Máximo Gómez, director de la agrupación Oscura Turba, cuyo espectáculo "Cuentos con vientos" se verá a fin de mes en Perú. Por su parte, la directora del grupo "Los cuenteros: narradores tucumanos", prepara un encuentro regional que se hará en julio. "En nuestra sociedad se fue perdiendo el hábito de escuchar y de pensar. Por eso, es necesario rescatar el valor de la palabra", dijo.
"El teatro infantil debe ser hecho con mucha seriedad"
El juglar era el artista ambulante que en la Edad Media se ganaba la vida recitando poesía, cantando y bailando para recreo de los reyes y de los magnates. Su función social se encontraba entre las más singulares y extravagantes de los días medievales y eran, sobre todo, transmisores de cultura. Precisamente esta función es la que intenta rescatar el grupo Oscura Turba con su espectáculo "Cuentos con vientos", que luego de una exitosa temporada en Tucumán, levantará el telón para viajar a Perú, donde se presentará en el Festival Internacional de Teatro, Títeres y Cuentos para Niños. El grupo tucumano (integrado por Andrés Bellomío, Marcos Gallardini, Ferderico Zárate, Federico Armanini y María Catalina Lammoglia), junto a un elenco de San Luis, serán los únicos de la Argentina en esa fiesta.
"Representar a la provincia en un encuentro de esta envergadura nos llena de orgullo. Sobre todo porque desde hace varios años venimos apostando fuerte a este género tan particular y maravilloso", señaló Máximo Gómez, director de la obra. Esa es la razón por la que, además, ya están preparando un nuevo espectáculo que estrenarán a su regreso de Perú. Se trata de "Cuentos con bichos", basado en la narración musicalizada de historias clásicas que involucran animales.
-¿Qué tiene de original la propuesta del grupo?
- Nuestra propuesta tiene que ver con la palabra. El eje de la obra son narraciones clásicas de reconocidos autores como León Tolstoi u Horacio Quiroga, además de algunos relatos de la tradición oral. Cada actor construye, mediante la ayuda de instrumentos musicales, los ambientes y los climas que sirven de base para la aparición de personajes. Así, en un clima de intimidad, la palabra recupera su magia.
- La nostalgia tiene, entonces, un papel clave...
- Claro, porque las narraciones nos permiten recuperar aquellos gratos momentos de la niñez. Nos recuerda aquellas historias que de chicos nos hacían viajar por mundos fantásticos y también nos hace revivir a aquellos seres que nos las contaban. Y todo sólo con la palabra, los gestos y la música.
- ¿Trabajan mucho con la participación del público?
Yo tengo la premisa de que el teatro es un juego. Podés estudiar mucho pero si no sabés jugar... Así, por ejemplo, en nuestro espectáculo hay una mesa con diversos instrumentos, que los actores van usando para crear distintos ambientes sonoros a medida que avanza la obra. Eso es también un juego en el que público se prende gustoso.
- ¿Esa magia se ha perdido en el teatro infantil de Tucumán?
- No. Yo creo que en esta provincia se hace un muy buen teatro infantil. Lo que sucede es que muchas veces se encara una obra desde el punto de vista visual y se deja de lado las palabras. O se hacen shows cirqueros. Yo soy de los que cree que el teatro infantil debe ser hecho con seriedad. Es la única manera de que pueda atrapar la atención de los chicos y también de los que los acompañan al teatro, es decir, de los adultos.
- Además de actuar, recitar, leer y cantar ¿en qué se parecen ustedes a los juglares?
- En el hecho de ser trashumantes. Este es un espectáculo móvil: puede ser realizado en cualquier escenario de la provincia o del país.
- ¿Qué viene después de Perú?
- Vamos a continuar apostando por este tipo de teatro. Creemos que el universo infantil es tan amplio que se pueden hacer muchas cosas vinculadas a la narración de cuentos a través de música y de técnicas teatrales. Para eso nos preparamos.
Una maratón para rescatar el hábito de contar historias
"La palabra ya casi no tiene valor porque se ha ido perdiendo el hábito de escuchar y de pensar". Así lo señaló Patricia García, directora del grupo "Los cuenteros: narradores tucumanos", que prepara la primera maratón de cuentos del NOA denominada "Narradores en acción".
El encuentro, que se realizará el 16 de julio en El árbol de Galeano (Rivadavia 435), congregará a destacados artistas de todo el país dedicados a la difusión de la narración oral. "La idea del encuentro es compartir no sólo las experiencias de cada uno de los artistas, sino también la de buscar una comunión entre el que narra y el que escucha", señaló. Y es que en nuestra sociedad, la costumbre de narrar historias casi se ha perdido. "El cine y la televisión han colaborado para que la palabra oral y escrita deje de tener efecto y magia, porque brinda al espectador todos los conceptos digeridos. Se puede mirar televisión sin pensar demasiado. En cambio, con la narración de cuentos, sucede lo contrario. El narrador debe hacer un esfuerzo para transmitir ideas y sensaciones que luego debe completar el que escucha. Esta acción implica un mayor compromiso de ambas partes", comentó García. Además, en los espectáculos que realizan los cuentacuentos juega un papel fundamental la mirada. "Es maravilloso comprobar la magia que desata un cuento bien narrado. No sólo en los niños, sino también en el público adulto. Y esto tiene que ver porque en un espectáculo, no sólo juega un papel preponderante la palabra, sino también la mirada. Cuando ponemos en escena nuestras obras nos cuidamos mucho de mirar al público a los ojos", agregó.
Respecto de la manera de realizar los espectáculos, García dijo que la mayoría de las obras que desarrollan son narraciones corales. "Intervienen varios actores en una misma historia. Eso le da una mayor agilidad al trabajo", dijo. El grupo que dirige García está integrado por Alejandra Jiménez, Daniela Villalba, Soledad Pereyra y Sebastián Fernández.
"El teatro infantil debe ser hecho con mucha seriedad"
El juglar era el artista ambulante que en la Edad Media se ganaba la vida recitando poesía, cantando y bailando para recreo de los reyes y de los magnates. Su función social se encontraba entre las más singulares y extravagantes de los días medievales y eran, sobre todo, transmisores de cultura. Precisamente esta función es la que intenta rescatar el grupo Oscura Turba con su espectáculo "Cuentos con vientos", que luego de una exitosa temporada en Tucumán, levantará el telón para viajar a Perú, donde se presentará en el Festival Internacional de Teatro, Títeres y Cuentos para Niños. El grupo tucumano (integrado por Andrés Bellomío, Marcos Gallardini, Ferderico Zárate, Federico Armanini y María Catalina Lammoglia), junto a un elenco de San Luis, serán los únicos de la Argentina en esa fiesta.
"Representar a la provincia en un encuentro de esta envergadura nos llena de orgullo. Sobre todo porque desde hace varios años venimos apostando fuerte a este género tan particular y maravilloso", señaló Máximo Gómez, director de la obra. Esa es la razón por la que, además, ya están preparando un nuevo espectáculo que estrenarán a su regreso de Perú. Se trata de "Cuentos con bichos", basado en la narración musicalizada de historias clásicas que involucran animales.
-¿Qué tiene de original la propuesta del grupo?
- Nuestra propuesta tiene que ver con la palabra. El eje de la obra son narraciones clásicas de reconocidos autores como León Tolstoi u Horacio Quiroga, además de algunos relatos de la tradición oral. Cada actor construye, mediante la ayuda de instrumentos musicales, los ambientes y los climas que sirven de base para la aparición de personajes. Así, en un clima de intimidad, la palabra recupera su magia.
- La nostalgia tiene, entonces, un papel clave...
- Claro, porque las narraciones nos permiten recuperar aquellos gratos momentos de la niñez. Nos recuerda aquellas historias que de chicos nos hacían viajar por mundos fantásticos y también nos hace revivir a aquellos seres que nos las contaban. Y todo sólo con la palabra, los gestos y la música.
- ¿Trabajan mucho con la participación del público?
Yo tengo la premisa de que el teatro es un juego. Podés estudiar mucho pero si no sabés jugar... Así, por ejemplo, en nuestro espectáculo hay una mesa con diversos instrumentos, que los actores van usando para crear distintos ambientes sonoros a medida que avanza la obra. Eso es también un juego en el que público se prende gustoso.
- ¿Esa magia se ha perdido en el teatro infantil de Tucumán?
- No. Yo creo que en esta provincia se hace un muy buen teatro infantil. Lo que sucede es que muchas veces se encara una obra desde el punto de vista visual y se deja de lado las palabras. O se hacen shows cirqueros. Yo soy de los que cree que el teatro infantil debe ser hecho con seriedad. Es la única manera de que pueda atrapar la atención de los chicos y también de los que los acompañan al teatro, es decir, de los adultos.
- Además de actuar, recitar, leer y cantar ¿en qué se parecen ustedes a los juglares?
- En el hecho de ser trashumantes. Este es un espectáculo móvil: puede ser realizado en cualquier escenario de la provincia o del país.
- ¿Qué viene después de Perú?
- Vamos a continuar apostando por este tipo de teatro. Creemos que el universo infantil es tan amplio que se pueden hacer muchas cosas vinculadas a la narración de cuentos a través de música y de técnicas teatrales. Para eso nos preparamos.
Una maratón para rescatar el hábito de contar historias
"La palabra ya casi no tiene valor porque se ha ido perdiendo el hábito de escuchar y de pensar". Así lo señaló Patricia García, directora del grupo "Los cuenteros: narradores tucumanos", que prepara la primera maratón de cuentos del NOA denominada "Narradores en acción".
El encuentro, que se realizará el 16 de julio en El árbol de Galeano (Rivadavia 435), congregará a destacados artistas de todo el país dedicados a la difusión de la narración oral. "La idea del encuentro es compartir no sólo las experiencias de cada uno de los artistas, sino también la de buscar una comunión entre el que narra y el que escucha", señaló. Y es que en nuestra sociedad, la costumbre de narrar historias casi se ha perdido. "El cine y la televisión han colaborado para que la palabra oral y escrita deje de tener efecto y magia, porque brinda al espectador todos los conceptos digeridos. Se puede mirar televisión sin pensar demasiado. En cambio, con la narración de cuentos, sucede lo contrario. El narrador debe hacer un esfuerzo para transmitir ideas y sensaciones que luego debe completar el que escucha. Esta acción implica un mayor compromiso de ambas partes", comentó García. Además, en los espectáculos que realizan los cuentacuentos juega un papel fundamental la mirada. "Es maravilloso comprobar la magia que desata un cuento bien narrado. No sólo en los niños, sino también en el público adulto. Y esto tiene que ver porque en un espectáculo, no sólo juega un papel preponderante la palabra, sino también la mirada. Cuando ponemos en escena nuestras obras nos cuidamos mucho de mirar al público a los ojos", agregó.
Respecto de la manera de realizar los espectáculos, García dijo que la mayoría de las obras que desarrollan son narraciones corales. "Intervienen varios actores en una misma historia. Eso le da una mayor agilidad al trabajo", dijo. El grupo que dirige García está integrado por Alejandra Jiménez, Daniela Villalba, Soledad Pereyra y Sebastián Fernández.
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